HRW exige tratamiento médico para miles de niños nigerianos envenenados con plomo de las minas de oro.
Niños de ocho años de edad trabajan en la industria minera en condiciones infrahumanas, segun la ONG.
nuevatribuna.es | | Actualizado 07 Febrero 2012 - 17:56 h.
Miles de niños del norte de Nigeria siguen gravemente enfermos dos años después de la mayor epidemia de envenenamiento de plomo de la historia del país, según detalla un informe de la ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) en el que se exige atención médica inmediata para los afectados y pide a las autoridades el fin de la explotación laboral infantil en virtud de los acuerdos internacionales para la protección del niño firmados por el país africano.
Más de 400 niños han muerto desde la declaración de epidemia en el estado nigeriano de Zamfara, derivada de las malas prácticas en la extracción y procesamiento de mineral en bruto, especialmente el oro. Los trabajadores regresaban a sus casas cubiertos de polvo de plomo y seguían manipulando el mineral en sus domicilios, machacándolo por medios manuales o mecánicos, con lo que los residentes de la vivienda quedaban inmediatamente contaminados.
"El exceso de plomo puede provocar en el niño daños en su cerebro, riñones, hígado, estómago y sistema nervioso, así como discapacidades intelectuales o en su desarrollo"
El envenenamiento por plomo se distingue por su alta toxicidad, que deteriora las funciones cognitivas, neurológicas y motrices. Los niños son particularmente susceptibles. "El exceso de plomo puede provocar en el niño daños en su cerebro, riñones, hígado, estómago y sistema nervioso, así como discapacidades intelectuales o en su desarrollo", según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se tiene constancia además de casos de infertilidad y abortos entre las mujeres porque el plomo se consume a través de los alimentos y el agua y es particularmente peligroso cuando se encuentra concentrado con tanta intensidad. En pueblos de Zamfara como Abare, Dareta, Sunke o Yargalma, la tasa de mortalidad infantil por envenenamiento ha sido del 40 por ciento, a pesar de que si se descubre a tiempo y es tratado adecuadamente, el envenenamiento no tiene carácter letal.
HRW destaca las importantes medidas adoptadas en 2011 por las autoridades del estado nigeriano, que ahora están tratando la localidad más afectada, Bagega, donde al menos 2.000 niños necesitan tratamiento. Sin embargo, y a juicio de HRW, "el alcance de la contaminación en la región pide un intenso esfuerzo que el gobierno del estado tendrá dificultades para gestionar sin los fondos, personal o experiencia adecuados".
HRW recuerda además que en estas regiones todavía se mantiene el trabajo infantil. La ONG estima que niños de ocho años trabajan "de manera informal" en el sector minero, bajando a las minas, procesando el mineral en bruto y empleando mercurio para extraer el oro. "Gran parte de este trabajo, que es extremadamente peligroso, es considerado como una de las peores formas de trabajo infantil bajo el derecho internacional", indica HRW.
La ONG recuerda que Nigeria es parte firmante de la Alianza Internacional en Derechos Culturales, Sociales y Económicos y de la Convención de los Derechos del Niño. Ambos tratados obligan a Nigeria a proteger la salud de los niños para asegurar "hasta el máximo de sus posibilidades" su desarrollo físico y mental
De igual modo, Nigeria también ha ratificado la Convención Internacional de la Organización del Trabajo, que exime a los niños de realizar trabajos peligrosos que comporten su exposición a sustancias nocivas.
"El oro de Zamfara ha traído esperanza, pero ha desembocado en muerte
y trabajo extenuante para sus hijos"
"El oro de Zamfara ha traído esperanza, pero ha desembocado en muerte y trabajo extenuante para sus hijos", lamentó el director adjunto de HRW, Babatunde Olugboji. "Los residentes de Zamfara no deberían canjear sus vidas o las vidas de sus hijos para ganarse la vida extrayendo oro", añadió.
El responsable de HRW ha percibido no obstante "esfuerzos renovados durante los dos últimos meses por parte de las autoridades para limpiar las áreas de Zamfara más contaminadas por el plomo", pero exige que "estos esfuerzos tengan continuidad y se expandan" con la ayuda de la comunidad internacional.
"El estado federal tiene que educar a la gente sobre los riesgos del plomo, establecer condiciones de trabajo más seguras, poner fin al trabajo infantil y expandir dramáticamente los programas de descontaminación y tratamiento medioambientales", concluyó.