Haciendo memoria y rindiendo homenaje a las mujeres y a los hombres que siguen siendo ejemplo para la historia
Hace 29 años, el 28 de febrero de 1985, en las horas de la tarde, mientras jugaba un partido de fútbol con muchachos del vecindario en la cancha de la escuela, ésta fue rodeada por militares, quienes luego dispararon y asesinaron a 5 jóvenes, entre ellos a Guillermo. Los victimarios intentaron colocar a sus víctimas uniformes militares, pero la madre de una de ellas lo impidió”.
"Soy un militante cristiano que milita en el M-19. Así que soy hombre de Dios, de los mandamientos, de los sacramentos, pero más bien el hombre de la fe. De esa fe que es hacer, que es luchar... Soy el cristiano de la esperanza que nos da seguridad de que ese mundo de justicia, de fraternidad, de igualdad que estamos buscando, lo conseguiremos. Soy el cristiano del amor, principal mandamiento... Soy el cristiano de la entrega, de la fraternidad, del compartir... De manera, señores militares... que es una confrontación entre un cristianismo de nombre, de formas, de imágenes, del cual hablan los altos mandos mientras están ordenando las torturas del pueblo colombiano y un cristianismo hecho vida en cada momento, en cada actitud, en cada hecho... Yo soy el cristiano cuyo jefe, Jesucristo, fue pueblo, el hijo de un carpintero, el Jesucristo obrero, el Jesucristo luchador", dice Guillermo en parte de su extensa defensa en que tampoco falta el recuerdo de los mártires: monseñor Romero, Angelelli, Valencia Cano... y tantos otros que viven en el corazón del pueblo. Como Guillermo, cuya opción evangélica lo lleva a dar su vida”.
Guillermo nació en Toche (Tolima) el 28 de enero de 1954. En Cali lo conocimos junto a su pueblo, con él compartimos militancia, compromiso social, detención, torturas y cárcel.
Guillermo participaba con los grupos Cristianos de Base, fue militante de Cristianos por el Socialismo, trabajó en los barrios populares de Cali y con algún sector del movimiento sindical realizando tareas educativas y de organización, luchaba por la construcción de una sociedad democrática y fraternal.
“Un 10 de mayo de 1979 Guillermo fue detenido, salía de una asamblea sindical, fue llevado al Batallón Pichincha, en la “Remontá”[1] fue torturado física y sicológicamente junto con los demás compañeros detenidos quedando en muy mal estado de salud.
Estuvo en prisión durante 4 años en la cárcel de La Picota, en Bogotá “En el transcurso de la “Tregua” o “Proceso de Paz” acordado por el Presidente Betancur, y mientras Guillermo trabajaba como maestro en el caserío de Rionegro (municipio de Corinto, Cauca), fue asesinado con otros jóvenes del lugar, por un comando del Ejército Nacional”.
Guillermo o “Daniel”, sigue con nosotros, en nuestros corazones, es otro de nuestros hermanos ausentes que hace presencia en el compromiso de hombres y mujeres que siguen trabajando por un mundo mejor, en Paz, con Bienestar y Justicia.
Quisieron matarnos la Esperanza
Guillermo Céspedes
Quisieron matarnos la esperanza
robarnos la necesidad de luchar
y junto a los indefensos cuerpos
torturar y eliminar nuestros cimientos de libertad.
Los brazos inmóviles;
ciegos por las vendas:
insomnes.
Los pies aprisionados
la cabeza sumergida
bebimos el agua del pantano
sentimos el bloqueo del ahogado.
(A cambio de sentido éramos presa de alucinaciones y delirios)
Los estómagos fueron saciados
a golpe de manos empuñadas
a golpe de botas militares
a relamidos de res.
(El olor, la boñiga que pisamos, el mugido de rumiantes,
nos decían que habitábamos un establo)
Sonidos metálicos
apretar de gatillos al oído
círculos de hierro, bocas de cañón
en la nuca, el cuello, el abdomen
el temor de los pasos, el terror de las voces
Afuera la lluvia y los truenos
testigos cómplices de la deshumanización.
Los lamentos, los ayes, los gritos,
el dolor de los huesos, los músculos, el alma,
el golpeteo en el pecho, espalda, coyunturas, nalgas y el cerebro.
Corto circuitos causados por la tempestad
choques aplicados en bocas y ojos
vaginas y testículos.
Voces ahogadas de mujeres y hombres
voces de sadismo de agentes especiales de profesión: tortura.
Colgadas y plantones
interrogatorios eternos
las amenazas, la eterna oscuridad.
Así no paran la lucha
crece;
el frente avanza, ya llega
en Nicaragua,
La roja bandera, la de los pobres de América Latina
ondeará en esta sacrificada tierra;
la bandera de justicia
la de los campos floridos
la del pan para todos.
Nuestro continente (ahora oprimido)
será la patria soñada
de Galán y Bolívar
de Camilo y el Che.
La tortura es una piedra
en el largo camino hacia la nueva Humanidad.