Por JOSE YAMEL RIAÑO
09 de agosto de 2012
Parece que los temores de algunos electores, a quienes invitamos a votar en blanco en las elecciones atípicas el pasado 1º de julio, pueden volverse valederos a no ser que le demos cumplimiento a las razones que expusimos en su momento en donde básicamente, diferenciábamos al voto en blanco de la abstención, porque esta se queda solo como expresión de inconformismo.
Dijimos entonces que el voto en blanco, mas que expresión de inconformismo marginal, sería el enunciado que nos comprometía proactivamente a todos a buscar alternativas que satisficieran las necesidades políticas de la comunidad vallecaucana empezando por escoger entre todos nosotros un nombre de candidato único para el cargo de gobernador del Valle,–esto en el caso de que ganara en voto en blanco- pero como no ganó, el gobierno no tuvo que convocar a nuevas elecciones y en consecuencia; como grupo significativo de ciudadanos, que lideramos la convocatoria a votar en blanco; hoy estamos avocados a dar respuesta coherente al compromiso adquirido, comenzando por informar y exponer las razones que justifiquen las nuevas acciones ante las nuevas realidades.
Nos corresponde invitar a los 133.000 ciudadanos, -incluidos los 80.000 de Cali- que en el departamento acogieron el llamado que hicimos para votar en blanco a conformar una instancia interactiva entre la ciudadanía, y de esta con el Estado, y adecuarla para avanzar en las nuevas conquistas. La verdad es que no tenemos formas garantizadas de comunicación para interactuar con la mayoría de ellos. Hemos optado por el uso de la tecnología para comunicarnos, pero es necesario perfeccionarnos comenzando por la construcción de una buena base de datos, para lo cual, usted amigo lector, debe dar el primer paso si nos escribe, opina y nos deja el correo tuyo y los de otras personas que en su criterio debemos integrar a esa base de datos.
Para entrar en materia, hemos dado a conocer las razones que nos asisten para afirmar que el gobierno que preside el Dr. Ubeimar Delgado en el departamento puede ser legal, -y así lo hemos asumido- pero que es ilegítimo porque fue elegido con solo el 8% del electorado departamental. Eso quiere decir que no le funciono la manguala que orquesto con la clase política, así como tampoco le funciono la trampa a la otra candidatura y por tanto, nos corresponde asumir roles que no son necesariamente de oposición, -eso lo definiremos colectivamente- pero si de control político que ejerceremos desde veedurías ciudadanas y demás formas que implementaremos.
Ahora, estamos claros que si al gobierno del Dr. Ubeimar le va bien; a los vallecaucanos también nos va bien, de eso se trata y por eso queremos que le vaya bien. Pero resulta evidente que un departamento que viene de ser gobernado por individuos con apoyos como el del ex senador Martínez solo puede entregar la entidad territorial quebrada, y peor, si quienes la reciben es otra manguala excluyente. Francamente pocas esperanzas nos quedan.
Del nuevo gobernador lo que se conoce es su apego a la política y la gobernabilidad tradicional responsable de la inequidad, el desgreño administrativo y el robo sistemático del erario. Son muy pocas las buenas acciones conocidas de los dos últimos gobiernos del Valle del Cauca, mas de ninguna manera podemos concluir que si se aplicaran medidas de buen gobierno no se pueda tener éxito. Somos conscientes que no “podemos pedirle peras al Olmo”, Porque con esa manguala se hace imposible la implementación de la ética pública y de buen gobierno, que sea no excluyente, dialogante y democrática.
Ojo señor gobernador; de lo que se trata no es de hacer asistencialismo politiquero y barato como el que conocemos en la política tradicional, se trata es de hacer cambios profundos, amplios y sostenibles, no solo en la forma sino en los contenidos. Este es un departamento que ha experimentado los mejores desarrollos sociales, al punto que llegamos a figurar entre los territorios de mejor calidad de vida. ¡Si se puede! señor gobernador y a pesar de todo, todavía estamos a tiempo y lo invitamos a que aproveche la oportunidad que le brinda su condición de elegido y convoque a la sociedad vallecaucana en su conjunto a un gran pacto por el Valle del Cauca, ahora que en la América Latina están de moda los pactos, y ahora que en Colombia se habla de paz.
Aunque usted no lo crea, a pesar de la crisis de credibilidad de las gentes con las instituciones y todo lo que las representa, acciones como las movilizaciones de la opinión pública contra el gobierno y el Congreso de la República por hechos como las maniobras en el proceso de aprobación de la reforma a la justicia, son inequívocos signos de madurez en la conciencia popular que estaría dispuesta a apoyar un gobierno que pensara mas en los intereses de los gobernados que en el de los gobernantes, como también esta dispuesta a luchar por su dignidad, como lo demostró en las elecciones atípicas para la elección de gobernador votando en Blanco para expresar su rechazo a las maniobras politiqueras.
No quiero cerrar este escrito sin expresar mi voz de aplauso al nuevo mandatario por el acto administrativo por medio del cual le hace entrega del Hospital Departamental a la Universidad del Valle (HUV) al igual que las acciones emprendidas contra la minería ilegal que tanto daño hace al medio ambiente.