LA CUMBRE DE NACIONES AMERICANAS EN CARTAGENA
Por: José Yamel –Riaño
27 de Abril de 2012
A la Sexta Cumbre de las Américas que se celebró en Cartagena de Indias, - que debió reunir a 34 Presidentes y Jefes de Estado, de igual número de naciones del nuevo mundo-, el servicio secreto estadounidense, -cuya misión es cuidar al presidente Obama-, en asocio con amarillismo mediático mundial, lograron con sus hechos bochornosos que el evento pareciera mas una Cumbre para Putear en Cartagena, que la VI Cumbre de naciones Americanas.
Las ausencias de Ecuador, Venezuela, Nicaragua, o el abandono a destiempo de otros jefes de estado como el de las presidentas de Argentina o Brasil, fueron hechos apenas dignos de mención pero no más. Ni siquiera la ausencia de un pronunciamiento final de la cumbre –que fue a lo que vinieron los mandatarios- importó. Lo que si ha sido gran noticia es que el servicio de inteligencia gringo vino a “putear” con las “trabajadoras sexuales” de Cartagena a quienes además les pusieron “conejo”, es decir no les pagaron los “favores sexuales”.
A las putas de Cartagena como a las putas de cualquier otra parte del mundo, --porque las hay en todas partes y en todos los tiempos- tienen ese oficio como su trabajo y aunque no nos guste, así es. Pero para ser objetivos, ni como estado, ni como sociedad le hemos ofrecido alternativas decentes a nuestras mujeres, preferimos “hacernos los de la vista gorda”, Pero la verdad es que tampoco a los padres de la patria, ni a los gobiernos, se les ocurre reglamentar el oficio y formalizarlo teniendo que vivir, las mujeres que ejercen el oficio, desamparadas de cualquier prestación social.
Pero bueno, dejemos ese ángulo del tema porque podemos estar ayudando a hacer amarillismo noticioso. Mejor retomemos el tema pensando en la ciudad que esta en peligro de que nos la estigmaticen como: “La capital americana del turismo sexual” y a nuestra Cartagena y sus gentes tenemos que protegerla. Es la historia de sus gentes y sus luchas por la dignidad lo que la convirtió en la ciudad Heroica de Colombia.
Es verdad que como anfitriona del Evento Americano Cartagena tuvo la oportunidad de posicionarse como el más importante destino turístico del Caribe, pero los señores de la seguridad de Obama volvieron pedazos esa opción y los medios de comunicación de todo lado, para ocultar el fracaso de la cumbre, se ensañaron con los hechos referidos, que nos han hecho mucho daño y por ninguna parte aparece indemnización alguna. Casi ni siquiera las excusas protocolarias de parte de Estados Unidos. Colombia debe hacerse respetar si no queremos que nos sigan ultrajando.
La otra cara de la Cumbre es la política, pues al no haber Declaración Final, se considera la reunión como fracasada. Verdad o mentira, lo que es claro es que se mostró la autentica radiografía del continente. Lo primero es que los tiempos en que los Estados Unidos venían a imponer sus mandatos de acuerdo a sus intereses se acabaron. Temas como la no asistencia de Cuba o el conflicto de las Islas Malvinas, si es verdad que no se tomaron decisiones, también es cierto que se tocaron y todos los asistentes, menos USA y Canadá, decidieron que para que haya una nueva cumbre, será con la presencia de la isla Caribeña.
La no presencia de miembros plenos como Ecuador, Venezuela y Nicaragua al tiempo de lamentable, también es enriquecedora porque deja ver la solidaridad entre los pueblos de lengua Latina en el continente.
El otro aspecto que marca una tendencia, es la presencia en la Cumbre de los empresarios organizados de las naciones de Americanas. Da la impresión que las nuevas estrategia de los empleadores les indican que deben participar directamente en las políticas estatales porque no les son suficientes los servicios prestados por la clase política, o porque están cansados de presenciar tanto desgreño administrativo acompañado del empoderamiento sistemático de las mafias en el Estado. La verdad es que me dio gusto el derroche de ideas para la aplicación de soluciones a nivel regional de la problemática productiva que choca con las políticas de las grandes trasnacionales en la producción, comercio y distribución de ganancias.