Por qué este 30 de octubre debemos re-encontrarnos
Este sentimiento que a manera de una mancha de afectos se va creciendo nuevamente, permanentemente, siempre… por aquello que dijo el man aquel: “siempre que haya un hombre del M 19…” habrá M 19, palabras del más grande e infatigable soñador de propuestas y búsquedas de paz, es un sentimiento que se entremete por las rendijas de la vida cotidiana, que responde a esos años cuando el fervor popular expresado aquel 19 de abril se volcó a las calles en búsqueda de democracia y que luego en los años 70s supo responder a las exigencias que la lucha reclamaba en el camino del pueblo, de las armas y del poder; es sentimiento que luego en los 80s también respondió al reto de sus tiempos de marchas y torturas, y posteriormente del 90, se afirmó en la razón del dialogo como camino de la paz.
Somos un sentimiento que hoy justamente debe responder por los requerimientos y condiciones que esta coyuntura reclama y hacia un futuro que convoca al ejercicio indicado por Álvaro Fayad de ‘ser gobierno’, sentimiento que luego fue ratificado por Pizarro en su audacia de ‘guerra a la oligarquía y paz a la nación’ en el convencimiento de ‘cumplir la palabra empeñada’.
Somos un sentimiento ‘eme’ que se crece en el territorio abonado de los afectos haciendo la tarea y mandato que orienta la fuerza de la política, ayer en el escenario de la revolución como una rumba, hoy en el ejercicio de la ‘política del amor’ que desde Bogotá se proclama y seguramente será mañana una propuesta para toda la nación colombiana, es un sentimiento y certeza que nos empuja en las dificultades y nos acompaña en los aciertos, y es a esa certeza que este sentimiento eme hoy debe apostarle sus mejores esfuerzos para salir adelante en el reto que la ciudadanía nos ha confiado, pues no podemos equivocarnos en la apreciación del momento político que vive Colombia, ya que en este camino de aquel sueño y propósito colectivo hacia la toma del poder, hoy, en el segundo puesto más importante de Colombia, hay ‘un hombre del M 19, lo que exige seguir caminado y soñando en ‘la promesa que será cumplida’.
Y hablando de este momento y del ‘ser gobierno’ en Bogotá, aun las dificultades propias de la democracia y de una oposición a veces injusta, el plan de gobierno de la Bogotá Humana va progresando y avanzando en éxitos sencillos de exponer como la recuperación de la confianza ciudadana en el quehacer de gobernar, en el manejo del gasto público, en las definiciones por la defensa de la vida (desarme), en la convivencia (política del amor), en la mejora de la calidad de vida al lograr iniciar la oferta por parte del Estado para atender la gratuidad del agua con el mínimo vital, el respeto por las diferencias y la diversidad en asuntos de gobierno, el respeto por el ambiente (no al maltrato animal, no a la expansión urbanística de la ciudad), el haber ‘bajado el precio del transporte público’, primera vez que sucede en la historia de la capital, entre muchos otros beneficios que el Plan de Desarrollo hoy orienta para bien de Bogotá y mas allá de su frontera regional.
Es por todo esto que el 30 de octubre debemos salir en la gran marcha y manifestación de respaldo y reconocimiento al gobierno de la Bogotá Humana, a declarar el apoyo a una gestión de gobierno y de futuro, será una fiesta de encuentros en la esperanza de seguir creciendo como ese sentimiento ciudadano que defiende su historia y construye su progreso.
El 30 de octubre la plaza de Bolívar, otra vez es nuestra.
hipolito