PRIMERO ES LO PRIMERO
Por: JOSE YAMEL RIAÑO, 19 DE MAYO DE 2014
“POR LA PAZ HAREMOS HASTA LO IMPOSIBLE”
Jaime Bateman Cayón
Y LO PRIMERO ES LA PAZ.- Me parece escuchar a Gustavo Petro -para muchos el mayor heredero de Bateman- cuando tomó la decisión de apoyar el proceso de paz actual, aún a costas de tener que votar él, junto a los Progresistas, por Santos para que sea reelegido el próximo domingo 25 de mayo de 2014. Y no solamente se adhirió a la campaña de Santos Presidente sino que lideró al interior de su partido (Progresistas), si es que se le puede llamar así al grupo de ciudadanos que inscribieron su candidatura para la alcaldía Mayor de Bogotá, a firmar un acuerdo programático con el Partido Liberal Colombiano donde los firmantes se comprometen a mantener en Colombia el “Estado Social de Derecho” alcanzado por los Colombianos cuando se aprobó la Constitución de 1991.
A ese hecho lo podemos apodar de mil maneras, podemos decir de él muchísimas cosas, buenas, regulares y malas pero; como lo primero es lo primero, y lo primero es la paz, entonces, tenemos que aceptar que nuevamente, Petro acertó, solo que esta vez no lo expulsaron de su organización como si sucedió cuando propuso hacer un diálogo sobre lo fundamental –víctimas y tierras- al interior del PDA. Fue tachado de vendido porque disque le iban a dar un ministerio, cosa que nunca sucedió, por no ser cierto, pero Petro se quedó por fuera del POLO al que representaba como Senador y directivo. Para lo de hoy nadie se ha atrevido seriamente a denunciarlo, aunque algunos compañeros han manifestado que antes de votar por Santos prefieren votar en blanco. Personalmente en un principio tuve dudas; pensé que hacerlo de forma inconsulta, no tenía presentación, como de un tiempo para acá me he venido cuestionando hasta cuándo y hasta dónde vamos a seguir matriculados en esa iglesia que nos enseñaron nuestros maestros; “Nada con la oligarquía. Cuidado con el revisionismo”. Claro, ahora el “coco” es con el “caudillismo” y del “populismo” es de quienes debemos cuidarnos… y bueno…
“Nos resbalan” las lecciones de toda esta América Latina hoy. Son los pueblos hermanos que escriben su propia historia con independencia. Algunos de estos en claro enfrentamiento con las clases dominantes de siempre; otros por grandes acuerdos nacionales, pero todos o casi todos, con características similares: Ser gobierno, o hacer parte de él, -siempre por la vía electoral- por tanto; tratar de ¡No ser oposición!. Desde el gobierno; mantener en función el “Estado Social de Derecho” Ampliando y consolidando las libertades y el respeto por los Derechos Humanos, respeto por la propiedad privada, siempre que esta cumpla la función social que le corresponde. En fin conceptos con los cuales todos hemos estado de acuerdo porque hacen parte de la vida de los pueblos. Nada del otro mundo, apenas lo necesario para mantener la dignidad muchas veces perdida o envolatada.
Los colombianos somos a veces caprichosos, cuando a nuestros hermanos Latinoamericanos les impusieron las dictaduras militares, nuestro régimen fue “civil”. Ahora que ellos viven regímenes democráticos incluyentes, nosotros todavía estamos en guerra y no pactamos la paz ni entre hermanos pero tampoco formamos un gran movimiento para lograrla. Fuimos con Jaime Bateman los primeros en jugárnosla por la paz. Firmamos y proclamamos la paz con Carlos Pizarro como el gran logro de la época pero ahora nos “rasgamos las vestiduras” porque nuestro Alcalde Mayor nos convoca a no equivocarnos cuando nos corresponde escoger entre el “purismo puro” y una amplia política de Alianzas Democráticas, que convoque a todo el pueblo a construir la paz.
Es la Patria la que está en peligro. Si la derecha que dirige Uribe, gana las elecciones presidenciales echa para atrás la firma de los acuerdos y nos esperan otros cincuenta años de lucha fratricida. Si es la derecha tradicional,-que dirige Santos- acompañada de un centro decente como son los liberales, ahora comprometidos con el Estado Social de Derecho y junto a ellos, nosotros, los Progresistas, ojala con algunos sectores de izquierda, será posible que se firme la terminación del conflicto, y si la guerrilla no lo firmara; la democracia de este país convocará al pueblo a pelear por el derecho que tenemos los colombianos de vivir en paz.
No se necesita ser santista para votar por él. Tampoco nos volveremos liberales o dejaremos de ser quienes somos si votamos por la reelección de Santos. Si se quiere, hay mayor coherencia con nuestros principios votando por Santos que no haciéndolo, porque hacerlo es sin duda votar por ese gran frente por la paz que hay que construir. Es necesario defender esa Alianza. Si Santos gana ganamos todos porque gana la paz. Si esa ganancia se consolida, es posible que le estemos abriendo la puerta a algo muy grande que es un frente amplio por la democracia y la paz. Ya es hora de dejar de ser principistas, la política se hace es en Alianzas y ellas no siempre son para andar detrás del culo de la oligarquía. Cuando se tienen criterios claros, es posible marchar con dignidad, si por eso se entiende; ganarnos el respeto, respetando a los aliados. Y si no que lo diga Bateman cuando nos convocó a cocinar El Gran Sancocho Nacional que no fue otra cosa que la convocatoria a la construcción del Gran Frente por la Paz y la Democracia.
Fuera de Cuba y Nicaragua, ambas naciones liberadas por la guerra, no hay nación Latinoamericana que haya logrado liberarse o estar en el proceso, que no haya tenido que hacer alianzas; la mayoría de ellas, con sectores de la vieja clase dirigente, responsable del atraso de nuestros pueblos. Si ganamos con Santos, habremos infringido una derrota a la ultraderecha colombiana que puede ser “el principio del fin” de esa rancia oligarquía. Siendo gobierno, entre todos podemos poner en práctica nuestros programas, que a su vez son anhelos y conquistas de nuestro pueblo.
Y hay que llamar las cosas por su nombre, con mucho respeto tenemos que decir que el voto en blanco esta vez no es lo más aconsejable. En la primera vuelta no cuenta en favor ni en contra del Frente por la paz -en formación- para la segunda vuelta ya el voto en blanco no será opción y hay que derrotar a los guerreristas a cualquier costo. La relación del narcotráfico con la guerrilla y con el militarismo hace mucho daño al país y la derecha tiene allí el mayor pretexto para reprimir.
Tampoco es verdad que la política se pueda hacer para nosotros solamente, la política debe ser de todos conocida, por eso, esto no es solo para Progresistas. Debe ser para todos aquellos que se interesen por el futuro nuestro, y el de nuestros hijos. Ojalá que el próximo domingo no nos quedemos en casa descansando y menos permitir que se nos alborote el principismo para no votar, o hacerlo en blanco porque queremos que su voto cuente del lado de los que queremos la paz y si el voto es en blanco no cuenta.