“Solo 11, de las 72 personas lograron sobrevivir y dos de ellos murieron en los días posteriores”
La OTAN acusada de no prestar auxilio a una embarcación a la deriva con 62 personas de origen africano que iban a bordo y procedían de Libia lo que las llevó a la muerte por sed y hambre, violando flagrantemente “las leyes marítimas internacionales sobre el salvamento de vidas en el mar". Estas personas permanecieron a la deriva desde el 29 o 30 de marzo y fueron vistas por estar cerca de un portaaviones de la OTAN.
Abu Kurke, quien expuso que 'cada mañana, al despertarse, encontraban más cadáveres, que dejaban a bordo veinticuatro horas antes de arrojarlos al mar'.
El diario británico The Guardian dijo que el bote con 72 personas a bordo, incluidas varias mujeres, niños y refugiados políticos, tuvo problemas tras salir de Trípoli con destino a la isla italiana de Lampedusa el 25 de marzo.
La información dijo que a pesar de dar la alarma a la guardia costera italiana y establecer contacto con un helicóptero y un barco de la OTAN, no se llevó a cabo ningún intento de rescate.
Todas las personas a bordo excepto 10 murieron después de que la embarcación estuviese a la deriva en alta mar durante 16 días, dijo la información.
"Estamos estudiando la denuncia del Guardian. Espero tener una respuesta pronto", dijo la portavoz de la OTAN, Carmen Romero.
"Los barcos de la OTAN son plenamente conscientes de sus responsabilidades con respecto a las leyes marítimas internacionales sobre el salvamento de vidas en el mar".
La noticia de The Guardian citó a varios supervivientes y otras personas que estuvieron en contacto con los pasajeros de la embarcación. Dijeron que entre las personas a bordo había 47 de Etiopía, 7 de Nigeria, 7 de Eritrea, 6 de Ghana y 5 de Sudán. Veinte eran mujeres y dos niños pequeños, uno de ellos de un año de edad.
La información dijo que el capitán ghaniano del barco puso rumbo a Lampedusa, 290 km al noroeste de Trípoli, pero después de 18 horas comenzaron a tener problemas y perder combustible.
Los inmigrantes utilizaron un teléfono por satélite para llamar al padre Moses Zerai, un sacerdote de Eritrea en Roma que dirige la organización de derechos de refugiados Habeshia, y fue él el que avisó a la guardia costera italiana.
INFORME: BOTE DIVISADO, NO LLEGA AYUDA
The Guardian dijo que la localización del bote se produjo a unos 97 km de Trípoli, y los guardacostas aseguraron que se dio la alarma tras el aviso de Zerai.
El periódico dijo que un helicóptero marcado con la palabra "ejército" apareció pronto encima de la embarcación. Los pilotos, que llevaban uniformes militares, bajaron botellas de agua y paquetes de galletas e hicieron gestos a los pasajeros para que se mantuvieran en su posición hasta que llegara en su auxilio un barco de rescate.
El helicóptero se fue, pero no llegó ninguna embarcación de rescate.
The Guardian dijo que el 29 o 30 de marzo, el barco a la deriva fue a parar cerca de un portaaviones de la OTAN, y según los supervivientes, dos aviones despegaron desde el buque y sobrevolaron la embarcación mientras los inmigrantes, de pie en cubierta, sostenían en el aire a los dos niños.