Por José Yamel Riaño
24 de Enero de 2012
Esa famosa frase que se le atribuye a un expresidentes liberal en un momento crucial de nuestra historia, parece ser la misma que se hacen muchos ciudadanos que fueron adherentes del POLO, algunos alineados en el Centro Izquierda, (C.I.) los casi desaparecidos Podemos Cali (P.C.) y muchos simpatizantes de los denominados Progresistas.
Los hechos que se vienen presentando en el diario acontecer de la política colombiana y especialmente en Cali y el Valle del Cauca, hacen que la misma frase tenga hoy “tanto de ancho como de largo”. En el plano nacional, parece que a la burguesía le incomoda un “Vice” que diga cosas a favor de los sectores menos favorecidos como sucede con Angelino. Para ellos es preferible tenerlo lejos, así sea en la secretaría general de la OIT.
En lo regional, tampoco le bastó a la “clase dirigente” el respaldo dado por el C.I al Dr. Francisco Laurido para que gobernara el departamento año y cuatro meses. Como ese poder no mostró ideas ni propósitos de cambio, los vallecaucanos tampoco lo acompañaron con su voto para la elección de gobernador y por supuesto, les ganó Useche que se les coló por en medio de las disputas de azules y caciques liberal-conservadores, que divididos le sirvieron en bandeja la gobernación al grupo Abadía.
No así en Santiago de Cali. Aquí se invitó a votar por el médico Rodrigo Guerrero a sabiendas que es hijo legítimo de esa burguesía criolla pero quién propuso un gobierno incluyente y de quién la ciudad guarda un grato recuerdo como Alcalde que fue. De esta forma los sectores democráticos respondieron positivamente al llamado de convivencia que venía desde el ejecutivo nacional. Esa candidatura, única posible al interior de esa desgastada “clase dirigente” efectivamente ganó y generó entre los caleños cansados de tanta frustración; anhelos de buen gobierno para la ciudad y sus habitantes.
Pero la gente hoy todavía no descifra que pasó con los sectores democráticos que teniendo gobierno propio, ¿tanto en Cali como en el departamento? Con relativa buena imagen aunque también con escasez de liderazgos para el recambio, no salieron con candidatos propios, ni acompañaron a los que salieron que pudieran dar la pelea y mínimo garantizar buenos niveles de organización política. Como eso no se hizo, y no vale la pena “llorar sobre la leche derramada”. Lo que si podemos es intentar hacer una lectura de la situación política hoy, para que nos muestre al conjunto de las fuerzas democráticas; Qué nos espera, y Qué hacer, en la actual coyuntura política.
Miremos por ejemplo el controvertido gobierno de Useche; de este se dice que quienes realmente mandan son los señores Abadía, -otros dicen que es el ex senador Martínez- hoy gobierna solo con su propia gente y la del C.I. que lo apoya, se mantiene, aunque cada día arrecian los ataques sobre todo de parte del mas preclaro vocero de la llamada clase dirigente; el Diario el País de Cali, periódico ligado históricamente a la clase política regional, y por tanto responsable en parte de la crisis actual. Aún así, el Vicepresidente ha renovado su apoyo institucional al gobierno departamental.
Por los lados de la Alcaldía, las expectativas de buen gobierno se mantienen. Habrá que darle tiempo al Dr. Guerrero, que ha nombrado en la cúpula de su gabinete gente con perfiles altos, en su gran mayoría caracterizados representantes de su misma clase social, hechos que han abierto interrogantes como aquel; que si se reducen los espacios a personas bien evaluadas, solo por pertenecer a otros estratos sociales; ¿será que también los beneficiarios de las esperadas buenas acciones del gobierno serán dirigidos prioritariamente a los sectores altos de los habitantes de Cali? Esperamos que no sea así y que el Alcalde recuerde que él es un gobernante incluyente, de todos los caleños, y que las prioridades en un Estado Social de Derecho como el nuestro, pasan primero por los sectores sociales más vulnerables.
Lastimosamente a los demócratas nos queda la incertidumbre del mañana porque no depende de nosotros mismos. Todo porque se nos olvida, cuando somos gobierno; que el poder es también para poder garantizar continuidad.