El país ha visto un reforzamiento del aparato militar sin precedentes: creación de nuevas divisiones, perfeccionamiento y renovación de armas ofensivas de todo tipo, aumento del pie de fuerza, asesoría extranjera y todas las especies ya conocidas en la guerra centroamericana.
A cuatro horas de Bogotá la situación de orden público está degenerando en una guerra. Por el río Magdalena bajan los muertos diariamente, como en los años de La Violencia. El testimonio de Germán Santamaría, enviado especial del diario gobiernista "El Tiempo", no deja lugar a dudas sobre el drama que se está gestando en Colombia.
Sólo los que vivieron la violencia pasada en el Valle o Tolima, pueden entender lo que está pasando en el Magdalena Medio. Al margen de cualquier consideración política o social, allí se asesina a tanta gente y de manera tan perversa, que se diría que no se están matando entre sí colombianos sino que se está cometiendo un crimen contra la humanidad y el derecho a la vida.
A esta altura, ya todos los líderes de izquierda de la región que operaban públicamente fueron eliminados o huyeron. Por ello, ahora la acción de muerte se endereza a nivel de exterminio o expulsión masiva de campesinos y colonos.
"Aunque en la propaganda oficial las movilizaciones del pueblo aparezcan como una serie de episodios locales aislados, la continuidad y contenido de las demandas, referidas a los derechos más elementales del hombre y manifiestas a lo largo y ancho del país, dan la medida del descontento frente al actual gobierno y la necesidad de articular tales luchas en torno a un provecto democrático."
“Las contradicciones implícitas en la política exterior y su relación con la política interna, han sembrado inquietudes y protestas. Qué motiva al Presidente a llevar sus tesis sociales a Centroamérica y traernos a cambio las tesis militaristas rechazadas por el grupo Contadora?”
“Los problemas críticos de la sociedad, ¡a distribución de ingresos y la concentración de la tierra, no han sido tocados por el gobierno.”