En Colombia hay un nuevo Santo… SAN TURBAN
Ambientalistas agredidos, manoseados, airados, preocupados y combativos….UNIOS.
Pareciera que los nuevos tiempos traen mensajes de los viejos sabios quienes fatigaron su vida anunciando y recomendando acciones sobre los cuidados que debemos con nuestra ‘madre naturaleza,
Por lo sucedido en esta semana, podemos decir que tenemos un nuevo santo, aunque este no haya pasado por los recintos, gabelas y vericuetos del Vaticano, este nuevo santo se apareció en Colombia, se trata del santo de los ambientalistas, el santo milagroso de los que en medio de exigencias por la defensa y cuidado de la vida, se asomó en un páramo y empezó a dar resultados o milagros, para algunos impensables o imposibles, este santo bendito es SAN TURBAN, benemérito ecologista y de ahora en adelante muy mentado y convocado en las mil y mas luchas y marchas y trajines y pelas que hay por dar en contra de los abusos y maltratos criminales con las que afectan a la ‘madre natura’, injurias vitales que desde gobiernos y manos patibularias se están haciendo contra este hábitat tan menguado y malgastado que hoy sufre el mundo y, que según se dice y ve, vamos para afectaciones universales, como estas energéticas y espantosas desordenadas nucleares.
No es coincidencia, todo tiene su causalidad en este mundo, que el rebote de la explosión y explotación (no solo de la clase obrera) del Japón, avenga esta semana con el empuje ciudadano que arrinconó las decisiones de atropello delictivo que se cocinaba hacia el paramo de Santurban, no es gratuito, aquí en esta brega se juntaron, a manera de gesta, la perseverancia de ambientalistas comprometidos que caminaron su propuesta, defensa, denuncia y organización, ganando espacios y reconocimientos en el campo de la opinión pública y en escenarios académicos y científicos, los cuales, en junta y grupo de intereses, vencieron dificultades, unieron ánimos y voluntades, vincularon diferentes sectores políticos y sociales, y la gesta se fue creciendo camino a la defensa y preservación del nuevo santo, al paramo Santurban, que hoy respira un poco de tranquilidad.
Más aun no todo se ha ganado, aun persisten acciones propias de esa transgresión contra natura que se regó por toda la geografía colombiana, esa de permisos de explotación minera ‘sin control’, afectaciones que reclaman acciones y gestiones parecidas a estas que dese Santander y Bucaramanga y en muchos rincones del mundo se encontraron, y ahora con manos y manos unidas, miles de ambientalistas, defensores del agua, de la vida, del poco ambiente que nos queda, podemos juntarnos para seguir al santo de moda, con el fin de ganar y lograr dar marcha atrás a las miles de concesiones mineras que se han autorizado y apuntan a desmantelar y arruinar nuestra mermada geografía natural.
San Turban ayúdenos a luchar contra la malversación del ecosistema, que desde distintos fauces se está dando.
hipolito