!! COLOMBIA nuestra, COLOMBIA querida, desde ti sentimos y vivimos el sueño de la gran nación LATINOAMERICANA !!
Esta hora difícil y dolorosa, pero también fecunda de tu historia, nos convoca y congrega a construir en lucha tu futuro. Tu anhelo de vida, independencia, justicia y democracia reclama y compromete nuestro destino y existencia. Hoy, desde nuestra capacidad y posibilidad de aporte, participación y protagonismo ciudadano y técnico-profesional te decimos: ! Presente, combatiendo como pueblo y con nuestro pueblo hasta triunfar !!
HOMBRES Y MUJERES PROFESIONALES DE COLOMBIA:
Diariamente se hace más palpable la descomposición de las estructuras sociales y morales del país y la amenaza que se cierne sobre nuestro pueblo.
Estamos ante una sociedad que se derrumba víctima de las secuelas de la violencia y pobreza dejadas por quienes -durante más de 150 años- han usufructuado el poder y los recursos de la nación. Ellos no son otros que quienes hoy se empeñan en conservar sus privilegios económicos y sociales, aun sacrificando instituciones que manifiestan apoyar; que pretenden impedir la renovación de las costumbre políticas y detener el protagonismo democrático y popular a sangre y fuego.
Los mecanismos tradicionales de dominación: bipartidismo, medios de comunicación, “cultura” de masas, pierden eficacia en el cumplimiento de su objetivo. El pueblo no está dispuesto a seguir soportando que se le niegue su participación directa en el manejo del país, así que se rebela, se organiza, lucha y confronta. Entonces, la guerra sucia que tan espantosos resultados tuvo en Argentina -y otros países de América- se instala definitivamente entre nosotros como medio de acción "política" preferencial de esos sectores minoritarios que buscan perpetuar su poder.
En consecuencia, lo que está en juego es el país y su capacidad de sobrevivir. No podemos permanecer pasivos, desorientados, creyendo que así no nos tocará la guerra sucia. Esto, desafortunadamente, nunca ha ocurrido. Debemos reunirnos, discutir, acordar, actuar, enfrentar la guerra sucia y derrotarla. No como fruto de la casualidad o coincidencia sino del esfuerzo mancomunado, la voluntad, el coraje y la decisión de vencer la muerte, el hambre, el desempleo, la desesperanza; y de conseguir la paz con justicia social como expresión auténtica de democracia.
Ese objetivo compromete a toda la nación. La cruzada por la vida y el bienestar de los colombianos tiene que ser labor de todos. Y nosotros los profesionales técnicos, políticos, apolíticos, empleados, desempleados, tenemos mucho que decirle y que aportarle al país en este propósito colectivo.
El pueblo está consolidando espacios de acción algunas veces en procesos parciales y aislados, otras, coordinados pero con resultados inferiores a las necesidades del momento. Nuestro espacio y función real como profesionales colombianos está junto a los demás sectores del pueblo, para que, en una convergencia de voluntades, esfuerzos, recursos y experiencias construyamos la patria de nuestros sueños.
Por un lado, los profesionales no podemos quedarnos con los brazos cruzados frente al baño de sangre a que están sometiendo al país los sectores más reaccionarios de las clases dominantes. El derecho a la vida, el respeto a las posiciones contrarias, la democracia política, son banderas de actualidad. Sólo la organización, movilización y construcción de mecanismos de lucha general podrá detener a los instigadores, financiadores y organizadores de la guerra sucia. En esos propósitos estamos interesados todos los colombianos que creemos que la situación económica, política y social del país puede y debe cambiar. En ello estaremos presentes los profesionales.
Por el otro, poseemos le capacidad analítica, técnica, teórica y muchas veces política, para enriquecer y definir las propuestas que están a consideración de la opinión pública y apuntan a darle una salida política al conflicto que vivimos. Sin una alternativa clara y adaptada a nuestra realidad los procesos políticos serán más difíciles. Aportar los conocimientos y las voluntades en la búsqueda de estos nuevos caminos es otra forma necesaria, valiosa, de participar en la vida nacional.
Los métodos los vamos definiendo al calor da la participación, con la absoluta certeza que la solución a la profunda crisis en que se debate el país saldrá de la convergencia de todos los sectores de la población, lo cual garantiza una salida de paz y democracia.
Esta Carta pretende establecer comunicación, intercambio, espacios de integración con la comunidad técnico-profesional y participación de esta en el proceso de convergencia.
Es importante que cada hombre y mujer integre equipos de trabajo y que éstos a su vez sean un dinamizador de otros grupos con el fin de contribuir a la construcción de la nueva nación para todos.
La tarea es participar en todas las actividades, vencer la guerra sucia y las otras guerras contra el país y el pueblo, fortalecer así la convergencia nacional con unidad y acción.
De modo que...DICIENDO Y HACIENDO!!
PROFESIONALES POR LA CONVERGENCIA NACIONAL.
octubre de 1987
P.D.: Esta publicación no tiene derechos reservados de autor, por tanto, cópiese reprodúzcase y difúndase.
* Autor: Profesionales por la Convergencia Nacional, octubre de 1987
Titulo: Lic. Ministerio Mayorías Nº1, Diciendo y Haciendo