NUEVA POLÍTICA DE ALIANZAS.
Por José Yamel Riaño
27 de abril de 2011
Veíamos en opinión pasada como en los ocho años de administración Uribe Vélez se desencadenó con mucha fuerza el proceso de consolidación del poder mafioso en nuestro país. También esbozamos la contundente respuesta del poder judicial y la forma clara como el gobierno de Juan Manuel Santos se ha opuesto al fenómeno. Gracias a ello, la verdad es que aunque el peligro existe, podemos decir que los sectores mafiosos y corruptos han perdido la iniciativa pero están ahí, al acecho de cualquier descuido para dar el zarpazo.
Si como suponemos, pretenden aprovechar la campaña electoral para con votos mantener logros y algún control local en los territorios, quiere decir, palabras mas, palabras menos, que están listos a “meterla toda cueste lo que cueste”. Serán ríos de dinero caliente comprando votos y “arreglando” registradurías para “ganar o ganar”. Pero los decentes somos más y podemos ganar las elecciones el 30 de octubre y lograrlo implica para los demócratas, actuar en coherencia con los principios y juntarnos en nuevas alianzas.
Así por ejemplo, la retirada del PDA de la Corriente Democrática que salió del POLO en un gesto de verdadera coherencia de ética política. Primero se hicieron las denuncias de las ollas podridas internas que la Fiscalía General de la Nación investiga. El llamado Carrusel de la Contratación, ha involucrado al hermano del Alcalde Mayor y Senador del Partido Iván Moreno Rojas, hecho que somos los primeros en lamentar pero que en su momento el excandidato presidencial Gustavo Petro llamó la atención pero no fue escuchado por las directivas partidistas. La dirección del Polo dominada por la izquierda legal junto a la familia Moreno Rojas, prefirió jugar al “Tape y Tape” y ahora la institución partidaria se ahoga en el descrédito. Éticamente no es posible cohabitar con la corrupción y por eso, la Corriente con Petro se fue del Polo.
Ahora, recordemos que en el empeño de combatir la corrupción aparecen hoy nuevos actores que hacen muy interesante el proceso porque nos seguimos encontrando con el gobierno de Santos que acogió parte del programa presidencial de Petro y lo ha convertido en proyectos de gobierno con apoyo mayoritario en el Congreso.
Aunque estas coincidencias hacen mas complejo el escenario político y el proceso electoral, también lo enriquece y señala retos que no dejan de ser oportunidades. Es decir, en la coyuntura política, la lucha por el rescate del Estado para los sectores democráticos, las propuestas por el agua como derecho, la devolución de tierras a los despojados, la reparación a victimas y la batalla contra la corrupción, con diferentes niveles de compromiso, tiene nuevos socios y el reacomodo de fuerzas pasa por una nueva política de alianzas que puede ser el fortalecimiento de la lucha por la Paz y la Democracia en el que venimos empeñados desde los años ochentas.
Y a nadie engañamos, tenemos claro que este gobierno no responde a intereses populares. Sabemos de su condición de clase, pero por eso mismo; porque representa los intereses del imperio que hoy dice querer erigirse como el guardián mundial de la democracia y no de gobiernos mafiosos; porque el sector burgués que Santos representa en el seno de la oligarquía colombiana necesita liberarse de las amarras del latifundismo y de formas arcaicas de producción en el campo, que son un escollo para el progreso e impiden contar con una comunidad próspera, con poder de compra, esa sí necesaria para el mercado libre que ellos requieren, que implica disminuir la pobreza disminuyendo la inequidad, fortaleciendo a trabajadores y sectores populares, En síntesis es un proceso social y político donde todos ganamos. Es allí, en la búsqueda de esos logros, donde nos encontramos con el gobierno del Presidente Santos.
Es bueno aclarar además, que aquí nadie espera ver pasar el cadáver del imperialismo por el frente de la casa, ni vivir una nueva Revolución del Proletariado construyendo el Socialismo. Pero mucho menos, estamos entregando las banderas de cambio con las que hemos soñado y luchado y por las que han entregado la vida muchos de nuestros compañeros. De lo que se trata es de ganarle la batalla a las mafias y juntarnos de forma pacífica para derrotar el hambre y construir la paz con justicia social. El Estado de Derecho.