Hoy la patria siente la ausencia de sus hijos e hijas que marcharon hace mucho tiempo a revolucionar el universo, no sabemos si lo han conseguido, pero se escuchan truenos de rebeldía en todo el planeta.
Con el cariño de hermanos, amigos y patriotas, y con el inmenso orgullo de haber crecido juntos en la tarea de construir una patria nueva, reconocemos el ejemplo vivo de dignidad, de compromiso, de sacrificio, de fortaleza, de honradez, y hoy queremos recordarles en las luchas presentes de los pueblos y de nuestros jóvenes que siguen construyendo un futuro de justicia, democracia y felicidad.
Hasta siempre tejedores y tejedoras de sueños, de esperanzas, de convicciones inquebrantables, de la cadena de afectos; no se imaginan la falta que hacen en esta dimensión, esto sigue jodido, la edad se nos vino encima y a algunos de los que quedaron se les envejeció la conciencia con mucha mayor celeridad que su propio envejecimiento… ¡chochean!.
A quienes siguen abrazando sentimientos de paz, democracia y libertad dentro y fuera de esta inmensa familia, un fraternal abrazo en este aniversario.
¡Que nunca se rompa la cadena de los afectos!