A LA OPINION PÚBLICA NACIONAL
El 21 de mayo, el Movimiento 19 de Abril, convoco de nuevo a la nación para exigir, aquí y ahora, el comienzo de la Paz, porque para las grandes mayorías ella sigue siendo un anhelo y una urgencia.
Esta convocatoria enfrentaba a la cobardía, a la doble moral y a la indecisión de quienes con nombre propio señalaba como los obstáculos para el inicio de la Paz.
La respuesta, artera y cobarde, no demoró 28 horas. Cumpliendo órdenes del Alto Mando Militar, un comando mercenario atentó contra la vida de las caras valientes, decididas de la Paz, como voluntad empeñada y empuñada. Antonio Navarro, voz alta y clara de una fuerza y un país y, otros cuatro dirigentes de la promesa que sí será cumplida, fueron las víctimas de unas Fuerzas Armadas envenenadas en el odio contra su propia patria.
EL GOBIERNO TIENE QUE DAR LA CARA. Tiene que responder. Tiene que garantizar que esos hombres salgan vivos y sanos de ese hospital. Tiene que oír a los compañeros que desde La sede de la Cruz Roja en Bogotá, le están exigiendo que le ponga la cara a su pueblo. Ya no hay derecho al silencio, ni mucho menos a esconderse en el discurso de las buenas intenciones.
El Procurador General de la nación tampoco puede ampararse en las generalidades ni esconderse en los diagnósticos ya trillados, en donde se ahoga la decisión de hacer.
El Ministro de Gobierno tiene que ir a Cali. El país no va a aceptar su burla de seguir hablando en el Congreso Nacional de Indulto cuando la fuerza de la dignidad y la democracia es allanada en los campamentos de construcción, y siembra de la Paz con que hemos poblado este país; y cuando con el terror y la muerte se pretende doblegar a los rebeldes que son anuncio vivo de la patria nueva.
Los colegas de Antonio Navarro en la Comisión de Paz y en la - Comisión de Diálogo Nacional que aplazaron la instalación del Comité de Diálogo para el Valle, Cauca y Nariño, no pueden seguir aplazando su presencia de compromiso obligatorio en la lealtad con la Paz.
La Comisión de Paz no puede abandonar una vez más a Navarro porque en estos momentos cualquier indecisión no será perdonada por la historia.
Doctor John Agudelo Ríos: el país quiere oírlo en una definición valiente, enérgica, capaz de contribuir al remezón que la Paz necesita para ser posible. Su silencio hoy no le sirve al proceso. El M-19 no va a quedar solo en la voluntad de conquistar la Paz, porque la Paz hoy, como siempre, no es la simple continuación de la tregua. Hoy la Paz sigue siendo la necesidad inaplazable de convertir el anhelo del pueblo en mandato, de convertir a decisión de democracia en gobierno. Un gobierno que no sea la equidad de la burocracia, sino encarnación de la justicia. El gobierno que haga los cambios que hay que hacer hoy, que sean el real comienzo de la Paz.
Contra esta propuesta de Paz real se dirige una decisión de aniquilamiento militar. Contra nuestras fuerzas, contra nuestros hombres, contra todos los que no aceptan la encerrona en que se quiere poner a la Paz.
Es por ello que el ejército de Vega Uribe y Molano pretende esconder su verdadero nombre en una supuesta disidencia de nuestro Movimiento. Esto es indigno y canallezco. La nación entera sabe que nuestra razón social es por completo ajena al ataque a un bus de las Fuerzas Armadas. Este hecho nos sorprendió tanto como a todos los colombianos y la certeza de nuestra integridad moral tiene su alto testimonio en la actitud desprevenida y abierta de quienes como Antonio Navarro estaban cumpliendo con la Paz.
La voluntad engatillada de un Alto Mando Militar siempre ha buscado sabotear este proceso: cuando asesinó a Toledo y emboscó a los comisionados de Paz en San Francisco antes de la firma, en el momento de la firma al atentar contra Carlos Pizarro, y después de la firma en el hostigamiento permanente en San Pedro, Yarumales, Los Robes, Pradera, La Magdalena, sin mencionar los hostigamientos contra el EPL y las FARC.
Hoy, ante la convocatoria activa y positiva de este proceso, el Alto Mando Militar prefiere continuar en el cómodo y sucio papel de verdugo de la Paz y, haciendo gala de un cinismo Ilimitado quiere presentarse como víctima de la “excesiva” tolerancia.
Señor Presidente: Comenzar la Paz ya no es posible sobre el remiendo sistemático de una tregua permanentemente violada y asediada. La Paz hoy necesita un gobierno con voluntad política de cambio, con unas armas de verdad al servicio y en defensa de la Paz, con un gabinete de Paz, con unos partidos comprometidos con la salud de la República.
Porque este pueblo ha decidido que es hora de construir este gobierno, porque está la fuerza de un país, la juventud y la moral de un país que empeño su voluntad de democracia con nosotros para que la Paz sea aquí y ahora!!!
Bogotá mayo 24 de 1. 985
POR EL MANDO CENTRAL DEL M-19
Bogotá mayo 24 de 1. 985