PRIMERA SEMANA. (29 DE MAYO A 5 DE JUNIO)

Alvaro Gómez acababa de despedirse de su amigo, el ex-ministro Alfonso Palacio Rudas, con quien se había encontrado al salir de misa en la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Siendo las once y cincuenta minutos de la mañana del domingo 29 de mayo, Gómez siguió hacia su casa, por la calle 87. Sólo había recorrido unos cuantos metros cuando sonaron unas ráfagas de metralleta.

Gómez Hurtado se resistía a su retención y uno de los dos guardaespaldas, Juan de Dios Hidalgo, abrió fuego. Mientras los guerrilleros introducían a Gómez Hurtado en un Renault 18, Hidalgo continuaba disparando desde el suelo y segundos después perdía su último combate.

A pesar del rigor con que la Policía adelantó la "Operación Rastrillo", con innumerables allanamientos, patrullajes y requisas, no obtuvo una sola pista que la condujera al rescate de Gómez Hurtado.

Al reseñar el suceso, los periódicos del lunes 30 recordaron que Gómez Hurtado "había pedido más severa aplicación del artículo 121 de la Constitución contra el terrorismo y la anarquía". Agregaban que Gómez "dirigió el mes pasado una serie de dos cartas al presidente Virgilio Barco para plantear la necesidad de utilizar a plenitud las facultades del Estado de Sitio en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y, en general, la escalada de violencia en el país"... "Gómez Hurtado apoyó, más tarde, la creación de la jefatura militar para Urabá y sugirió la aplicación de medidas similares para otras regiones, como la provincia de Ocaña", haciendo referencia a la necesidad de prohibir las manifestaciones de protesta popular en la región oriental de Colombia.

Con esta acción, un comando preparado por el M-19 denominado "Jaime Bermeo", en homenaje al compañero desaparecido pocos días antes, cumplía la orden emanada desde las montañas del Cauca por el Comandante General del Movimiento.

El 30, el Partido Social Conservador, del cual Gómez Hurtado es conductor, convocó a todos los partidos políticos colombianos a unirse en un Acuerdo Nacional para poner fin a la violencia política. La coalición de izquierda Unión Patriótica rechazó la detención de Gómez y dijo en un comunicado que "aunque la UP y el doctor Alvaro Gómez se encuentran en orillas ideológicas opuestas creemos que actuaciones extremistas como éstas son condenables" y "agravan la situación... dentro del marco de los asesinatos a dirigentes de nuestra organización".

Virgilio Barco, presidente de Colombia, se encontraba en Madrid, España y desde allí afirmó que no había motivos para retornar al país. Sin embargo, no pudo completar ni siquiera la mitad de su viaje, ante la gravedad de la situación nacional. Voces anónimas llamaron a la Cadena Radial TODELAR para reivindicar la detención de Gómez Hurtado. Indicaron pertenecer al grupo LOS EXTRADITABLES, aparato armado por los narcotraficantes.

Después de afirmar que Gómez Hurtado estaba gravemente herido, transmitieron una grabación con la supuesta voz del dirigente político y exigieron la liberación de Carlos Lehder, capo de la droga condenado en Estados Unidos por esos días.

Pero LOS EXTRADITABLES negaron el 31 de mayo tener a Gómez Hurtado en un comunicado de ocho puntos dirigido a los medios de comunicación en el que afirmaban "no somos los autores materiales ni intelectuales de tal hecho y por lo tanto no lo tenemos en nuestro poder".

Sucesivos artículos se publicaron en la prensa, en los que se criticaba la gestión presidencial. El propio ex-mandatario Carlos Lleras Restrepo escribió en el editorial de la Revista Nueva Frontera: "el país se siente mal manejado y está pidiendo a gritos rectificaciones, preguntándose, al mismo tiempo, si el extraño carácter del doctor Barco y los consejeros que desde un principio escogió, van a permitirle hacerlas"... La popularidad del presidente Barco está bajo cero".

Seis días después de la detención de Alvaro Gómez Hurtado, Carlos Pizarro recibió un parte que confirmaba el cumplimiento de la orden.

SEGUNDA SEMANA (DEL 6 AL 12 DE JUNIO)

A partir de este momento, el Movimiento 19 de Abril hizo los primeras contactos, que permitieron afirmar al gobierno, en un mensaje expedido el 7 de junio, que tenía "indicios graves" que llevaban a los organismos de seguridad a la conclusión de que el M-19 era el autor del hecho.

El mismo día, la hija de Gómez, María Mercedes, expidió un comunicado: "La familia de Alvaro Gómez informa al país que recibió en el día de ayer una comunicación escrita, fechada el 5 de junio y firmada por un movimiento que se autodenomina 'Colombianos por la salvación nacional' en la cual se afirma que Alvaro Gómez está en su poder y que 'goza de todas sus facultades físicas y mentales'. En este comunicado, quienes afirman tener en su poder a Alvaro Gómez, piden que su familia, así como los medios de comunicación, se reconcilien con la situación de las familias de los desaparecidos en Colombia y se manifiesten contra el estado de sitio, las masacres, las detenciones arbitrarias, las torturas, los atentados y desapariciones, los secuestros oficiales de líderes democráticos y revolucionarios".

Simultáneamente, el Comando envió una carta al Procurador Delegado para los Derechos Humanos, Bernardo Echeverry Ossa, en la cual afirmaba, entre otras: "Ustedes más que nadie han vivido en carne propia la atrocidad de la guerra sucia y la magnitud que ella ha alcanzado en nuestro país... Ante la detención de Alvaro Gómez, pretendemos que los medios de comunicación, siempre al servicio de los poderosos y sometidos a la mordaza, abran espacio a la voz de las víctimas de la guerra sucia.

Hay que parar la impunidad, hay que hacer claridad porque solamente sobre la base de la verdad y de establecer responsabilidades, podemos despejar y hallar caminos de paz y de vida".

El mismo día, los guerrilleros enviaran un mensaje al Procurador Horacio Serpa Uribe, junto con la licencia de conducción de Gómez Hurtado, como prueba de autenticidad. Simultáneamente, la familia recibió un sobre que contenía una de las tarjetas de crédito del retenido y la televisión fue interferida en Cali y Medellín.

El diez de junio, varios periodistas que trabajan en los principales medios de comunicación de Colombia, se ofrecieron de mediadores e interlocutores entre el gobierno y el grupo que tenía a Gómez Hurtado.

El 13 de junio, el M-19 confirmó que Gómez Hurtado estaba en su poder. Ana María Lasso, corresponsal de la agencia mexicana NOTIMEX en Panamá, recibió la llamada de una joven con acento colombiano que se identificó como "Claudia" y le dio la "chiva" periodística.

CUARTA SEMANA (20 AL 26 DE JUNIO)

El 22, el Comandante de las Fuerzas de Defensa de Panamá, General Manuel Antonio Noriega, pidió al M-19 respetar la vida del detenido, para evitar mayores derramamientos de sangre en Colombia.

Ese mismo día, se conocieron las exigencias del M-19; Otty Patiño, Tercer Comandante de la organización revolucionaria, se entrevistó con el periodista Germán Castro Caycedo y anunció que la única condición para la liberación de Gómez Hurtado era la búsqueda de un nuevo camino de paz.

El periodista preparó un especial de televisión en el que resumía las cuatro horas y media de diálogo con el jefe guerrillero, que fue censurado por el gobierno nacional. Algunos de los planteamientos de Otty Patiño fueron: "Barco dijo algo que es muy cierto: que éste es un hecho de guerra... Es realizado en un momento en el cual parecían agotarse todos los caminos y todas las posibilidades. Cuando parecía que habríamos llegado a lo que llaman el punto "de no retorno". Pienso que éste hecho pone al país a pensar que nos lanzamos hacia la guerra y cuáles son las dimensiones de esa guerra y cuáles son los protagonistas de esa guerra... o nos lanzamos a un camino de paz... En esta guerra, sobre todo la clase dirigente, no está por fuera".

(Periodista) Pero, qué papel juega el secuestro del doctor Gómez en todo esto?

"Que se identifica a la oligarquía como una de las fuerzas en conflicto. Que con su captura, esos sectores están sintiendo que la guerra es también con ellos..."

(Periodista) Pero, concretamente, qué quieren lograr con su secuestro?

"con la captura de Gómez Hurtado, se abrieron las puertas de un diálogo y yo creo que se tienen que abrir mucho más. Es que no queremos tampoco que este nuevo diseño esté basado en conversaciones entre guerrilla y gobierno... Felio Andrade decía que estaba escandalizado con la cantidad de desaparecidos que había en Colombia, que él no sabía que eran tantos. El hablaba de mil, Derechos Humanos habla de tres mil. Sea cual sea la cifra, es un contraste muy violento entre la reacción de la oligarquía frente a un desaparecido y el desconocimiento deliberado de tres mil desaparecidos que hay en Colombia. El de los desaparecidos es uno de los aspectos, no el fundamental pero es, desde luego, uno de los más agudos del momento. Esa sensación de familias enteras, de amigos, de compañeros, esa incertidumbre al pensar que alguien está vivo o muerto, es de las cuestiones más atroces... La desaparición y la tortura representan hoy en Colombia una dinámica muy difícil de detener. Solamente una alta voluntad política puede lograrlo. Y nosotros creemos que hay reservas morales, tanto en el conjunto de la Nación como dentro del mismo Ejército...

" "Nosotros no estamos planteando un diálogo entre la guerrilla y el gobierno en el cual haya una serie de mediadores. No queremos volver a ese esquema viejo, ahora el problema de la paz en Colombia requiere una interlocución múltiple. Un esquema diferente donde las distintas fuerzas que quieran algo por la paz, por la solución de esta guerra, intervengan cada una dentro de sus posiciones y dentro de sus intereses concretos y dentro de su ideología. No queremos ninguna renunciación, ninguna violentación hacia ninguna ideología ni hacia los intereses de ningún sector".

El gobierno respondió - que haría concesiones, pero revistió de un marco legalista la real posición de no entrar en mecanismos de diálogo. Entretanto, el Segundo Comandante del M-19, Antonio Navarro Wolff, viajó a San José de Costa Rica, para dialogar con el prestigioso periodista Antonio Caballero, exiliado en España debido a su ejercicio profesional democrático. Navarro Wolff le informó a Colombia que el M-19 había solicitado a los gobiernos de México y Panamá que sirvieran de anfitriones para el desarrollo de las conversaciones tendientes a buscar la liberación de Gómez Hurtado. El periodista manifestó que, según Navarro, se busca “una solución positiva a la situación de Gómez" y su intención de "internacionalizar" el diálogo convirtiendo a los gobernantes de esos países en “testigos” de la búsqueda de la paz en Colombia. En una crónica publicada en la revista Semana, Caballero conceptuó que "... Se habla otra vez de diálogo, pues, a la fuerza. De paz, a causa de un acto de guerra. O mejor: de un acto que mostró en qué consistía la guerra, como no habían conseguido mostrarlo ni las matanzas lejanas de Urabá o del Caquetá, ni los asesinatos subalternos de concejales, de líderes sindicales, de maestros, y ni siquiera una masacre de las dimensiones de la del Palacio de Justicia... Ahora vuelven a proponer el diálogo (los del M-19) y el gobierno les responde que no acepta el chantaje: la guerra debe continuar en paz".

QUINTA SEMANA. (27 DE JUNIO AL 3 DE JULIO)

A raíz de esta entrevista, el gobierno pidió que el M-19 tuviera un solo vocero. El Comandante Carlos Pizarro respondió el 29 de junio, al cumplirse un mes de la retención de Gómez Hurtado a través de la línea radial privada conectada con la oficina del consejero presidencial para asuntos de orden público, que Antonio Navarro Wolff sería el interlocutor que pedía el gobierno y planteó las once propuestas.

El ex-procurador Carlos Jiménez Gómez y dos periodistas españoles fueron testigos de la lectura del mensaje, en "las montañas de Colombia". Varios días después de la entrevista de Jiménez Gómez y Pizarro, el ex- fiscal de la nación concedió un reportaje al periódico El Mundo en el que aseguro "el M-19 no está jugando... el doctor Gómez Hurtado no será liberado sin concesiones... el gobierno y el país están subestimando el problema.

El gobierno no le está dando a este problema la dimensión que le corresponde". Sobre las once propuestas, Jiménez Gómez afirmó que "veo que son eso, propuestas. Y eso ya es positivo. No hay arrogancia, no hay altanería. Se trata de cosas por conversar". Mientras los principales sectores de la sociedad comentaban positivamente la propuesta del M-19 y acordaban participar en un "gran diálogo por la paz", que debería incluir a la guerrilla, el gobierno de Barco la rechazó y la calificó de "terrorista".

En público, los voceros del presidente afirmaban que se resistirían apegados a la ley y la Constitución, pero en secreto intentaban negociar con el M-19. El propio Ministro de Gobierno, César Gaviria, viajó a Cuba para buscar al M-19 y regresó a Colombia con las manos vacías. Los partidos liberal y conservador aceptaron, entretanto, dialogar con la guerrilla, partiendo de la base de la liberación de Gómez Hurtado.

SEXTA SEMANA (4 AL 10 DE JULIO)

Antonio Navarro Wolff dirigió una carta al jefe de redacción del periódico El Siglo, Juan Gabriel Uribe, el cinco de julio: "analizando la situación, se ven nubes negras en un horizonte que empezaba a clarear".

Según la reseña de los matutinos " Navarro dice que la vieja tenaza oligárquica vuelve a cerrarse y a cerrar caminos y que el propósito de rodear al gobierno, evidente en los medios de comunicación, significa que la ultraderecha se está imponiendo, que la política de paz de los sepulcros, fórmula de los dos últimos años, no retrocede ni ante el clamor nacional de paz y diálogo... indicó que a nombre de la libertad de prensa se está manipulando y deformando la verdad... Navarro dice que permanece en ellos la voluntad de encontrar soluciones, pero que se han comenzado a dar pasos por otros caminos".

El seis de julio se conoció en Panamá un nuevo comunicado del M-19, entregado a dos periodistas extranjeros por el propio Antonio Navarro, en presencia del senador conservador Alvaro Leyva Durán (quién se encontraba allí para acordar mecanismos de negociación y diálogo con el M-19).

Del documento se destaca: "(la iniciativa de once puntos anunciada la semana anterior) es una salida digna y decorosa para todos y nuestra visión de lo que debería hacerse para avanzar en ese camino de reencontrar la concordia. Esa es nuestra propuesta de paz... es ésta, tal vez, la última oportunidad para la paz en Colombia... La política de Barco sigue conduciendo al país en un abismo cada vez más profundo mientras los cuerpos de seguridad compiten por el trofeo que significa liberar al doctor Gómez vivo o muerto...

Todos queremos al doctor Gómez sano y salvo en su casa, en su trabajo... La detención del doctor Alvaro Gómez volvió a abrirle paso al lenguaje de la reconciliación y del diálogo, desterrado durante casi dos años de la administración Barco". "El gobierno no parece un interlocutor confiable para resolver ninguno de los gravísimos problemas del país...Gaviria viajó a donde sabía que no estábamos (a Cuba).

Aceptamos, por supuesto, los buenos oficios de Presidente Fidel Castro y del Nobel García Márquez, pero el doctor Gaviria sabía perfectamente cómo localizarme en el exterior".

A su regreso a Bogotá, Leyva Durán concedió una conferencia de prensa, en la que anunció que el M-19 propuso al Obispo Dario Castrillón, Secretario Permanente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y a dirigentes políticos y gremiales para que actuaran como mediadores en las gestiones encaminadas a la liberación de Gómez Hurtado. Leyva dijo que el M-19 "desea celebrar en el exterior una reunión preparatoria del diálogo nacional en busca de la paz. Después de esta reunión que tendría una agenda abierta, el M-19 dejaría en libertad al doctor Gómez Hurtado.

Al ser interrogado sobre si confiaba en la sinceridad de la organización guerrillera, sostuvo que "estamos negociando con gente seria que ha puesto en juego su vida por unos ideales". Se concertó promover una reunión preparatoria del Diálogo Nacional en la que participarían además de Castrillón, los Senadores Rodrigo Marín Bernal Presidente del Directorio Nacional Social conservador, Ernesto Samper Pizano, miembro de la Dirección Nacional Liberal, la Unión Patriótica, los gremios privados, las centrales obreras y la coordinadora de paros cívicos. Se produjeron dos reuniones del M-19 con los senadores del partido social conservador Marín y Leyva, el periodista Uribe y Monseñor Castrillón, en la Nunciatura Apostólica en Panamá, en la noche del domingo 10 de julio y el lunes 11.

Los voceros del M-19, Antonio Navarro, Rosemberg Pabón y Everth Bustamante acordaron con los cuatro negociadores los mecanismos para la celebración de la Pre-Cumbre del 14 de julio en Panamá.

SEPTIMA SEMANA (DEL 11 AL 18 DE JULIO)

En la Nunciatura Apostólica en Panamá, se reúnen voceros de los sectores más representativos de la nación, para ponerse de acuerdo sobre la celebración de una Cumbre de Salvación Nacional. El gobierno y los mili-tares dicen de nuevo NO, y son los ausentes de la Pre-cumbre de Panamá. El M-19 se compro-mete a liberar a Alvaro Gómez Hurtado antes del 29 de julio, fecha acordada para la cita de Bogotá. Más adelante, en este documento, aparece el registre de ambos encuentros. La respuesta del país es alentadora. La del gobierno es la misma de siempre: "grupo minúsculo de violentos no nos intimidará".

El 17 de julio, Carlos Pizarro envió un mensaje al Presidente Virgilio Barco, preponiendo el Campamento del M-19 en el Cauca como escenario de la Cumbre del 29 y la participación del gobierno, sugerencias que fueron rechazadas por el Ejecutivo. Simultáneamente, se conoció una nueva prueba de sobrevivencia de Gómez Hurtado: una carta de pésame a la viuda del dirigente conservador Fernando Sanclemente Molina, que había fallecido esa misma semana.

OCTAVA SEMANA (A PARTIR DEL 19 DE JULIO)

El 19 Carlos Pizarro Longómez, expide la orden de libertad para Gómez Hurtado. La comunicación se hace pública a través del teléfono rojo conectado entre el cuartel general de las FARC (en el Meta) y la Presidencia de la República.

El 20 de julio, todo el país esperaba la liberación. Barco leyó sus mensajes al Congreso y, cuando las sesiones de instalación todavía no terminaban, se conoció la noticia. El M-19 había cumplido su parte del Acuerdo de Panamá. Una nube de periodistas se apostaba en los alrededores de la residencia. Bogotá estaba totalmente militarizada.

El Procurador Horacio Serpa y los senadores Felio Andrade y Alvaro Leyva esperaban ansiosos las llamadas. A las seis de la tarde, Andrade escuchó la primera frase clave: "Rolando va en camino".

Gómez Hurtado fue trasladado al restaurante Mister Rib's, ubicado a escasas dos cuadras de su casa. Llevaba la misma ropa del 29 de mayo. Una cachucha, bigote postizo y las gafas nuevas le daban un toque distinto. "Espere a que venga otra pareja", le dijeron los muchachos, mientras le entregaban mil pesos.

Gómez Hurtado entró al establecimiento y se ubicó en el bar, frente a un foco apagado. Así no llamaría la atención, mientras esperaba. Pidió un whisky, que tomó lentamente con placer, mientras pasaba la vista por una biblia que le había regalado una guerrillera antes de despedirse. Cuarenta y cinco minutos más tarde decidió irse. No sabía cuánto valía el trago, pero tenía que pagarlo sin despertar sospechas.

Sobraron 150 pesos que dejó de propina y caminó hacia la puerta. No se veía ni un alma. Con asombro, se percató de su situación: era un hombre libre. Atravesó un parque para acortar camino, se detuvo brevemente frente a la iglesia, en el mismo sitio en que había sido detenido y oró por el alma de su guardaespaldas. Al aproximarse al edificio vio la maraña de periodistas y camarógrafos. En un primer momento no lo reconocieron y cuando supieron que se trataba de Gómez Hurtado era demasiado tarde: el ex-candidato estaba ya entre los suyos.

Cuando el Procurador recibió la llamada salió presuroso al restaurante. Llegó unos pocos minutos después de que Gómez Hurtado tomara la decisión de salir por sus propios medios hacia su apartamento.

El 21, Gómez Hurtado dio una conferencia de prensa en las instalaciones del diario El Siglo. Allí afirmó que el diálogo debe producirse en Colombia "con el presidente, con los generales, con los trabajadores, con los partidos políticos, con los humildes" para producir reformas como la agraria, "de tal magnitud que la elimine como un pretexto para la violencia". Gómez Hurtado respondió al Ministro Samudio, quien había señalado que en Colombia "se vive una situación de guerra" y que por lo tanto "no hay clima para el diálogo". Alvaro Gómez afirmó "cuando dicen que no hay clima de entendimiento, no creo que esté en lo cierto... precisamente, porque hay guerra, es que puede haber ánimo de concordia".

Confirmó que durante su cautiverio, intercambio cinco cartas sobre política con el Comandante General del M-19, Pizarro, y que de común acuerdo decidieron mantenerlas en confidencia. Sobre otros temas dijo: "Soy un hombre libre, tengo una libertad incondicional, no tengo compromisos particulares que hubieran podido surgir de las situaciones de fuerza a la que estuve sometido"... "El gobierno es un impotente institucional. Tiene facultades y no las usa"... "Pienso en el diálogo con los alzados en armas... no me asustan esas fórmulas". Sobre sus pinturas: "No les gustaban a ellos mis autorretratos, porque eran demasiado tristes. Pero sí los caballos... Les agradaron tanto, que se quedaron con ellos".... "En la epidermis de mi corazón no encuentro cicatrices, me escogieron para conmover a la sociedad y lo lograron".

Relató que había hecho un estudio comparativo entre obras de Marx y Engels y la perestroika soviética. También leyó "Las Memorias de Adriano", de Margarita Yourcenar, donde el emperador romano narra cómo hizo la paz en su época. Y finalmente anunció que si se dan las circunstancias, volverá a participar en política como candidato presidencial.

Durante 53 días, Alvaro Gómez Hurtado permaneció en manos del M-19. Desde el primer momento se desarrolló un clima de respeto mutuo. El M.19 buscó al máximo que el detenido mantuviera sus costumbres, como la comida, el aseo personal, su afición por la lectura y por la pintura.

Se le hacían frecuentes chequeos médicos, para constatar su estado de salud. Estaban siempre cuatro personas con él y según su propio relato, los separaba una línea imaginaria. Durante el operativo, las gafas de Gómez Hurtado se rompieron. Los primeros días, los guerrilleros que lo cuidaban le leían libros, pero el cautivo comenzó a deprimirse. Fue entonces cuando se le pidió a la familia la receta médica de los lentes. La fórmula fue publicada con lujo de detalles en el periódico El Siglo y los jóvenes pudieron conseguir rápidamente las gafas nuevas, que usó hasta el día de su liberación.