Por José Yamel Riaño.
Domingo, 10 de febrero de 2013
Iniciamos los demócratas, vallecaucanos y caleños, un año electoral sin candidatos definidos, sin campañas visibilizadas, y lo peor; sin agenda electoral. Ni siquiera un plan de acción concertado que apunte a la superación de las dificultades en que nos encontramos.
La salvación, es el camino de la unidad y esta, hasta ahora, está más embolatada que nunca. Unidad con quién o quiénes, y para qué…, cuándo, y dónde? Si nos atrevemos a especular, seguramente aparecerán más preguntas que respuestas, pero en política ese método funciona.
Empecemos diciendo que no es la primera vez que vamos a vivir esta circunstancia. En la contienda electoral pasada para elegir gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, brillamos por la dispersión, por falta de candidaturas propias y por supuesto de unidad, viniendo de tener gobernantes demócratas. Lógicamente, nos fue como a los perros en misa. Hubo una elección más, la atípica, para elegir gobernador y allí le pegamos bien con el liderazgo en la campaña por el “voto en blanco”, aunque tampoco pudimos ganar, estuvimos cerca en Cali, que fue realmente donde hicimos campaña.
Recordemos que el año entrante los colombianos tendremos que elegir –o reelegir- presidente en primera vuelta y Congreso. Si no hay presidente en primera vuelta volveremos en junio a definir. Que tampoco se olvide que si queremos elegir dignatarios en los cuerpos colegiados o en cargos de elección popular, debemos primero hacerlos inscribir por un partido político con personería; - y son muy pocos los que tienen esta condición-, o por firmas. Luego pasar el umbral que hoy está el 3% y es improbable que por separado alguien entre nosotros lo logre.
Luego especulando, no podemos pensar en campañas políticas si no es en alianzas, y recordemos: del otro lado solo están las fuerzas políticas que lideran los señores de la politiquería legal o ilegal, y como nosotros ni con los unos ni con los otros, las alianzas tendrán que ser entre fuerzas alternativas. Parece muy bueno, algo así como; Sí o Sí.
Pero esto es lo más difícil. ¡Qué cosa tan horrible!. Es más fácil organizar un grupo de micos para la foto, que juntarnos entre nosotros mismos. Nuestra visión hace que veamos los esguinces y contradicciones entre uribistas y santistas, como simples tácticas electorales entre Uribe y “Uribe II”. ¿Sera por eso que predicamos que la solidaridad y la fraternidad son principios progresistas?.
Pero bueno, podemos decir cualquier cosa de nosotros mismos, menos que somos suicidas, por el contrario hemos ganado en muchos casos; en la Constituyente, en Nariño, en Bogotá y aquí en el Valle. Y volveremos a ganar porque se hicieron buenos gobiernos y quienes los lideraron conservan buena imagen entre la gente. Pero como esas fortalezas no las explotamos, pareciera que no existieran.
Conocemos por diferentes vías que Angelino y Jorge Iván están conversando, pero así como gobiernan, así hacen la política, en silencio, casi como clandestinos, sin formar equipo que de continuidad a la política. Como si los proyectos fueran de ellos y para ellos. Pero qué coincidencia; ambos fueron muy amplios en las alianzas. Gracias a ello salieron elegidos.
En lo internacional tenemos una América Latina que avanza con las ideas progresistas mientras mira con mucha desconfianza a Uribe de quien el nuevo jefe de las relaciones estadounidense lo pone como ejemplo. En lo interno, tenemos un presidente como Juan Manuel Santos que quiere reelegirse manejando al conjunto de fuerzas políticas nacionales, -en la llamada Unidad Nacional- pero sin poner al servicio de los más pobres el Estado Social de Derecho, como se lo ordena la Constitución, permitiendo si que se mantenga la vergonzosa inequidad social que nos califica como el tercer país más inequitativo del mundo.
Eso para no hablar del conflicto interno, del cual depende mucho la solidez de la reelección de Santos porque si las negociaciones del gobierno con la guerrilla terminan en una dejación de armas por parte de las FARC, seguramente lo de la reelección de Santos es un hecho. Pero hablemos de las posibilidades de gobernabilidad que nos están sirviendo en bandeja, -tanto la derecha como el centro- con la pelea entre Uribe y Santos que nos muestran el mejor escenario para que una tercería se les cuele por el medio y les gane la presidencia.
Cosa distinta será si Santos no es candidato y Vargas Lleras es el escogido. Ahí tiene chico el uribismo porque él tiene muchas resistencias en la llamada Unidad Nacional, lo que podría ampliar las posibilidades a la tercería que dependiendo del tipo de alianzas, de cómo le vaya a Petro en Bogotá y del trabajo político nuestro este año, podemos ganar.
Pero ¡Ojo!, eso solo será posible en la medida que implementemos políticas de amplio espectro y estoy hablando de armar sociedades hasta con los liberales que en esta polarización se están quedando solos. Igual que nosotros, que con los verdes y demás fuerzas independientes podemos hacer un gran frente electoral y demostrar, con Navarro, Angelino, Jorge Iván y Petro que Otra vez; Sí se puede.