PARA ALLÁ VA NOEMÍ
Por JOSE YAMEL RIAÑO
Al presidente Álvaro Uribe la historia lo recordará como al mandatario colombiano que quiso acabar con las FARC sin lograrlo pero quien supo vender el discurso de la seguridad como la reivindicación más importante para la Colombia del Siglo XXI.
Consecuente con ello hoy una parte de compatriotas siguen tratando de imponernos al resto de colombianos, mas de lo mismo, sin siquiera hacer un balance objetivo de las enseñanzas que ésa política arroja. Creen que presentarse así da votos. Esa es la táctica de Juan Manuel Santos quien se presenta como continuador del gobierno uribista a sabiendas que muchos no le creen y hasta llegan a decir que le temen por lo que pueda hacer con el ex presidente Uribe si es que él llegara a ser presidente.
Para el resto de colombianos que sufrimos la falta de oportunidades para estudiar, trabajar, contar con los servicios médicos y hospitalarios, vivir en una casa digna y asegurarnos una pensión de vejez para vivir y morir dignamente, la seguridad es importante pero el país debe salir del discurso exclusivo de la seguridad por otro con nuevos paradigmas; ricos en contenidos sociales, donde el derecho a la vida y con él, los demás derechos humanos, estén en las prioridades del gobierno. Es decir, que podamos disfrutar del Estado Social de Derecho, el mismo que acordamos entre todos en la Constitución de 1991.
Ahora bien, no es que nos opongamos a la presencia de autoridad legítima que nos de seguridad. Lo que no podemos aceptar es que haya ausencia de política social equitativa porque “la platica” es para pagar el costo de las garantías al capital, solo que con los dineros de la seguridad social. Es ahí donde radica la diferencia que tenemos los demócratas con los herederos del autoritarismo uribista.
Los Petristas tratamos de instaurar democráticamente, pero sin mas dilaciones, el proyecto de Estado Social de Derecho que acordamos entre todos en la Constituyente del 91, régimen que debe tener como eje central de todo su accionar el respeto por la vida humana. Si esto implica ganar la guerra por la paz; lo haremos pero tenemos que aprender a respetarnos aún en la diferencia.
Además debemos diseñar la manera de crecer en la modernidad, en paz y en democracia. Nadie esta pensando que el nuevo régimen o las luchas populares, trabajadoras o estudiantiles es en contra de los ricos. Por el contrario, es por y para la riqueza de todo orden. Somos un pueblo que quiere y puede vivir con dignidad. Es falso que somos pobres, tenemos riquezas suficientes, solo que muy mal distribuida. Tenemos la esperanza de llegar a acuerdos que nos permita a todos abandonar la pobreza para luego disfrutar equitativamente la riqueza.
Esa es la diferencia que nos separa de los que hoy quieren dar continuidad al proyecto Uribista, -sin Uribe-, que no es lo mismo, Y es también lo que nos separa de la candidata ganadora en la consulta del Partido Conservador, la Doctora Noemí Sanín, porque es claro que cuando de inequidad social, política, o económica se trata, la candidata sabe guardar discreto silencio, aunque haya que abonarle que en franca lid venció nada menos que el candidato preferido por el presidente Uribe, que los que conocen al presidente dicen que esas cosas él no las perdona. Recordemos que ya el presidente había dado buena cuenta del otro candidato, hijo legítimo de los otros dueños del país, el Dr. Vargas Lleras al que parece que tampoco le creyeron su condición “Uribista”.
Es en ese contexto de desconfianzas mutuas en el seno de lo que fue el Uribismo arranca en firme la campaña por la presidencia. Sin duda “Un papayaso” para la oposición pero tiene que unirse desde la primera vuelta, lo pueden hacer por ejemplo, alrededor del documento de Acuerdo en lo Fundamental que todos firmaron. Esto será tema de otra reflexión.
Y a propósito, son muchos los Uribistas que no creen en Juan Manuel Santos. Lo saben de distinta clase social, con otros intereses y capaz de asociarse con quien sea para lograr sus propósitos que no es otro que recuperar el poder para su familia y su clase. Pero además, los conservadores quieren usar el derecho que les asiste de presentarse con candidato propio en la contienda por la presidencia, quieren vencer a Juan Manuel Santos en la primera vuelta y para ello están de acuerdo con hacer parte de una coalición con partidos y movimientos que representen a sectores alternativos con tal de impedir la retoma por la familia Santos del poder presidencial. Quien lo creyera. Pero para allá es que va Noemí Sanín candidata multicolor que quiere el poder para su familia de banqueros paisas.
Santiago de Cali, 22 de Marzo de 2010