PALABRAS DE DESPEDIDA
Comandante Gustavo Arias:
"Verdad que la tarea que tenemos por delante es muy grande, Creo que no alcanza uno todavía a digerir todo eso. Pero también hay la seguridad de que en el rumbo que hemos dado a las nuevas estructuras de Dirección, al Estado Mayor y al Mando Central, seguiremos mejorando como organización y podremos volcarnos hacia nuestros compromisos con la responsabilidad que el momento histórico demanda. Es con esta seguridad que tenemos que seguir creciendo en medio de las dificultades al mejor estilo de nuestra estirpe bolivariana. Indudablemente ha sido dura la desaparición de los comandantes Álvaro Fayad e Iván Ospina, de Luís Otero, Andrés Almarales, Israel Santamaría y de tantos compañeros con quienes vimos nacer esta organización; hombres que dejan un gran vacío pero que también nos dejan llenos de sus mejores cualidades y siguen aportando en este proceso. Y cuando uno ve la solidaridad del pueblo que nos acompaña en las malas y en las buenas, en las peores condiciones y en las mejores, se reafirma la seguridad del triunfo. La generosidad de ese pueblo que nos señala caminos, nos ofrece salidas y soluciones; tiene que ahondar también nuestra capacidad de comprender nuestras fallas, nuestras debilidades y aportes: entre todos y para todos. Como tenemos que aprender de ese pueblo mágico el sentido pleno de la unidad. Unidad que debe ser hoy más vigorosa y sólida que nunca.
No es sólo la unidad de la organización, sino la unidad con las otras organizaciones y la unidad del pueblo y con el pueblo.
Al pueblo tenemos mucho que aprenderle y para ello tenemos que ser más generosos, menos arrogantes, y más sensibles a todo hecho que beneficie la causa popular, que es la nuestra. Y dentro de éste espíritu unitario ver lo que el pueblo asimila con más facilidad, que es la unidad latinoamericana. De verdad, tenemos que profundizar en eso: y pensar más en la nación bolivariana que en la nación colombiana; más en la unidad latinoamericana; más en la Coordinadora Nacional Guerrillera que en el M-19... Sólo así podremos dar los siguientes pasos en la consolidación de la unidad guerrillera colombiana y de la unidad guerrillera bolivariana. Es lo que decía el Comandante Pizarro: diluirnos, fundirnos, sembrarnos en el continente, en aras de ser más americanos, más bolivarianos; en aras de cosechar eso que todos soñamos y añoramos. Claro que tenemos que fortalecer nuestra organización, pero mirando más allá de la mera unidad entre los mandos y combatiente. Nuestra unidad interna tiene que partir hoy de una profunda identidad alrededor del compromiso que hemos asumido. Porque en este momento, como en toda la historia del M-19, el mirar más hacia afuera que hacia adentro es lo que nos permite trascendernos a nosotros mismos. Trabajar por la unidad con obsesión es lo que nos ha permitido nuestros más altos logros. Entonces, despidámonos con este compromiso: unidad entre nosotros, unidad con el pueblo y hacia la nación bolivariana. Verdad que hay que trabajarla con pasión".
Comandante Marcos Chalita:
"Cuando estaba Bateman, creímos en Bateman. Cuando Álvaro asume la comandancia, creímos en Álvaro. Y hoy creemos en Pizarro, en Boris, en Navarro... Pero también tenemos que hablar, compañeros, de esos millones de hombres que creen en nosotros como camino, como esperanza de futuro. Pienso que éste es el desafío y de verdad la tarea: hacer que muchos hombres en Colombia, América Latina y el mundo concreten ese ideal de todos los compañeros que luchan y han luchado por esta concepción bolivariana.
Nosotros aquí ya tenemos nuestras tareas definidas. Hemos analizado las experiencias y los saltos que hemos dado hacia el mundo; y sabemos que en ese mundo hay muchas virtudes que recoger… Entonces también tenemos que recoger, organizar, brindar mecanismos de participación a esos millones de personas que creen y esperan de nosotros. Uno se pone a analizar y ve que muchos hombres, muchos líderes, se han quedado por fuera de este proceso; que se han quedado porque las organizaciones revolucionarias no supieron conducir sus aspiraciones. Y somos nosotros los encargados de volver a ellos, recogerlos y darles su trinchera, su campo de trabajo. Es ahí donde vamos a encontrar, a reforzar, a los líderes y comandantes que va a requerir el proyecto bolivariano para cumplir todas las tareas que tenemos. Ha sido claro para nosotros que tenemos una simpatía muy grande, que tenemos el cariño, la decisión y la voluntad del pueblo de estar con nosotros. Pero nos hace falta. Y vamos a dar un salto muy grande en la medida en que podamos lograr el objetivo de la unidad real, estratégica, del movimiento guerrillero. Pienso que ahí hay muchos líderes, muchos hombres, muchos cuadros, que unidos en una concepción política, una concepción ideológica, una concepción militar, se pondrán al ritmo de lo que nuestro pueblo espera de todos nosotros y no sólo del M-19. Aquí no hemos hablado mucho del proceso político que están viviendo las FARC. Pienso que también tenemos ese desafío. Porque, aunque sea un período posterior, si logramos ir juntos, con ellos también, es fuerza que le quitamos al proyecto de la oligarquía. Aunque la oligarquía ya no tenga nada que ofrecerle al pueblo y a la nación, sigue siendo válido que a la democracia tenemos que ponerle más fuerza más propuesta, más unidad, más hombres y más decisión. Pienso que a Colombia entera, a los países bolivarianos y al mundo tenemos que entregarles, en hechos concretos, la unidad total del movimiento guerrillero y de todas las fuerzas que de verdad quieren una Colombia nueva, una Colombia para los colombianos y una Nación para la Nación".
Comandante Pedro Pacho:
"Hoy es 28 de abril, y hoy hace tres años murió Pablo. Y no cabía en nuestra cabeza hace tres años que pudiéramos ser lo que hoy somos. Creo que Pablo debe estar muerto de la risa viendo cómo los locos siguen: cómo el carrete cambia y se desarrolla. Si nos ponemos a mirar el desarrollo de estos tres años encontramos que el horizonte se nos ha abierto. Que realmente pasamos de ser esa pequeña y angustiante organización que subsistía por hechos de opinión, con la sonrisa y el soye, para convertirnos en una realidad política, militar, social, con proyección bolivariana; que hemos ligado y profundizado -todos los días más- nuestra participación con el pueblo; y que avanzamos no sólo como colectivo, sino que el proceso nos dio también la posibilidad de irnos encontrando como amigos. Y Álvaro, el amigo de Pablo y el amigo de todos nosotros, también debe estar celebrando con Pablo la profunda amistad que ha reinado en esta reunión. Esta siembra de hombres para el futuro, para los sueños y para esta realidad que se amplía cada día más, es el camino de los compañeros que se han quedado. Y se han quedado en la lucha, en el deber, en la voluntad nuestra, en todos son partes que rendimos, en el futuro... Y vamos a seguir entregándoles partes de victoria a nuestros Generales de la Victoria. A ellos y a nuestro pueblo que, con el Batallón América, ha desdibujado sus fronteras nacionales y comienza a tener un perfil continental.
Metámonos en la cabeza que somos hombres de futuro: para este continente y para el mundo; para un siglo XXI que se abre con la única posibilidad del cambio que le da América Latina. Porque no se lo pueden dar los totalitarismos ni los monopolios capitalistas. Y entonces le tocó a la pasión, a los sueños, al sentimiento, volcarse al futuro verdadero; hacer que los ordenamientos sociales que nunca han podido satisfacer al hombre como hombre, tengan que ser arrollados por la pasión y el sueño de nuestro continente. Nosotros somos eso. Y tenemos que asumirlo así. No como personas, sino como conductores, como voluntad colectiva, como transformadores… De aquí salimos con un ordenamiento que parece mínimo porque supuestamente es orgánico. Pero es un país, un continente, y un mundo el que espera de nosotros los nuevos partes de victoria. Y así haremos de las voluntades y enseñanzas de nuestros comandantes, sueños hechos realidad. Entonces realmente podremos descansar".
Carlos Pizarro Leongómez :
"De verdad ha sido afortunado tener la posibilidad de reunimos, conversar y llegar al punto en el que -independientemente de que queden cosas sueltas- el darle una columna vertebral al esfuerzo nuestro de los próximos meses, está logrado. Creo que tenemos un mensaje vivo que llevarle a la organización porque entre todos encontramos el hilo que le da continuidad al trabajo de tantos años. Y también podemos tener la convicción de entregarle al país una conducción nueva, confiada de que podemos jugar el protagonismo que nos exige la historia de nuestro pueblo y la historia de América Latina. El optimismo que aquí reina, la decisión de jugar cada uno su papel y la responsabilidad que cada compañero aquí ha adquirido, debe ser trasmitida y generalizada al conjunto de la organización. Tenemos la seguridad de que ya no nos derrota nadie, de que ya no nos aleja de la historia nadie; y que simplemente nos toca demostrar en este período que podemos ser tan contundentes como el país espera de nosotros, renovadores en las ideas, de puertas abiertas para convocar a todos los protagonismos que en Colombia y América Latina quieren ejercerse. Todo este período de los últimos años ha demostrado a una juventud dispuesta a asumir su tarea al interior de la revolución colombiana. Caras nuevas, hombres que ayer no tenían ninguna responsabilidad y que hoy asumen responsabilidades profundas. En un momento decisivo de nuestra historia. Y lo que nos llama al optimismo es que cada vez hay más cuadros y más hombres jóvenes asumiendo estas responsabilidades. Hoy podemos decir que tenemos generales de 25 años; compañeros que maduraron mucho antes de lo que maduramos nosotros, por supuesto, rodeados de un clima mayor de victoria, rodeados de un optimismo más grande, pero también rodeados de exigencias mayores. Simplemente hemos apostado a nuestro pueblo y hemos recibido de él lo mejor. Y tenemos que seguir en ese mismo sentido. El futuro del M-19 está en su capacidad de abrirse, en su capacidad de convocar, en su capacidad de ceder responsabilidades. Y tenemos que estar a la altura de ese reto. Requerimos en todos los campos de nuestra actividad que los cuadros que tenemos estén desarrollándose y preparándose para ceder responsabilidades a los hombres que han formado. Por eso hemos buscado que en cada área todos se sientan a gusto. Y esperamos que se conformen equipos de trabajo donde se desarrollen las mejores afinidades. Que no tengamos que sufrir, en el período que viene, dificultades que -al lado de las tareas que tenemos- nos desgasten y debiliten. Nuestras tensiones tienen que ser originadas única y exclusivamente por el enemigo. Que hacia adentro sintamos que estamos en el hogar, donde se descansa, donde se comparte, donde nos relajamos; y podamos ir hacia el enemigo con todas nuestras energías, sin desgastarlas en pendejadas. Nosotros hemos hablado de que nuestra revolución es bolivariana, que nuestra revolución es democrática, que nuestra revolución es antiautoritaria, que nuestra revolución va a defender las libertades en este país. Nuestra revolución se va a centrar en el hombre. Y depende de nuestra capacidad de conducir la sociedad hacia allá, que la revolución sea de esa forma, de esa estatura. Cuando ocurrió la masacre de los Francos decíamos que si el destino de la revolución era esa tragedia colectiva que ellos mostraban, preferíamos no ganar. Porque no queremos cualquier tipo de victoria. Porque queremos llegar limpios a la victoria. Y este es el mensaje que tenemos que llevar a todos nuestros hombres. Por eso, saber convivir hacia adentro es ejercer la democracia hacia adentro y prepararnos para poderla ejercer en forma total hacia afuera.
Queremos un diálogo fluido entre nosotros. No queremos que el diálogo termine aquí.
Tiene que haber una corriente alterna de comunicación entre todos nuestros hombres. Nadie puede producir algo y no recibir una respuesta de estímulo, de comprensión, de dirección por parte de su mando. Y nadie puede sentir que carece de mando. Y para quienes quieran crear en la organización, para quienes estén dispuestos a intentar audacias al interior de la organización, para quienes quieran soyarse en el trabajo político, en la propaganda, en lo militar, en lo técnico, todos los recursos, todo el respaldo y toda la confianza.
Esa es la convicción que tiene que salir de acá. No queremos hombres maniatados, no queremos la imaginación metida debajo de la mesa; la queremos volcada sobre el país y queremos sentir que la organización que vimos nacer, la organización que se la jugó a un Cantón, a la embajada, al Karina, a Aeropesca, a Florencia, al Palacio, sigue vigente. No solamente porque nos gusta la audacia, porque nos sentimos hermanados en la audacia, sino fundamentalmente porque no tenemos otro camino para ganar. Ese núcleo de hombres, ideales, armas que es hoy el M-19, sólo puede pensar en la victoria con las mayores audacias; y pensar en la victoria a corto plazo; y pensar en el privilegio que nos representa el poder participar como protagonistas en la conducción de una sociedad para reconstruirla; para cambiar el papel que tenemos hoy de hombres lanzados a la destrucción de un viejo régimen y emprender un trabajo que es mucho más gratificante y feliz: el de construir una patria en paz, una patria con justicia, con democracia y con libertad. Y llegará el día en que podamos sentarnos, con la victoria entre manos, a recordar a nuestros hombres, a recordar a los amigos, a los comandantes que perdimos, a los héroes que hemos ido sembrando a lo largo del país. Creo que hasta ese día no sentiremos que hemos cumplido con ellos, ni sentiremos que llegó el momento del descanso para nosotros. Las despedidas son siempre difíciles. Que pese a la distancia, sintamos que estamos cerca, que estamos hermanados y compartiendo entre todos este quehacer de una revolución del tamaño de nuestros sueños. Elaboremos y reelaboremos aún mejor lo que salió de aquí y convoquemos a todo el mundo, en la organización, al espíritu que aquí hemos vivido. Siento orgullo de la organización que hemos construido. Y también agradecimiento por la confianza y la solidaridad que todos ustedes han expresado ante la Comandancia. Y deseémonos suerte, para que la mayoría de nosotros lleguemos a la victoria lo más rápido posible... "
Cauca, abril 28 de 1986
TRES RECTIFICACIONES NECESARIAS HACIA LADEMOCRACIA PLENA
Carlos Pizarro Leóngomez
Introducción
En abril de 1980 Jaime Bateman invitaba al Gobierno del Presidente Turbay, al Estado y al país, a la realización de un Diálogo Nacional que le permitiera a los colombianos otros caminos diferentes a la guerra para resolver los conflictos de la nación. En abril de 1989, nueve años más tarde, como la hora de las grandes rectificaciones, calificaba Carlos Pizarro la coyuntura colombiana, la veía como una “oportunidad implacable y hermosa” para iniciar en las postrimerías de este siglo una era de paz y de grandeza. Pero tales apreciaciones no se quedaban en el simple terreno de los enunciados, sino que las concretó en propuestas, como las contenidas en el mensaje a la Mesa de Trabajo para la Reconciliación Nacional. Desde Santo Domingo, Cauca, en abril de 1989, como un nuevo y trascendental paso en el proceso político hacia la Democracia en que estaba empeñado el Movimiento M-19, propuso el documento:
“TRES RECTIFICACIONESPARA UNA DEMOCRACIA PLENA”
1.- La Nueva Constitución que exprese en sus contenidos, sus formas y sus procedimientos, un auténtico TRATADO DE PAZ.
2.- El diseño de un Plan de Desarrollo Económico y Social concertado a nivel regional y nacional que se erija en la Carta de Navegación que guíe nuestro avance con optimismo y perseverancia hacia la prosperidad con justicia.
3.- La formulación nacional de una filosofía de convivencia, unidad nacional y soberanía, que oriente la definición de una política única para las armas de la República, que induzca un manejo democrático del orden público y restablezca el imperio de la justicia.
Hechos que aborden enérgicamente los requerimientos insoslayables de la actual pobreza y las expectativas de progreso de todos los sectores de la nación. Como:
* Hechos de convivencia, justicia y orden público.
* Hechos inmediatos en materia económica y social que hagan parte de un plan de emergencia para la reconstrucción del país.
* Hechos inmediatos de orden constitucional y en materia electoral.
Texto de la intervención del comandante del M-19 Carlos Pizarro Leóngomez durante la instalación de la Mesa de Trabajo para la reconciliación nacional en la Casa de Nariño.
Y debido a que, en toda la galaxia no habían hallado nada más precioso que la mente, animaron su alumbramiento por todas partes, se convirtieron en granjeros, en los campos de estrellas, sembraron, algunas veces cosecharon.
EPÍLOGO ODISEA 2010
Compatriotas:
Con estas palabras de Arthur Clarke intentamos ubicar la exacta perspectiva de una oportunidad implacable y hermosa para Colombia: el inicio de una era de paz y grandeza.
No nos referimos al fugaz cuatrienio de un Gobierno sino a la construcción de un tiempo histórico que por la dimensión de las búsquedas y por sus objetivos posee la capacidad de seducir la voluntad de la nación. Estamos intentando abrir una pausa en nuestra historia de barbarie para que viva y vibre la inteligencia. En nuestras manos está transitar por un final de siglo violento o construir las bases de la nación que asombre al Universo, sueño de Bolívar.
Las puertas están abiertas para participar, en la definición de este dilema. Que el Dios de nuestros padres ilumine la gestión que se inicia y el pueblo sea solidario, activo y eficiente en la inquietante tarea de labrar su propio destino.
Nuestra mirada debe abarcar el horizonte de la próxima década, que definirá sin duda el lugar de Colombia en el Universo durante el siglo XXI.
Nosotros, los hijos de este siglo de grandes cambios a velocidad de vértigo, sabemos que el tiempo perdido en el presente es la condena definitiva a un mañana de subordinación, dependencia y subdesarrollo.
Llegó la hora de las grandes rectificaciones que nos conduzcan a afrontar con seriedad, realismo y profundidad la crisis colombiana. Partimos hacia la próxima década desde la crisis de todo y de todos. Esparcidas por nuestra geografía están las evidencias de los fracasos de las fuerzas aquí reunidas. Nadie puede dejarse confundir ante indicadores engañosamente positivos que ocasionalmente deambulan por la superficie económica y política del país. Nuestra enfermedad no se disuelve en breves y esporádicos estados de euforia de la patria toda, o de parte de ella.
Las rectificaciones deben partir de todos, haciendo nuestra la crisis e, igualmente, nuestras las soluciones.
Rectificar el curso del país y proyectar su desarrollo integral, implica entregar al pueblo la absoluta soberanía sobre su presente y su porvenir. Como reza la Declaración de los Derechos del Hombre: “La soberanía reside en el pueblo. Es una e indivisible, imprescriptible y no enajenable”. Más adelante continúa: “Porque el pueblo tiene derecho de reformar, revisar y alterar su Constitución. Una generación no puede someter a sus leyes a generaciones que le sucedan”. El pueblo es quien debe dilucidar en un gran debate nacional las tres grandes rectificaciones y los perfiles de los tres grandes temas de su historia actual:
1.- La Nueva Constitución que exprese en sus contenidos, sus formas y sus procedimientos, un auténtico TRATADO DE PAZ.
2.- El diseño de un Plan de Desarrollo Económico y Social concertado a nivel regional y nacional que se erija en la Carta de Navegación que guíe nuestro avance con optimismo y perseverancia hacia la prosperidad con justicia.
3.- La formulación nacional de una filosofía de convivencia, unidad nacional y soberanía, que oriente la definición de una política única para las armas de la República, que induzca un manejo democrático del orden público y restablezca el imperio de la justicia. Sólo en un marco de garantías reales a los Derechos Ciudadanos superaremos el ciclo recurrente de la violencia política y social que es nuestro pasado y amenaza ser nuestro futuro. Este debate nacional no puede ser caótico ni excluyente y menos aún in-terminable. Las Mesas de Trabajo que hoy instalarnos deben idear con imaginación y sentido pragmático los procedimientos que nos permitan encauzar el debate y conducirlo a un marco de consenso satisfactorio, de tal forma que su aprobación sea el mandato del pueblo para los próximos Gobiernos y para los ciudadanos durante la próxima década. La conclusión de este debate es un pacto social que debe ser legitimado plenamente en Plebiscito a realizarse en marzo de 1990. Este proceso por sí mismo anima la Democracia colombiana haciéndose más sabia, serena y participativa. Pero las urgencias de la nación exigen hechos inmediatos que amplíen el clima nacional de distensión y preserven la vida, entreguen garantías a la participación y conjuren los vicios del sistema electoral; hechos que aborden enérgicamente los requerimientos insoslayables de la actual pobreza y las expectativas de progreso de todos los sectores de la nación.
Los hechos inmediatos que la patria requiere, son:
Hechos de Convivencia, Justicia y Orden Público
En esta Dirección proponemos:
1.- Establecimiento de un Tribunal Especial responsable de investigar y juzgar delitos políticos, genocidio y crímenes contra los derechos de opinión, organización, y contra el libre ejercicio de la justicia.
El Tribunal estaría integrado por miembros de:
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia
La Procuraduría General de la Nación
La Dirección General de Instrucción Criminal, y
El Tribunal Superior Militar
Este organismo de justicia contará con la seguridad necesaria, los recursos suficientes y con su propio cuerpo de policía judicial.
2.- Reglamentación de autodefensas y disolución de grupos paramilitares, para lo cual se necesita:
Identificar públicamente los organismos de autodefensa que operan con autorización de las Fuerzas Armadas.
Autorizar la organización de autodefensas que protejan la vida, honra y bienes de los ciudadanos integrantes de Juntas Cívicas, de agrupaciones sindicales y políticas que han sido objeto de amenazas y atentados.
Disolver, con los instrumentos que prevé la ley, los grupos paramilitares que operan como agentes de terror y de justicia privada.
3.- Estudio de fórmulas para el establecimiento de diálogo directo con los grupos armados de derecha que tengan voceros reconocidos y con capacidad de comprometer a la fuerza que dicen representar; siempre y cuando demuestren que persiguen objetivos políticos y prueben con gestos y hechos su voluntad de paz.
4.- Creación de una comisión No Gubernamental, de alto nivel, para explorar soluciones políticas, jurídicas y económicas al agudo problema del narcotráfico y establecer una agenda de diálogo directo de esta comisión con los Jefes de los carteles.
5 - Derogación del Estatuto Antiterrorista.
6.- Aplicación inmediata, por todas las partes, del Derecho Internacional Humanitario, contenido en los Convenios de Ginebra de 1949; ratificación en el Congreso de los Protocolos de 1977. Conformación de una VEEDURÍA integrada por la Procuraduría General de la Nación y el Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos, que vele por la aplicación de este acuerdo.
Hechos inmediatos en materia económica y social que hagan parte de un Plan de Emergencia para la reconstrucción del país
1.- Ampliación del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), incluyendo representantes de los gremios de la producción, de los sindicatos, agremiaciones campesinas e indígenas, la universidad, asociaciones de profesionales, cívicas y representantes del Parlamento, con el fin de contribuir al Plan de Emergencia para la Reconstrucción del País y de iniciar la concertación de un Plan Decenal de desarrollo económico y social.
Modificación, en los mismos términos, de los Consejos Regionales de Política Económica y Social.
2.- Implementación de un programa extraordinario de Producción y distribución de alimentos, tendente a incrementar su oferta y abaratar el costo de vida. Este programa debe incluir la ampliación de líneas de crédito barato; condonación y reestructuración de deudas, disminución de costos de insumos y maquinarias; subprogramas de infraestructura, riegos y adecuación de tierras; seguro de cosecha, fomento a la construcción de centros de acopio y conservación de alimentos. Creación de cinturones verdes de producción de alimentos en zonas suburbanas.
3.- Implementación de un plan de Vivienda de Urgencia que contemple: Relocalización de los habitantes de zonas de alto riesgo. Declaratoria de las áreas vacantes y de los lotes de engorde como zonas de desarrollo prioritario.
Definición de un “Plan Nacional de Vivienda del ICT y del BCH”, en zonas de desarrollo prioritario. Reestructuración de las deudas de los adjudicatarios de vivienda que hoy se encuentran en condiciones de morosidad frente a entidades públicas y privadas.
Redefinición del sistema UPAC. Plan de autogestión concertado entre Gobierno, productores de insumos para la vivienda, organizaciones de vivienda y comunidades, que permita la organización de programas de autoconstrucción y montaje de centros de acopio y distribución de materiales.
4.- Aumento semestral del salario mínimo y regulación concertada entre Gobierno, productores y consumidores, de los precios de los artículos de primera necesidad, para repartir así los costos de la inflación de manera más equitativa.
5.- Constitución de un FONDO NACIONAL PARA LA PAZ con el propósito de financiar el Plan de Emergencia para la reconstrucción del país (PERP) Dicho fondo podrá conformarse con:
Los recursos del Plan Nacional de Rehabilitación.
El establecimiento de un IMPUESTO DE PAZ, con tasas diferenciales según la renta y el patrimonio.
Consecución de Créditos Públicos blandos con entidades multinacionales. Destinación de los recursos obtenidos por expropiaciones y decomisos provenientes de todas las actividades ilícitas.
Destinación, por parte de las Fuerzas Armadas, de un 100% adicional de su presupuesto actual para inversión social cívico-militar.
Reestructuración de la deuda externa para liberar recursos con destino aeste fondo.
Hechos inmediatos de Orden Constitucional y en materia electoral
1.- Devolución de su soberanía al pueblo para reformar o cambiar el ordenamiento político de la República. Esto requiere la derogatoria del Art. 218 de la actual Constitución y la aprobación, en votación de las dos Cámaras, de los artículos que instituyen el Plebiscito, el Referéndum y la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente. Esta votación se podrá efectuar en el mes de agosto de 1989.
2.- Definición de un procedimiento democrático para la elaboración de la Nueva Constitución.
3.- Convocatoria a un Plebiscito Nacional que reforme el sistema electoral, contemplando los siguientes puntos:
- Elección presidencial a dos vueltas.
- Sufragio universal secreto y obligatorio.
- Creación de la circunscripción electoral nacional.
- Financiación estatal de las campañas electorales.
- Destinación de espacios en los medios de comunicación masiva para los partidos en campaña electoral.
- Tal Plebiscito podrá celebrarse el 12 de octubre del año en curso.
El objetivo de nuestro itinerario es la Paz, es abrir caminos de Democracia y de justicia social. No queremos nada para nosotros, distinto a participar en las conquistas de todos. No aspiramos a ninguna prebenda ni privilegio, no venimos a negociar principios ni a morigerar banderas; no venimos a entregar programas o armas. Lo que está sobre la mesa es la búsqueda de un gran pacto que resuelva el conflicto armado y dé respuesta a las demandas vitales de nuestro pueblo.
Pretendemos que pare la guerra, que pasemos a un período en el que no impere el signo de la confrontación armada; no es nuestro empeño pactar pequeñeces para que todo siga igual o para que la guerra en su actual desarrollo se escale a niveles superiores; estamos por la desmovilización de las agrupaciones armadas de todos los signos y nos comprometemos a marchar hacia nuestra propia desmovilización como parte del avance del itinerario de democracia.
Esto significa que en este proceso, para que sea integral, se requiere el concurso de las fuerzas institucionales y extra institucionales que definen hoy la vida de la nación. Se necesita el concurso de las organizaciones integrantes de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, así como el del conjunto de las Fuerzas Armadas; el aporte de los partidos con representación parlamentaria y el de los que no la tienen pero que se legitiman en su capacidad de movilización, de representación y en la búsqueda de alternativas nacionales; se necesita el concurso del Gobierno y de sus opositores y la presencia activa de las organizaciones sociales, nacionales y regionales.
Las Mesas de Trabajo que instalamos son un instrumento para aportar a la construcción de un gran Pacto Social. Hablamos de las mesas en plural, porque aspiramos a que se constituyan muchas, tantas como lo indiquen los temas y lo reclamen los protagonistas nacionales y regionales.
Las mesas son escenarios de diálogo para concertar sobre asuntos particulares y generales, sobre cuestiones locales, regionales y nacionales.
Aspiramos a que estas Mesas, como las demás instancias que resulten en el proceso, redunden en determinaciones con capacidad ejecutiva, en acciones concretas para el bienestar de la comunidad.
Queremos ir tan rápido como lo exigen las necesidades de la patria que parecen tiradas al garete, pero sin los atropellos que terminan por desbaratar lo que se ha hecho. El país sabe que este es un complejo tejido que se debe construir con paciencia porque lo pretendido es una paz democrática estable y duradera y no una simple escaramuza para agregar a los balances anuales o a los discursos electorales.
Los terrenos de Colombia están minados y todos los que aquí concurrimos debemos comprometernos a caminar al ritmo necesario para desactivar y sembrar.
En el derrotero de los diálogos y de las Mesas de Trabajo, sería conveniente proponernos presentar un primer paquete de propuestas antes del 20 de julio próximo y las formulaciones para el gran pacto social en fecha coincidente con el cierre de las sesiones parlamentarias.
La Plenaria de las Mesas, realizada bajo una forma adecuada, es un evento que podrá ayudar a darle contenido democrático al paquete de julio y a la propuesta de pacto.
Para el eficaz funcionamiento de las Mesas de Trabajo, es importante el aporte que puedan hacer organizaciones como la CUT, la ONIC , la Unión Patriótica, los Movimientos Cívicos y los Partidos que no tienen representación parlamentaria.
Así mismo entendemos que es una coordinación propuesta en primer término para hacer más eficientes las gestiones que con todo derecho y autonomía se vienen realizando desde el movimiento armado, des de los partidos, o desde la iglesia, única entidad capaz de tutelar legítimamente este proceso.
También se destaca en el panorama de la Paz la declaración conjunta de tres destacados componentes de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar FARC, ELN, EPL, en la cual reiteran el pronunciamiento de la Tercera Conferencia a favor del diálogo directo de la CCSB con el Gobierno; en igual sentido se han manifestado diáfana y públicamente el Quintín Lame y el Partido Revolucionario de los Trabajadores, PRT. La Comisión integrada por diversas personalidades a manera de “Promotora de Paz”, está llamada a prestarle valiosos servicios al proceso en sus diversos desarrollos y en particular a las mesas de Trabajo. La agilización de sus gestiones encaminadas a constatar la voluntad de las agrupaciones que han declarado el cese unilateral y analizar los alcances de las propuestas de otros sectores, adquiere hoy urgencia especial para que se avance en un procedimiento integrador que permita la confluencia en una sola mesa de Trabajo.
Compatriotas:
Aquí estamos, porque nos alienta la confianza en las virtudes de esta nación mestiza, en la imaginación despierta de nuestro pueblo, en la tenacidad que nuestras mujeres han sembrado en esta raza. Debemos desandar los caminos infortunados de los egoísmos oligárquicos y eludir los callejones sin salida del autoritarismo. Debemos usar con generosidad la inteligencia de nuestra estirpe para desalojar los excesos explicables de esta lucha en la cual todos hemos querido defender la existencia de la pluralidad, identidad de nuestra democracia. Aquí no habrá más guerras que las de unos contra los otros y ésas son como matar la madre.
Es el General en su laberinto que observa con lucidez nuestras pequeñas guerras.
Colombianos, saldemos cuentas con nuestro pasado. Actuemos con honor, que se cumpla al fin en Colombia con la palabra empeñada y con coraje regalémonos, todos, la dignidad de luchar juntos por un mañana!
Muchas gracias.
Carlos Pizarro Leongómez
Ciudadela de la Paz de Santo Domingo, Abril 3 de 1989.