29 agosto 2013
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Hoy 28 de agosto es un día de vientos y de abrazos, siempre hay buenas fechas para hacer de nuestra historia un motivo de memoria para mantener viva el alma.
No hace muchos tiempos, cuando era posible la ternura y la esperanza a flor de piel, en una casa de las lomas de las calientes calles de la Cali pachanguera, un grito de insurgencia contra la tristeza se impuso por encima del dolor que camina a veces de la mano con la ausencia, un abrazo inmenso broto en una cascada de ‘cristales’… y como tropel de amores en la vida, se regó por los valles de ese Valle y por la lomas de ese Cauca y por los ríos de ese país de luchas y de pueblos de este pueblo, en ese grito y esa casa se encontraron, como siempre en esos pasos, el camino de la dignidad y el combate de los tiempos.
Fue de madrugada cuando ese grito se coló hondo y profundo en nuestros huesos, fue un grito de amor a manera de clamor para seguir desandando por los sueños y los retos de futuro.
El grito hoy se llama Iván Marino, el grito hoy llama a la memoria, es un grito de ejemplo y herencia con la que hombres y mujeres como él, desataron entusiasmos, pasiones y compromisarios de las búsquedas infatigables al escudriñar una tregua para siempre que sirviera de hogar para la paz de Colombia.
Hoy hace apenas unas tres décadas de amores y jornadas, apenas unos lustros con sus disputas y querellas, hoy hace 28 largos y tristes años de esa ausencia incompleta cuando nuestro querido ‘Ivanmarino’ se impuso al frente de la vida luchando contra la fatal retirada transitoria en una ausencia que a ratos se vuelve grande como las distancias impuestas.
Hoy 28 de agosto y siempre deben ser días de homenajes a ese ‘comandante querido’ que caminó sus tiempos de la mano con sus sueños enseñando la certeza y la perseverancia como yunta indisoluble de luchas y de afectos, fecundando esperanzas que con los vientos del camino se van multiplicando para ser la fuerza y voluntad de vencer las dificultades, seguramente la mejor herencia que recibe esta generación americana aun en armazón.
Y por allí en esos valles y caminos y filos y calles y amores, siempre encontraran su lealtad, su fuerza, su certeza y su impronta de insurgente rebuscador de madrugadas.
Hoy hace 28 agostos que los vientos tienen una ausencia irreparable.
Hipólito
Published by Oiga Hermano, hermana