SE DESPEJA EL CAMINO A LA ALCALDÍA DE CALI.
Por: José Yamel Riaño
31 de agosto de 2011
En las dos últimas semanas se han producido tantos hechos político- electorales que francamente retratan al sistema de cuerpo entero: Una tragicomedia. La liebre de la corrupción esta vez salto por donde menos la esperábamos: por la registraduría, por el poder electoral. Acá en Cali primero les anularon las inscripciones a los candidatos Rodrigo Guerrero y Susana Correa por fraude en las firmas recogidas. Pero detrás de la notificación llegó el soborno, si pagaba le restituían al inscripción. Luego le garantizaban ganar la Alcaldía al candidato Rodrigo Guerrero, previo pago de dos mil millones de pesos. Simple: ¡El poder mafioso mostrando su nuevo rostro!
Razón de mas para que el presidente denunciara lo sucedido. Hubo necesidad de cambiar la norma y se hizo, finalmente el derecho fue restituido y Guerrero es hoy, después de Petro, el candidato a Alcalde mas conocido del país gracias al escándalo. El delito sigue impune, La candidata Susana Correa renunció a su pretensión electoral y Guerrero vuelve a la campaña.
En su primera salida, se comenta, vieron al candidato Rodrigo Guerrero en la clausura del Festival de música del Pacífico Petronio Álvarez mostrándose todo el tiempo en compañía del Vicepresidente de la República Dr. Angelino Garzón y del Alcalde de Cali Jorge Iván Ospina. Para mí, eso no fue encuentro casual alguno, por el contrario, pienso que se trata de un movimiento muy calculado para que la gente lea a su manera el encuentro o se interrogue electoralmente sobre una posible adhesión de Podemos Cali y Centro Independiente a la campaña de Guerrero.
De una parte, estoy pensando en esos cálculos, porque Angelino y Jorge Iván, ven en Argemiro, un buen candidato pero que no pegó por la causa que queramos y ellos tienen un patrimonio político que no pueden perder, por lo que necesitan que el sucesor en la alcaldía sea por lo menos un hombre que se compromete a continuar las buenas obras del Alcalde actual y las políticas sociales del hoy vicepresidente.
Se sabe además que el candidato Guerrero estuvo dialogando en Bogotá con el también candidato a Alcalde pero de la capital Gustavo Petro y que este último se comprometió a facilitar cualquier acuerdo electoral al que lleguen sus seguidores en Cali con el candidato Rodrigo Guerrero, quiere Petro que el Movimiento Progresista que él orienta se haga visible y vote con Guerrero.
Los tres saben que Rodrigo Guerrero no es el candidato de su clase social ni cercano a su ideología, pero lo conocen como hombre honrado, de ideas progresistas e interesado en mejorar la infraestructura productiva que le sirva de la mejor forma al sector empresarial que representa, lo cual también favorece a los objetivos de los ciudadanos y sus dirigentes, solo que con pretensiones de mayor equidad en la distribución de las ganancias.
Así las cosas, el modelo nacional, Santista-Angelinista y Petrista, se encuentran. Claro; cada uno guardando el respeto debido y la distancia necesaria, como debe ser en una democracia de por sí incluyente, participativa, solidaria y equitativa. Ambas tendencias pensando en el territorio y sus gentes, en las luchas que son necesarias dar, para derrotar el hambre y la violencia y en las gestiones por realizar, para lograr avances en el mejoramiento de los niveles de calidad de vida, libertad y progreso nacional.
Por eso y porque el candidato de los empresarios sabe que no es posible ganar solo, que necesita del respaldo popular que orientan los sectores democráticos de la ciudad y porque juntos le apuestan a ganarle al “todo vale”, es que hoy es posible esta alianza, ella sin duda acelera a nivel local la ya iniciada ruptura de la burguesía nacional con los “hacendatarios” aliados a caciques regionales politiqueros en contubernio con las mafias del narcotráfico. Ese es el significado del paseo de Angelino y Jorge Iván con Guerrero por entre las gentes de Cali como diciendo “Aquí estamos y aquí nos quedamos“…
Así es la política: “Primero lo importante, después lo urgente”. Los caleños y vallecaucanos tenemos que mantener el control político en manos de los legales. Eso es lo importante. Lo urgente es participar, aunque pensemos diferente, en las tareas de la democracia de la ciudad hoy y ahora.