LA FUGA DE LA “PICOTA”
A los dos meses de la toma de la Embajada, el 24 de junio de 1980, Ivan Marino se fuga de la cárcel de la Picota.
“ En la picota me hice amigo de todos los oficiales. Yo comencé a cranear mi fuga cuando me llevaron al Barne. Nuestra fuga la preparó la organización.
Al principio se pensó en que el Turco saliera conmigo. Pero él es muy bajito y era dificil que pasara pr sargento. Lo mismo ocurría con Pizarro y con Almarales. La cara de Pizarro es muy dificil de olvidar, no pasa inadvertida, a las mujeres les fascina. Almarales parece muy viejo. Y los sargentos por lo general, no son viejos ni buenos mozos. Por eso se decidió que Helmer se escapara conmigo. El sí tenía cara de sargento.
Unos pocos compañeros de la Picota sabían de nuestra fuga. Con el fín de facilitarla, organizaron un espectaculo para que tuviera lugar después de la sesión del Consejo de Guerra mientras nosotros salíamos. Los hombres se disfrazaron de bastoneras gringas, con festones y todo. Brincaban y levantaban las piernas peludas para un lado y para otro. Las compañeras se vistieron de futbolistas con pantaloncitos bien corticos y jugaron un partido de micro-fútbol. Entonces la mayoría de los guardianes y de los oficiales se pusieron a ver pierna…¡Ese fue uno de los momentos más importantes de nuestra fuga!
Cuando comenzó el partido, corrimos al baño para disfrazarnos. A Helmer se le cayó La gorra del uniforme de sargento dentro de un inodoro puerco, lleno de "miaos", que olía a diablos.
-Claro –le dije-. ¡Ahora no nos van a coger por el disfraz sino por el olor!
A Helmer le dio un ataque de risa. A mi también. Al fín le toco sacar la gorra con la mano, limpiarla a medias y ponérsela así.
El salió primero. Se mezcló con la gente del consejo de Guerra que no se quedó mirando pierna. Atravesó el patio y las puertas. Saludó a todos sus supuestos superiores…Yo lo miraba…Luego salí. Ví al Turco. Estaba pálido. Por la cara que tenía creí que se le iba a reventar la ulcera observando la fuga.
En una de las puertas estaba un oficial quien, minutos antes, me había pedido prestados doscientos pesos. Como yo no tenía suelto le dí quinientos. Cuando lo ví de pié, ahí, al lado de la puerta, me dio terronera. Me hice el que leía unos papeles y agaché la cabeza. Salí.
No me reconoció. Quizás fue porque en el baño me afeité el bigote para coger pinta de Mayor-
-Adiós mi mayor- me decían todos los soldados mientras caminaba cuadras de cuadras para llegar hasta el lugar donde se parquean los carros, ahí, casi al frente de la Artillería nos esperaban dos compañeros. Helmer se quitó su gorra fétida. La botó. Subimos al carro. Nos fuimos. Miré el reloj. Eran las diez y media de la mañana del 24 de junio de 1980.
Al llegar a la casa abrazaba a los compañeros y compañeras…Prendí la radio. Sólo se supo por la noche nuestra fuga: luego del partido de micro-fútbol los compañeros lograron distraer a los guardias. Entraron en tropel. Uno se hizo el que se había desmayado. Entonces nadie los contó. Sólo se dejaron contar cuando fueron a acostarse. En ese momento, al fín los militares supieron que Helmer y yo nos habíamos ido”.
De la cárcel Iván sale al exterior. Allí estará al frente de las relaciones internacionales. Regresa al país en abril de 1981. Combate en as selvas del Caquetá y el Putumayo hasta el momento en que, ante la desaparición de nuestro Comandante Jaime Bateman, asume la Comandancia General de nuestra organización.
“INSISTAN EN EL DIALOGO”
Es la primera órden que llega desde las selvas del Putumayo. Ya es un hecho irreversible que el Comandante Jaime Batemán ha desaparecido. Iván asume el mando del M-19.
Y, al contrario de la imagen que de él han pretendido dar los enemigos del pueblo, es ahora él, quién, junto a Alvaro Fayad y otros se coloca al frente de la batalla por la paz.
En octubre de 1983, en Madrid se concreta el diálogo directo entre el gobierno y la guerrilla.
Allí por primera vez, un Presidente de la república se entrevista con representantes del pueblo en armas. Allí se admite de hecho que la guerrilla no está derrotada, sino que es un interlocutor válido y necesario en la búsqueda de la paz. Allí estuvo la Comandancia del M-19, representada en Iván Marino Ospina y Alvaro Fayad, y además, la fuerza, los anhelos, propuestas y la insistencia de paz del Comandante Pablo.
Se inicia ahí la marcha que ha de llegar a los acuerdos de Corinto, el Hobo y Medellín. Pero aún queda un trecho de camino. Y de vencer los obstáculos que los enemigos del proceso le interponen.
Primero es necesario acercar el combate a los centros del país. En la selva nuestra voz nunca se sentirá con la misma fuerza.
Este pensamiento lleva a Iván a aprobar la apertura de un nuevo frente de batalla en el Cauca y el Valle para reforzar la acción de las columnas de caquetá: surge la Fuerza Militar de Occidente.
Vienen las tomas de Florencia, Corinto y Miranda. Las negociaciones con los delegados del gobierno en Bogotá.
Los militares intentan hacer abortar el proceso de paz con el asesinato de nuestro Comandante Carlos toledo Plata.
En Yumbo reafirmamos nuestra vocación de Paz. Y aceptando conscientes el costo que tendremos que pagar y colocando por encima de la ira y el dolor la voluntad de paz, continuamos la marcha hacia los acuerdos.
Agosto de 1984. Ivan Marino, Antonio Navarro, Israel Santamaría, al frente de una columna, van al encuentro con la Comisión de Paz en San Francisco para ultimar detalles de la firma de los acuerdos. Pero se encuentran con el ejército que de nuevo busca frenar la paz.
Iván insiste ante la Comisión, los militares y nuestros compañeros:
“Hay que suspender y paralizar ese fuego. Traigan la bandera blanca. Ustedes la Comisión de Paz se colocan en la mitad con la bandera y nosotros suspendemos nuetros fuegos”.
“ Bitancó, La cruz, Huila, Tóez, San Francisco, Jambaló…son pueblos donde entramos y nos recibieron multitudes. Cuando llegamos a San Francisco, a encontrarnos con la comisión de Paz y nos encontramos fue con el ejército, y nos tocó pelear, y sacar al ejército de San Francisco, entrar y quedarnos cuatro días de rumba con todo el pueblo.YO DIJE: ESTÁ ASEGURADA LA PROPUESTA. Y llegamos a Corinto sin estar seguros de cual sería el día de la firma del cese al fuego y sigue la marcha. Nos acompaña una cabalgata de campesinos”.
Camino a Corinto, Carlos Pizarro y un grupo de compañeros son emboscados en Florida. De nuevo peligra la firma de los acuerdos. Iván Marino ordena a las columnas estar alertas. En el Hobo los compañeros piden que se aplace la firma. En Corinto la Dirección allí presente se reune de emergencia. Hay unanimidad: No vamos a ceder a las provocaciones; hay que firmar. Iván insiste en que no hay que aplazar la firma.
Tras las conversaciones con los Comisionados, se agrega una posdata al pacto original, y con la certeza de que Pizarro no estaba grave, Iván anuncia que el M-19 sigue adelante con la Paz.
Así con cinco horas y media de retraso, con mano decidida, el Comandante Iván Marino Ospina estampa su firma al pacto. Le siguen los demás compañeros del Comando Superior y los comisionados de Paz. Lo mismo sucede en el Hobo.
“Creo que todos llegamos con la convicción de triunfo, no sólo porque llegábamos a firmar…sino porque habíamos logrado un acuerdo con dignidad afirmando ante el país que la paz es parte del pueblo. Todos los compañeros que llegamos ahí y al Hobo y los que no pudieron llegar porque se quedaron cumpliendo tareas, teníamos la convicción por lo logrado y por lo que cada uno traía: CADA COMPAÑERO LLEGÓ A ESE MOMENTO CON LA MOCHILA LLENA DE VICTORIA”
El 30 de agosto colocamos claveles rojos en las bocas de los fusiles. Ante miles de personas congregadas frente a la Alcaldía de Corinto, a la 1´15 Iván Marino ordena:
¡SILENCIO A LOS FUSILES! ¡PASO AL DIALOGO NACIONAL!
Colombianos:
Con la espada de Bolivar en alto como signo de lucha y dignidad, la patria entera nos reconoce.
Es la hora de los pueblos, es la hora del paso erguido, la hora de todos. Porque esta acumulación de esperanzas , de silencios de siempre, y de urgencias de futuro, se deben hoy encontrar con fuerza, audacia e imaginación para caminar nuevos senderos de justicia, de libertades y renovaciones.
Los pueblos tenemos vocación de paz, pero tambien vocación de justicia y bienestar. Hoy buscamos que esta patria de todos pueda encontrar esta doble vocación. Por eso es la hora del encuentro franco y abierto en un gran Diálogo Nacional, para tomar decisiones y exigir su cumplimiento.
No es un diálogo de sordos. Se trata, nada mas y nada menos, que de la gran demanda nacional. Ya no entre guerrilla y gobierno sino entre todas las fuerzas políticas, sociales y morales del país.
Que esta tregua sea para encarar con realismo y audacia la crisis de Colombia. Que la salud, la vivienda, el empleo, el salario, la educación, los créditos y la industria, sean beneficio y función de todos. Que la cultura, la moral y el respeto a la dignidad del hombre sean la guía de este diálogo.
Por ello y para ello es esta tregua. Hoy silenciamos los fusiles para que se oigan las exigencias de todos. Para buscar un camino hacia la Paz, tan ancho como el ansia de libertad y tan profundo como las necesidades populares. Ha sido un trecho largo. Un trecho que pasa por la lucha por la amnistía; el encuentro histórico en Madrid, España entre un presidente y la rebelión; donde el diálogo se dio paso con respeto, con altura, sin prepotencias.
Y este nuevo paso que hoy comienza, en cuyo desarrollo puede radicar el futuro de la patria y la apertura de puertas hacia la verdadera y plena paz: la que nace de la justicia social. Se extenderán las dificultades y los trabajos, pero nos mueve la pasión de los pueblos y la ola de cambios que vive América Latina.
Por eso el M-19 se ha propuesto construir una patria del tamaño de nuestros sueños;
Cumpliremos.
Ante la patria toda, ante el pueblo y cara al pueblo, representantes del Presidente Belisario Betancurt, de la Centrales Obreras, Delegados de la Cultura, de la Prensa, del Parlamento y de los Partidos Políticos, hemos firmado un acuerdo de cese al fuego y Diálogo Nacional, respaldado y aprobado por el Presidente de la República.
Por lo tanto, a todas nuestras columnas regionales, escuadras y comandos; a todos nuestros oficiales y miembros, instamos a renovar el espíritu y levantar la esperanza.
Comandante Pablo, Jaime Bateman, estamos cumpliendo. Comandante Carlos Toledo, estamos cumpliendo.
Por ellos, por los caídos en la lucha, por los que viven hoy, por los millones de colombianos que esperan que su voz sea oída y su demanda cumplida ante la patria toda, militantes del Movimiento 19 de Abril M-19, de pie.
Por orden del Comando Superior y del Estado Mayor: SILENCIO A LOS FUSILES, PASO AL DIALOGO NACIONAL.
Por el comando superior del M-19,
CREO EN LA PAZ
Reportaje de la Revista “Vea” Septiembre 3 de 1984
¿Cree Usted verdaderamente en la paz?
Iván Marino Ospina: Si no creyera no estaría aquí en Corinto dispuesto a firmar los tratados de paz. Yo siempre me he guiado por lo que quiere el pueblo. A el me debo y hago lo que me exige. Por eso si ahora queremos la paz, es justo que todos pongamos nuestro granito de arena.
¿Cuál es su opinión sobre la toma pacifíca del M-19 de Corinto y Hobo, confundidos con el pueblo, dispuestos también a ser protagonistas de los acuerdos de paz?
Iván Marino Ospina: Primero que todo para mi representa una inmensa alegría. Creo que es uno de los grandes triunfos del pueblo colombiano. Esto tambien significa que la paz no es imposible en nuestro país. Nosotros, como movimiento revolucionario estamos dispuestos a apoyar inmensamente esa paz que ahora nace.
Muchas personas lo han presentado a Usted como un militarista. ¿Se debe eso a su formación?
Iván Marino Ospina:
Creo que hay un malentendido. Si fuera así no estaría en este sitio, dispuesto al diálogo. Lo que pasa es que para decir las cosas no me gustan los rodeos. Yo soy directo, mi formación ha sido como la de cualquier revolucionario convencido de la lucha. Uno no le puede caer bien a todo el mundo. Seguro que esas personas de que Usted me habla son del ejército.
¿Cómo va a respetar el M-19 el cese al fuego?
Iván Marino Ospina: Mire Uste. El M-19 no va a disparar un solo tiro en contra de los acuerdos que ahora se han logrado. Vamos a permanecer vigilantes. Nosotros no sabemos cuanto durará la tregua, nadie lo sabe. Vamos a trabajar por el pueblo para que dure mucho tiempo.
¿Para Usted que es la Paz?
Iván Marino Ospina: Para mi, como para todo el pueblo Colombiano, significa que podamos vivir en una patria libre, donde la democracia sea total, donde todos podamos vivir sin odios, con trabajo, con educación, con salud. Todo eso es Paz.
Si Usted se incorpora de nuevo a la vida urbana, a la vida del colombniano corriente, ¿Tomará medidas para proteger su vida o actuará como lo estaba haciendo Toledo Plata antes de morir?
Iván Marino Ospina: A toledo Plata lo asesinaron los malos hijos de Colombia, los hombres que están incrustados en el gobierno y no quieren la paz. Por eso nosotros debemos estar atentos a todo lo que suceda en contra de la paz. Desde luego yo tomaré medidas para proteger mi vida, aunque si tengo que ofrecerla a la patria, lo haré entusiasmado.
¿Qué siente Usted al ver que la Paz está mas cerca?
Iván Marino Ospina: En este momento que por fin se vislumbra la apertura de un espacio político, me embarga una gran alegría, una gran satisfacción, pero siento además nostalgia por no tener a mi lado a nuestro Comandante Jaime Bateman y a Carlos Toledo Plata, que lucharon con entereza, con voluntad férrea por la paz y por la patria".
Pero la paz no se acerca. El Gobierno dilata el cumplimiento de los acuerdos: El diálogo Nacional no comienza y el ejército sostiene una actitud de hostigamiento sobre los campamentos guerrilleros en tregua. Por eso hay que seguir peleando por la paz.
Iván viaja a Mexico para entrevistarse con el Presidente en momentos en que el gobierno ya tomó la decisión de atacar y aniquilar a nuestra fuerza militar en Yarumales.
El gobierno, los sectores oligárquicos y la gran prensa se amparan en una declaración de nuestro Comandante para alegar que el M-19 no tiene una voluntad de paz. Además han pretendido mostrar que debido a esta declaración , Ivan Marino dejó de ser nuestro Comandante General.
Esto es falso y tendencioso: cualquier patriota honesto, todo combatiente sabe que la lucha se construye sobre aciertos y errores, y que no es estilo de revolucionarios derrocar a quienes han tenido sobre sus hombros el peso de la responsabilidad de todo un proyecto. Nosotros hacemos evaluaciones del conjunto de la actividad de cada dirigente frente a nuevos retos y mayores desarrollos. Nadie mejor que Ivan lo dice:
“ La grandeza del M-19 se mide en que no tiene hombres perpetuos en la Dirección Nacional. En la medida en que el proceso nos lo exige, en la medida en que el pueblo reclama hombres que representan a toda Colombia, a toda la patria, el M-19 en su evaluación interna ha aceptado que Iván Marino sea relevado de la Comandancia y otro hombre con cualidades humanas, políticas, de gran capacidad de análisis y de síntesis, como Alvaro Fayad, ocupe el primer puesto de mando del M-19. Iván Marino, como un combatiente, como un revolucionario, ocupará la posición que la Conferencia Nacional del M-19 le asigne”.
Los Robles, febrero de 1985
De los Robles, cada combatiente, todo dirigente sale con una tarea, una responsabilidad. Con la mente fija en que tenemos que ser gobierno para que comience la paz del pueblo, la justicia y la democracia.
Iván Marino cumple con su responsabilidad hasta el día en que con valor y generosidad entrega su vida por la patria. Convencido de estar defendiéndola. Consciente de que los que luchan por el futuro no desaparecen.
“Las negociaciones entre Betancur y el M.19 fueron complejas. En ellas el papel de Ivan Marino Ospina ha sido decisivo: como jefe de dicha organización participó personalmente con algunos de sus compañeros en la primera entrevista celebrada en Madrid, en octubre de 1983, entre el Presidente de la República y los jefes guerrilleros. Entrevista histórica, sin precedente, y que fue posible gracias a la valentía política de la primera autoridad colombiana y a la inteligencia de Marino Ospina y de sus compañeros dispuestos a buscar soluciones de paz después de varios años de lucha armada sin resultados..”
“Conviene recordar que la firma de la tregua con el M-19, en Corinto, en agosto de 1984, dio lugar a una expresión de alegría en todo el país, era un hecho político impresionante y fundamental, porque demostraba hasta que punto los esfuerzos del Presidente Betancur reflejaban unos sentimientos profundos en las mas amplias capas del país. Pero no pensaban igual las fuerzas represivas. La tregua establecía una situación inevitablemente confusa en ciertas regiones del país; los guerrilleros no se disolvían; era ua situación de paz armada, una etapa transitoria para dar tiempo a que el gobierno pudiese poner en marcha una serie de reformas que habían sido estipuladas en el acuerdo de Corinto. En esta situación tan compleja, aprovechando diversas circunstancias , incluídas no pocas provocaciones , lo cierto es que las fuerzas militares nunca han cesado de perseguir de una u otra forma a las unidades del M-19. Los pretextos eran varios, pero la voluntad permanente. En junio de este año el citado grupo guerrillero declaró rota la tregua como consecuencia del acoso a que estaba sometido. Estos antecedentes son fundamentales para comprender lo que ha ocurrido en los últimos días…”.
“Parece evidente pues que la lógica a la que respondían los grupos militares organizadores del asalto a la casa de Cali en la que residía Marino Ospina era principalmente la de cerrar el paso a la eventualidad de un nuevo proceso negociador. Todo indica que ha habido elementos de provocación contra los guerrilleros, pero quizá también contra la política del Presidente. (EL PAIS, Madrid, 2 septiembre de 1985)
(Apartes de la carta del compañero Alejandro a un periodista de El País de Cali)
“ Me hubiera gustado que usted hubiera conocido a Iván Marino Ospina. En él hubiera visto ante todo un temple moral del cual está escasa, harto escasa, la casta que gobierna Colombia. Se lo digo sin arrogancia.
Porque Iván Marino Ospina no es simplemente un Comandante de la “Subversión”. Iván es 30 años de lucha, de sacrificios, de irrenunciable vocación de dignidad, de decidida voluntad de victoria. De verdad, ojalá usted lo hubiera conocido, y se hubiera dado cuenta de la verdadera consistencia de este hombre cuyo rostro ya muerto parece reflejar la tranquila satisfacción del deber cumplido. La plena seguridad de un triunfo que él ayudó a forjar.
Sí Iván Marino era un duro, pero duro en la discusión, duro para la pelea, porque era profundo en sus convicciones de paz. Duro pero no sectario: Porque era un convencido de la democracia. Duro pero flexible. Porque su dureza no era la rigidez de las estructuras oligárquicas. Su dureza era la del músculo vivo ejercitado para la brega y la victoria.
Duro pero modesto. Su tránsito por la Comandancia General del M-19 fue la permanente aceptación, la dura aceptación de una verdad, que Jaime Bateman expresó en repetidas ocasiones: la necesidad de acabar con el mito de los hombres perfectos. Porque el primero de ser consciente de sus defectos y limitaciones era el mismo Iván. Y uno de sus mayores defectos era el de una excesiva severidad consigo mismo.
Ojalá, Usted pudiera hablar con Fanny, su viuda, y con sus hijos Diego Hernan y Mauricio. Ellos le pueden contar mejor que ninguno, de la entrega diaria, de la fortaleza de sus sentimientos. Y de pronto, Usted, a través de ellos, descubra a un ser profundamente tierno y sensible, capaz de prodigar en los cortos paréntesis de la lucha su amor de esposo y de padre.
Entonces se dará cuenta, con la certeza que hoy yo tengo, que la muerte de Iván no fue hija de la desesperación, sino consecuencia de afrontar con coraje un ineludible enfrentamiento. La muerte de Iván tampoco es un anuncio de derrota del M-19. Esa entereza demostrada no es propiedad privada de Iván Marino. En las filas del M-19 se prodiga el heroismo y se hace cotidiano en la tarea opaca y en la luminosidad del combate. No porque seamos mejores que nuestros adversarios. Es porque la causa por la que luchamos es justa y posible….”.