GOBIERNO ILEGITIMO
Por José Yamel Riaño
10 de julio de 2012
Los 132.906 de VOTOS EN BLANCO que la ciudadanía vallecaucana depositó el 1º de Julio pasado en la elección atípica para elegir gobernador del departamento, sumados a los mas de dos y medio millones de abstencionistas, por sí mismo, representan una altísima cifra de descontento ciudadano. Pero además representa un compromiso y un reto histórico para el grupo significativo de ciudadanos que lidero la campaña por el VOTO EN BLANCO, como expresión válida de descalificación y protesta contra una clase política corrupta y contra las mafias incrustadas en el aparato del Estado.
Decimos que un compromiso porque desde un principio los progresistas, junto a polistas, liberales y verdes, así como miembros de otras organizaciones políticas y sociales –algunas en franca rebelión contra sus directivas- que conformaron el comité promotor del voto en blanco, se comprometieron claramente, a orientar el futuro inmediato de las fuerzas, que sabían iba a desatar el proceso. Un reto por la cantidad de ciudadanos a la espera de orientación para participar y porque un movimiento sin recursos económicos ni estructuras organizativas que viabilicen la acción política de masas, presenta como mínimo deficiencias estructurales, que afortunadamente son remediables si se asume, -el reto- con toda la voluntad política que el caso demanda.
Por ahora, es claro que tenemos un gobierno departamental ilegítimo, aunque legal. El gobernador Ubeimar Delgado Blandon tiene que tomar decisiones de fondo en temas económicos, políticos, ambientales y sociales que afectará, para bien o para mal y de forma directa a los ciudadanos habitantes del territorio por lo que a esos grupos y personas no solo les cabe el derecho de participación sino la obligación ciudadana de hacerlo.
Para el caso del grupo significativo de ciudadanos, que lidero la campaña por el VOTO EN BLANCO, este está obligado a encabezar formas de participación ciudadana, especialmente de control político, en lo posible con veedurías ciudadanas y en campañas de promoción de propuestas alternativas, en temas puntuales, así como de prevención de acciones de gobernabilidad que nos garanticen viabilidad y conveniencia para el Valle del Cauca.
Para comenzar, es bueno dar una mirada rápida de la nueva correlación de fuerzas en el mapa político porque nos ayuda a la planeación y aplicación de las estrategias que hagan viable la acción ciudadana: Ya hemos visto que el nuevo gobierno puede que sea legal, -ilegal podría ser el de Francined- pero es ilegítimo porque de los votos posibles, (3.129.172) tan solo un poco mas de 607.000 sufragaron, y de este total solo 263.164 lo hicieron por el candidato ganador. El resto por los otros dos candidatos mas el voto en blanco, lo que deslegitima al gobierno del Dr. Ubeimar Delgado que solo puede mostrar un apoyo de menos del 10 por ciento del electorado en el departamento.
Si damos una mirada a las fuerzas que acompañaron al ilegítimo gobierno del departamento; allí encontramos a los que hacen parte de la mal llamada Mesa de Unidad Nacional, que recoge en el departamento a las distintas fracciones del partido Conservador, -al que pertenece Ubeimar- junto al partido Liberal, -línea oficial- al partido de la “U” fracción que dirige Roy Barreras y la otra fracción que dirige la senadora Dilian Francisco Toro, con ellos, los seguidores de Cambio Radical que como vimos: la suma de todos ellos solo alcanza, a un poco mas del ocho por ciento del potencial electoral del departamento.
Con esa precariedad de apoyos le será muy difícil gobernar al Dr. Ubeimar y su manguala, mientras que a los promotores del VOTO EN BLANCO tienen servida la mesa para construir un movimiento que responda a la urgente necesidad de gobernar, desde la sombra, ejercicio que los preparara para la gobernanza a nivel regional y local.
Pienso que no se trata de hacer oposición por la oposición. Creemos en el Estado Social de Derecho que nos señala la Constitución del 91 y por eso nos hace bien augurarle buen viento y buena mar al nuevo gobierno, aunque no sobra recordarle que nuestra vocación de servicio nos conduce a transformarnos en fuerza alternativa encargada de llevar a buen puerto al pueblo vallecaucano.