"A los que creyeron en esta utopía. A los que creyendo en ella murieron. A quienes por creer en ella vivimos. Dedicado a los miles de etc., etc., sin bando, depositarios de la gloria y de nuestro amor, recuerdo y llanto. Dedicado a los cientos de anónimos que día a día construyeron esta historia. Que vivan todas y todos para que sólo podamos morir de amor, de ilusión, de paz o quizá de tiempo." (Aquel 19 Será - D.Villamizar)
Movimiento 19 de Abril M-19
Porque siempre habrá un motivo, porque siempre llegará un abril
Reaccionar para avanzar
*Baltasar Garzón
Alguien ha dicho que nos ha tocado vivir los tiempos de la vergüenza, la mediocridad y la renuncia.
VERGÜENZA por el abandono de unos principios que nos deberían ayudar a afrontar y superar los retos de una crisis económica fabricada por un capitalismo rampante, prototipo de la corrupción política y económica alineada con la libre evolución de los mercados y la incompetencia de unos líderes políticos y responsables económicos más atentos al aprovechamiento personal y corporativo que al servicio público y progreso social al que, respectivamente, se deben.
MEDIOCRIDAD, porque se ha desarrollado una visión alicorta de la situación política, social y económica en la que todos tratan de destruirse escupiéndose necedades a la cara, pero olvidando tomar decisiones consensuadas en beneficio de los ciudadanos. El interés inmediato es el interés del poder, pero sin una idea clara de qué hacer con él más allá de la simple detentación del mismo.
RENUNCIA, porque, culpablemente, todos, en un escenario de corresponsabilidad, estamos consintiendo y propiciando esa situación sin desarrollar una exigencia firme, sosegada y definitiva de rendición de cuentas a la sociedad y sin participar para que la situación cambie. Se ha cedido de forma definitiva a la acción de los que siempre detentan el poder real en una sociedad galvanizada y adormecida a la que cada vez más se le restringe el protagonismo en la esfera de los acontecimientos que la afectan y marcan su destino. El conformismo ante lo inevitable se ha convertido en la regla, cuando en realidad debería ser esa misma sociedad civil la que quebrara la inercia impuesta arteramente por los partidarios de que la situación no cambie.
Los falsos líderes, a imagen de los exaltados telepredicadores que vociferan en los canales de la televisión por cable, aparecen como salvadores de las conciencias de esa sociedad sumisa, sometida al encanto del insulto y la vaciedad.
Frente a todo esto es preciso REACCIONAR y llamar a las cosas por su nombre.
¿QUÉ LE PASA A LA SOCIEDAD CIVIL ESPAÑOLA QUE NI SIENTE NI PADECE?
Parece que en lo único que nos ponemos de acuerdo es en el tipo de reality show que veremos por las noches.
A lo largo de los días en España y fuera de nuestras fronteras se producen muchos acontecimientos que, cada uno por sí solo debieran hacer estallar las conciencias de los ciudadanos más indiferentes.
Son noticias que hablan de muertes masivas, de violencia institucional, de masacres de niños, de violaciones sistemáticas de derechos humanos de cientos de miles de personas.
Sin embargo, estas noticias al poco tiempo no son siquiera recordadas. Otros muertos, otros atropellos y múltiples despropósitos internacionales ocupan su lugar y como siempre la gran masa permanecerá indiferente.
Hace unas semanas leía en La Vanguardia una serie de artículos, publicados por el periodista Martín de Pozuelo, que desvelaban para el gran público que, según los últimos estudios de los grupos que están peleando porque no desaparezca la atención sobre la memoria histórica de las víctimas de los crímenes franquistas, las desapariciones forzadas de personas estarían próximas a las trescientas mil personas. También asistí con sorpresa a la desaparición de un buen canal de televisión como es CNN+ en diciembre de 2010 y a su sustitución por Gran hermano 24 horas y después por otro programa de menor nivel intelectual. Estas dos noticias, por diferentes razones, deberían hacer estallar las conciencias de las personas con un mínimo de compromiso social. Sin embargo, cuesta trabajo encontrar a quienes las hayan leído y asimilado para reaccionar.
Por otra parte asistimos escandalizados y perplejos a la serie de noticias relacionadas con un prominente político italiano y sus supuestas acciones libertinas y soeces, ejecutadas con claro abuso de su posición política, y no pasa nada. Un poco de caída electoral, pero si el control mediático es adecuado incluso la situación se torna favorable al personaje.
Estas y otras anécdotas demuestran el desinterés de la sociedad en general y de los jóvenes en particular por cosas que realmente merecen la pena y por la regeneración democrática de la sociedad.
VIVIMOS EN EL INSTANTE
Todo esto y mucho más acontecen en un momento. Es la disección del instante en el que el núcleo del problema es extraído del baúl del olvido y de la indiferencia. Y esa realidad, que debería generar debates muy serios y conclusiones determinantes para el cambio, se convierte en anécdota o comentario de tertulia de los más comprometidos. Los demás, ni caso.
Por desgracia la capacidad de indignación, motor de la capacidad para reaccionar, está vacía. El nivel de adormecimiento es muy peligroso porque conduce al desinterés más absoluto por lo público y por lo solidario. Nada es mío y, por tanto, nada tengo que hacer por mejorarlo. Por ejemplo, en el ámbito de la corrupción. La corrupción como fenómeno que genera injusticia y desigualdad entre los ciudadanos debería levantar océanos de protestas y rechazo frente a quienes deberían ofrecer respuestas para erradicar esas prácticas torticeras en una sociedad y no lo hacen. Por el contrario en España todo es diferente, la situación se torna peculiar porque no da miedo ser corrupto, incluso se festeja al que lo es, lo que preocupa y desfavorece es que te descubran.
«Sabemos[1] de casos de flagrante corrupción en los que se han visto envueltos ciertos políticos (de primer nivel local, autonómico y nacional en España) cuyos apoyo electoral y apreciación política no se han visto afectados por semejante conducta. Más bien al contrario. Incomprensiblemente, las máquinas propagandísticas (y los mecanismos de manipulación mediáticos) de los partidos, o de algunos de ellos, anestesian la memoria de los ciudadanos para conseguir el olvido o, al menos, la condescendencia ante la promesa de que determinados hechos no volverán a producirse y que la limpieza y la pureza de la gestión serán en el futuro la norma». Pero no es verdad, lo cierto es que actúan con trampa para captar el voto y desprecian al ciudadano crédulo y acrítico que consiente en el engaño porque es más cómodo hacerlo que enfrentarse y denunciar esas prácticas.
Es ese conformismo culpable, el que ha hecho que «la ética[2] en la gestión pública sea considerada hoy día por muchos como una monserga moralista que ni siquiera los más puros se plantean (porque) si lo hacen serán tachados de románticos trasnochados o utópicos impenitentes. La corrupción, especialmente la ideológica, ha penetrado en las mentes de muchos y asistimos impávidos a una especie de aniquilación moral controlada por algunos medios de comunicación, económicos y políticos que nos hacen olvidar la esencia del compromiso y de la responsabilidad como bases del sistema democrático».
VER, OÍR Y CALLAR
Esto, necesariamente, tiene que cambiar, este consentimiento indiferente tiene que revertir, en especial en los jóvenes, en un compromiso militante frente a la corrupción. La sociedad, con independencia del signo político que ostenten quienes incurren en estos comportamientos, debe denunciarlos y expulsarlos de la representación que pretenden, porque un corrupto no representa a nadie más que a su propia indignidad. Los ciudadanos tenemos que reivindicar el espacio que algunos formadores de opinión, debidamente asalariados por aquéllos, han ocupado, usurpando el lugar que nos corresponde. No podemos renunciar a conseguir que los líderes y los representantes populares abandonen la demagogia y la mentira a cambio de permanecer en un puesto que honesta y democráticamente no les corresponde desde el momento en el que quebrantan el acuerdo con el ciudadano sellado en una elección democrática. Consentir que esto permanezca y asistir impasibles, una o mil veces más, a los discursos fatuos que justifican este estado de cosas nos embrutece como personas y nos descalifica como miembros de una comunidad democrática que responde y se mide de unos principios opuestos al aprovechamiento: la desidia, la inmoralidad y el oportunismo.
Yo propongo a todos los partidos políticos concurrentes a las próximas elecciones, más allá de la suscripción de códigos éticos, que no hagan buena la frase de un ex presidente español cuando decía a un candidato novel que le sugería no hacer tantas promesas electorales: «Las promesas en campaña electoral se hacen para no cumplirlas»; un lema electoral común: «No mentiremos a los ciudadanos», «No prometeremos nada que no cumplamos», «No jugaremos con la necesidad y la esperanza del pueblo», «No subastaremos sus sentimientos y legítimas aspiraciones», y también, por qué no, les haría una petición: «Hagan que los ciudadanos españoles crean en la política».
Y a los miembros más veteranos de esta sociedad del siglo XXI les pido y casi les exijo que dejen de estar mediatizados por el miedo, la timidez, la trivialidad de los compromisos sociales, por las falsedades religiosas, por las actitudes pasivas que nos asemejan a una especie de avestruz humana que esconde la cabeza debajo del forro de la chaqueta y que se tapa los oídos y los ojos para no vivir lo que ocurre ante nuestros ojos, siguiendo el lema de «ver, oír y callar».
Este ejemplo es nefasto para las generaciones más jóvenes. Si hemos contribuido a crear espacios en los que la responsabilidad y el compromiso son inexistentes y a que las expectativas de futuro sean más bien escasas, pongámonos las pilas y hagamos algo para corregirlo y resucitar el interés por lo público, por lo social y por lo político.
Me dan igual la profesión o el empleo del sujeto, pero siempre existirán categorías de personas: unos, los que sobreviven; otros, los que viven del esfuerzo de los demás; otros, los que se esfuerzan, y por último aquellos que simplemente son espectadores. Con ser malos los que se aprovechan de los demás, estos últimos (los espectadores) son los más perversos porque para ellos todo acontece como en una película. Pagan su entrada y ello les da derecho a un sitio preferente para disfrutar del espectáculo y criticarlo, pero sin participar en él; cuando termina la representación, se marchan a su casa en su cómodo vehículo y continúan viviendo en el magma amorfo y vacío de una prosperidad diseñada por hábiles manos que todo lo mueven, que todo lo saben y que todo lo controlan.
Por desgracia en el mundo occidental actual hay demasiados espectadores y pocos protagonistas. Vivimos en una sociedad epidérmica preñada de superficialidad en la que a quienes se comprometen y pelean por mejorar y cambiar las cosas se los persigue y aniquila.
Como decía antes, es indiferente la profesión, pero me preocupa profundamente la moda generalizada en determinados medios de comunicación que se impone por momentos, y en la que el insulto y la descalificación son gratuitos y abundantes en detrimento del diálogo, el respeto y la discrepancia. Debería indignarnos cada vez más la proliferación de cadenas con apoyos políticos y empresariales claramente definidos, cuyos programas de televisión basan el éxito en atemorizar y amedrentar a la ciudadanía diciendo a la mitad de España que la otra mitad está formada por una banda de cabrones egoístas e incompetentes. Para hacerlo tan sólo cuentan con el argumento del grito y la expresión soez, y con ello faltan a la más elemental ética y al respeto a la diferencia que deben revestir la convivencia democrática.
Otra cosa que nos debería preocupar seriamente es la despreocupación por que los jóvenes y los niños conozcan desde las escuelas los hechos históricos determinantes que acontecieron en España y que durante más de cuarenta años se ocultaron. En todos los países democráticos que conozco y que han tenido un periodo dominado por la represión y la dictadura se han hecho esfuerzos para contarlo y explicarlo en los planes de enseñanza; como también se ha intentado dar una respuesta desde la justicia. Aquí setenta y cinco años después todavía se sigue sin reconocer una parte de la historia.
Todos deberíamos sentir que algo muy injusto se está produciendo alrededor. Casi todos nos damos cuenta de que los valores democráticos están a la baja y no nos rebelamos. Todos asistimos al cambio de protagonismo en la esfera pública y privada en la que determinadas corporaciones marcan el ritmo y la melodía y casi nadie hace nada.
Pero sería injusto afirmar lo anterior con carácter absoluto. Por fortuna hay miles de personas en el mundo que entregan su vida por un ideal o en un trabajo solidario, humanizando los proyectos de cooperación, vigilando para evitar los latrocinios que se cometen con la cobertura de una ayuda humanitaria por falta de control. Son estos modelos los que una sociedad vigilante y comprometida debe seguir para cambiar las cosas, coordinando todos los esfuerzos en una forma permanente y sistemática hasta el punto de denunciar y hacer que se persigan las omisiones culpables.
Por ejemplo, lo que sucede en Haití, lo que tiene lugar en Somalia, en Myanmar, Afganistán o Pakistán, por citar sólo algunos de los más extremos; o lo que también está pasando en España con la renuncia a conquistas judiciales como la de la jurisdicción universal. Frente a un retroceso tan cierto como evidente, aunque se adorne de falsas ventajas, que redunda en perjuicio de las víctimas y a favor de la impunidad, debemos protestar y reaccionar a la vez que sentir vergüenza por esta triste decisión. España, que había conseguido un lugar en el mundo por la defensa de este principio y por su aplicación, hecho que despertó la esperanza de miles de víctimas, se ha hundido en la fosa de la vulgaridad jurídica al volver a defender una visión localista y estrecha del derecho penal internacional y de los derechos humanos.
LOS DERECHOS HUMANOS
La renuncia a las conquistas en pro de esos derechos humanos, entre los que se encuentra el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, es el atentado más peligroso para una democracia que aspira a consolidar un liderazgo moral en la esfera internacional. Los que han propiciado esto no pasarán a la historia como aquellos que defendieron a los más necesitados de protección sino como los que facilitaron la impunidad de los perpetradores de las mayores masacres de la historia. Ésta es la realidad de una España que permite la existencia de cientos de miles de víctimas sin reconocerles la categoría de tales. Su olvido es su vergüenza.
En la sociedad globalizada actual, junto a los avances de la técnica y de los nuevos mecanismos de comunicación que han devenido en instrumentos indispensables para la democratización de las estructuras de participación y que están cambiando la relación de los ciudadanos con sus representantes, se han desarrollado las lacras de la guerra, del terrorismo, del crimen organizado, de la corrupción, del narcotráfico, de la violencia de género, de la xenofobia, de la intolerancia, de la exclusión, del racismo y de la impunidad. Frente a todas ellas los jueces deben asumir un papel protagonista, abandonando la vieja función de meros mediadores de normas. Deben ser profesionales dinámicos, científicamente preparados, responsables, de firmes convicciones democráticas, informados y esencialmente comprometidos con la sociedad a la que sirven para defenderla, sea cual sea el poder al que se enfrenten, de aquellas amenazas.
La JUSTICIA no sólo hay que aplicarla sino que también los ciudadanos deben percibirla así para ganar confianza en el sistema al comprobar que la independencia y la imparcialidad judiciales son una realidad y una garantía razonables. Es esa razonabilidad la que debe impregnar el ejercicio de la profesión de juez por encima del sectarismo ideológico, la cobardía, el miedo o la sumisión al poder político, orgánico o económico de turno.
Para desarrollar esa difícil labor, sobre todo cuando ésta se desempeña en su más alto grado, la dedicación a la misma no puede ser a tiempo parcial, ni puede estar contaminada por relaciones con colegios profesionales, empresas, despachos, entidades y personas con los cuales puede tener una relación de administración de Justicia. La integridad no sólo debe ser una afirmación en la carrera judicial, sino, sobre todo, un hecho constatable y fuera de toda duda. Hay que recuperar la imagen inmaculada del juez y para ello la sociedad debe exigir transparencia en la actuación y una evaluación permanente de la labor desarrollada por los operadores del Derecho.
LA INDEPENDENCIA JUDICIAL
La independencia judicial es una necesidad en una sociedad democrática, pero no es un privilegio de unos pocos, sino una obligación anudada a la responsabilidad y la legalidad.
El juez independiente es un juez responsable. Pero esa independencia debe proclamarse tanto hacia fuera como hacia dentro respecto de los organismos y de las estructuras que gobiernan y dirigen la Administración de Justicia. El diseño de cualquier carrera judicial permite que puedan existir jueces subjetivamente subordinados al poder interno, cuando, frente a sus requerimientos, asumen no incomodar a aquellos que deciden las promociones, los nombramientos y los reconocimientos profesionales. Por eso ningún cargo judicial debería ser vicario de una determinada asociación ni vitalicio, en especial en la cúspide de la pirámide, porque esa circunstancia puede derivar o generar un poder corporativo que al carecer de contrapeso equivalente puede producir inseguridad jurídica en quienes están bajo la vigilancia jerárquica de quien impone una especie de dependencia interpretativa de la ley y dominan esa instancia. Ello, de hecho, puede conducir a la eliminación de la libertad y de la autonomía en la interpretación de las normas en instancias inferiores.
La amenaza de que una determinada forma de interpretar las normas se criminalice, cuando contradice esa interpretación oficialista, es suficiente para acabar con la independencia judicial.
Pero la reacción ciudadana no debe limitarse a denunciar los déficits de la Administración de Justicia —cuyos titulares, con carácter general, hacen una buena aunque insuficiente labor en los ámbitos civil, penal, social y contencioso—, sino principalmente a exigir a aquellos que no son capaces de ofrecer soluciones creíbles y que actúan por intereses particulares, políticos o corporativos en la designación de los cargos judiciales o constitucionales que asuman su labor democrática en favor del servicio público y en defensa de la Constitución. No pueden continuar sin hacerse efectivos los nombramientos de magistrados del Tribunal Constitucional o del Tribunal Supremo porque los intereses políticos de los grandes partidos lo impidan. Esta parálisis demuestra por una parte que se antepone el interés privado de un partido político determinado que cuenta con la aparente sumisión del candidato por encima de la exigencia del correcto funcionamiento democrático de las instituciones y por otra que priman esos intereses asociados sobre la necesidad de que el máximo órgano de la justicia constitucional funcione al completo. Debería introducirse un mecanismo según el cual existiera un tiempo máximo preceptivo para tales designaciones y en caso de no cumplirlo se exigieran responsabilidades políticas al más alto nivel.
Por último y aunque ya he mencionado el tema de los medios de comunicación hay una cuestión que me interesa resaltar y es el papel que desempeñan éstos en el campo de la Justicia, y cómo conjugar los intereses de la información con la defensa de los derechos de los justiciables, sobre todo en las causas penales.
Por desgracia en España no existe ningún mecanismo de regulación de estas situaciones entre las estructuras afectadas. Los jueces y los fiscales y demás funcionarios judiciales y policiales, expertos, etcétera no firman a la toma de posesión de su cargo ninguna cláusula de confidencialidad; tampoco lo hacen los profesionales del derecho; y por su parte los medios carecen de códigos al respecto. De modo que todos están sometidos a las normas generales de la Constitución, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y al Código Penal. En principio esto debería ser suficiente, pero no lo es.
Resulta ciertamente desalentador comprobar el poco ánimo de respetar el secreto sumarial por parte de los primeros como la poca voluntad de racionalizar la información sobre causas judiciales por parte de la mayoría de los segundos.
Así, en una especie de carrera de velocidad, el primer grupo compite facilitando información, muchas veces poco objetiva, y el segundo la utiliza en función de los propios intereses, y todos contribuyen a que la Administración de Justicia se degrade y no deje de ser una de las instituciones peor valoradas por los ciudadanos españoles y a que se destruya la credibilidad de la misma en sus actuaciones. Nadie o muy pocos tienen en cuenta los derechos en juego. El respeto de los mismos no impide faltar a la verdad, intoxicar e incluso manipular para obtener una información exclusiva o adecuada al propio interés defendido. En el camino se pierde la eficacia y la seriedad de una institución básica del Estado.
Frente a esta realidad los ciudadanos debemos reaccionar rechazando el juego perverso de los que juegan y comercian con el engaño y se aprovechan de la posición de debilidad que algunos afectados padecen. La falsedad de algunas informaciones, conscientemente aireadas por los que las propalan, debería ser inmediata y obligatoriamente reparada ante el desmentido por el responsable de la investigación, porque cuando así no se hace los acontecimientos posteriores exculpatorios en el seno de la causa penal no impedirán el daño ya consumado en la persona afectada
EL PAPEL DE LA SOCIEDAD CIVIL
Por todo lo anterior es preciso REACCIONAR PARA AVANZAR EN LA CONSECUCIÓN de cambios sustanciales y definitivos que contribuyan a generar una conciencia clara que evite la destrucción de la sociedad actual como comunidad de encuentro y solidaridad.
Es el momento de que la SOCIEDAD CIVIL ACTÚE UNIDA, mano con mano, hombro con hombro, como en las grandes ocasiones en las que ha sido convocada a salvar la situación. Hoy es el momento en el que, más allá del esfuerzo diario de sobrevivir, debemos ser capaces de poner fin a las acciones de los que quieren aprovecharse de las instituciones, corrompiéndolas y destruyéndolas, y de conseguir su expulsión de la vida pública.
Es ciertamente el tiempo DE REIVINDICAR la presencia y puesta en práctica en la vida pública de los VALORES BÁSICOS que conforman la convivencia en democracia.
Es el momento de EXIGIR UNA VERDADERA INDEPENDENCIA E IMPARCIALIDAD de los jueces, pero también de exigir PROBIDAD E INTEGRIDAD de los mismos ahuyentando cualquier forma de presión jerárquica que limite aquellos valores.
Es también la hora de DENUNCIAR EL ANQUILOSAMIENTO de ciertas instituciones por culpa de intereses de partido.
Es la definitiva ocasión de CONSTRUIR UNA SOCIEDAD MÁS LIBRE, INCLUSIVA, DEMOCRÁTICA Y EN PAZ, y en la que todos asumamos, sin trampas, la erradicación de la violencia como mecanismo de participación política y el respeto a la diversidad en una sociedad universal.
También es indispensable un verdadero CONTRATO DE LOS POLÍTICOS CON LOS CIUDADANOS ante los que, en forma directa y sin intermediarios, rindan cuentas de su actuación política, abandonando los escudos que hoy encuentran en las burocracias de los aparatos de los partidos y hacerlo sin regates cortos ni trampas.
Es el momento, en fin, de encontrar el EQUILIBRIO ENTRE LIBERTAD, DEMOCRACIA, SEGURIDAD Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA.
Mis últimas palabras van dirigidas a los que dedican su esfuerzo a luchar por la justicia, la verdad y la reparación a las víctimas de tantas atrocidades, y que a veces son olvidadas, denostadas, culpabilizadas o tratadas de forma selectiva. Todo esfuerzo es poco para conseguir una auténtica reparación. Todas las instituciones y los responsables públicos y, más aún, toda la sociedad estamos obligados a comprometernos hasta que definitivamente se obtenga esa meta.
«Las víctimas nos muestran el camino que debemos seguir si queremos recuperar nuestra dignidad, porque ellas nunca la perdieron»[3].
ARTÍCULOS
Todo ciudadano/a tiene derecho a una política honesta y sin corrupción ejercida por representantes directamente elegidos por el pueblo.
Todo ciudadano/a tiene derecho a una justicia independiente e imparcial, responsable y comprometida con la sociedad, que otorgue a las víctimas una verdadera reparación y protección de sus derechos.
Todo ciudadano/a tiene derecho a unos medios de comunicación libres, alejados de la manipulación y que ofrezcan información veraz y contrastada.
*Baltasar Garzón (Torres, Jaén, 1955) es magistrado y consultor de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional. Es titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional aunque está suspendido de sus funciones tras ser imputado por intentar investigar los crímenes del franquismo por la querella interpuesta por organizaciones de extrema derecha. Es doctor honoris causa por más de una veintena de universidades y entre los procesos judiciales más relevantes que ha instruido se cuenta la causa contra Augusto Pinochet y las dictaduras de Chile y Argentina, el terrorismo de Estado de los GAL, el caso Gürtel, el terrorismo de ETA o el narcotráfico en Galicia.
[1] Baltasar Garzón, prólogo a Breve historia de la corrupción, de Carlo Alberto Brioschi, Taurus, Madrid, 2010, pág. 16.
[2] Ibídem, pág. 17.
[3] Baltasar Garzón, La fuerza de la razón, Debate, Barcelona, 2011.
TRIBUNA: * LOURDES BENERÍA / *CARMEN SARASÚA
Según la Corte Penal Internacional, crimen contra la humanidad es "cualquier acto inhumano que cause graves sufrimientos o atente contra la salud mental o física de quien los sufre, cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil". Desde la II Guerra Mundial nos hemos familiarizado con este concepto y con la idea de que, no importa cuál haya sido su magnitud, es posible y obligado investigar estos crímenes y hacer pagar a los culpables.
Solo Islandia persiguió penalmente a los responsables de la crisis y dejó que sus bancos se hundieran
Los Gobiernos protegen a quienes han provocado la crisis
Situaciones como las que ha generado la crisis económica han hecho que se empiece a hablar de crímenes económicos contra la humanidad. El concepto no es nuevo. Ya en los años 1950 el economista neoclásico y premio Nobel Gary Becker introdujo su "teoría del crimen" a nivel microeconómico. La probabilidad de que un individuo cometa un crimen depende, para Becker, del riesgo que asume, del posible botín y del posible castigo. A nivel macroeconómico, el concepto se usó en los debates sobre las políticas de ajuste estructural promovidas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial durante los ochenta y noventa, que acarrearon gravísimos costes sociales a la población de África, América Latina, Asia (durante la crisis asiática de 1997-98) y la Europa del Este. Muchos analistas señalaron a estos organismos, a las políticas que patrocinaron y a los economistas que las diseñaron como responsables, especialmente el FMI, que quedó muy desprestigiado tras la crisis asiática.
En la actualidad son los países occidentales los que sufren los costes sociales de la crisis financiera y de empleo, y de los planes de austeridad que supuestamente luchan contra ella. La pérdida de derechos fundamentales como el trabajo y la vivienda y el sufrimiento de millones de familias que ven en peligro su supervivencia son ejemplos de los costes aterradores de esta crisis. Los hogares que viven en la pobreza están creciendo de forma imparable. Pero ¿quiénes son los responsables? Los mercados, leemos y oímos cada día.
En un artículo publicado en Businessweek el 20 de marzo de 2009 con el título "Wall Street's economic crimes against humanity", Shoshana Zuboff, antigua profesora de la Harvard Business School, sostenía que el que los responsables de la crisis nieguen las consecuencias de sus acciones demuestra "la banalidad del mal" y el "narcisismo institucionalizado" en nuestras sociedades. Es una muestra de la falta de responsabilidad y de la "distancia emocional" con que han acumulado sumas millonarias quienes ahora niegan cualquier relación con el daño provocado. Culpar solo al sistema no es aceptable, argumentaba Zuboff, como no lo habría sido culpar de los crímenes nazis solo a las ideas, y no a quienes los cometieron.
Culpar a los mercados es efectivamente quedarse en la superficie del problema. Hay responsables, y son personas e instituciones concretas: son quienes defendieron la liberalización sin control de los mercados financieros; los ejecutivos y empresas que se beneficiaron de los excesos del mercado durante el boom financiero; quienes permitieron sus prácticas y quienes les permiten ahora salir indemnes y robustecidos, con más dinero público, a cambio de nada. Empresas como Lehman Brothers o Goldman Sachs, bancos que permitieron la proliferación de créditos basura, auditoras que supuestamente garantizaban las cuentas de las empresas, y gente como Alan Greenspan, jefe de la Reserva Federal norteamericana durante los Gobiernos de Bush y Clinton, opositor a ultranza a la regulación de los mercados financieros.
La Comisión del Congreso norteamericano sobre los orígenes de la crisis ha sido esclarecedora en este sentido. Creada por el presidente Obama en 2009 para investigar las acciones ilegales o criminales de la industria financiera, ha entrevistado a más de 700 expertos. Su informe, hecho público el pasado enero, concluye que la crisis se hubiera podido evitar. Señala fallos en los sistemas de regulación y supervisión financiera del Gobierno y de las empresas, en las prácticas contables y auditoras y en la transparencia en los negocios. La Comisión investigó el papel directo de algunos gigantes de Wall Street en el desastre financiero, por ejemplo en el mercado de subprimes, y el de las agencias encargadas del ranking de bonos. Es importante entender los distintos grados de responsabilidad de cada actor de este drama, pero no es admisible la sensación de impunidad sin "responsables".
En cuanto a las víctimas de los crímenes económicos, en España un 20% de desempleo desde hace más de dos años significa un enorme coste económico y humano. Miles de familias sufren las consecuencias de haber creído que pagarían hipotecas con sueldos mileuristas: 90.000 ejecuciones hipotecarias en 2009 y 180.000 en 2010. En EE UU, la tasa de paro es la mitad de la española, pero supone unos 26 millones de parados, lo cual implica un tremendo aumento de la pobreza en uno de los países más ricos del mundo. Según la Comisión sobre la Crisis Financiera, más de cuatro millones de familias han perdido sus casas, y cuatro millones y medio están en procesos de desahucio. Once billones de dólares de "riqueza familiar" han "desaparecido" al desvalorizarse sus patrimonios, incluyendo casas, pensiones y ahorros. Otra consecuencia de la crisis es su efecto sobre los precios de alimentos y otras materias primas básicas, sectores hacia los que los especuladores están desviando sus capitales. El resultado es la inflación de sus precios y el aumento aún mayor de la pobreza.
En algunos casos notorios de fraude como el de Madoff, el autor está en la cárcel y el proceso judicial contra él continúa porque sus víctimas tienen poder económico. Pero en general, quienes han provocado la crisis no solo han recogido unas ganancias fabulosas, sino que no temen castigo alguno. Nadie investiga sus responsabilidades ni sus decisiones. Los Gobiernos los protegen y el aparato judicial no los persigue.
Si tuviéramos nociones claras de qué es un crimen económico y si existieran mecanismos para investigarlos y perseguirlos se hubieran podido evitar muchos de los actuales problemas. No es una utopía. Islandia ofrece un ejemplo muy interesante. En vez de rescatar a los banqueros que arruinaron al país en 2008, la fiscalía abrió una investigación penal contra los responsables. En 2009 el Gobierno entero tuvo que dimitir y el pago de la deuda de la banca quedó bloqueado. Islandia no ha socializado las pérdidas como están haciendo muchos países, incluida España, sino que ha aceptado que los responsables fueran castigados y que sus bancos se hundieran.
De la misma forma que se crearon instituciones y procedimientos para perseguir los crímenes políticos contra la humanidad, es hora de hacer lo mismo con los económicos. Este es un buen momento, dada su existencia difícil de refutar. Es urgente que la noción de "crimen económico" se incorpore al discurso ciudadano y se entienda su importancia para construir la democracia económica y política. Como mínimo nos hará ver la necesidad de regular los mercados para que, como dice Polanyi, estén al servicio de la sociedad, y no viceversa.
*Lourdes Benería es profesora de Economía en la Universidad de Cornell.
*Carmen Sarasúa es profesora de Historia Económica en la Universidad Autónoma de Barcelona.
1. La Colosa se encuentra ubicada en la Zona de Reserva Forestal Central, un área estratégica de alto valor ambiental para el sostenimiento de procesos naturales, sociales, económicos, ecológicos y culturales.
2. La Multinacional Anglogold Ashanti, Colombia S.A., desarrolló de manera “ilícita” trabajos de exploración en la zona, dado que previamente debía solicitar la substracción del área, violando la Constitución Nacional, la Ley 99/93 de Medio Ambiente, El Código de los Recursos Naturales y Convenios de Naciones Unidas sobre protección del medio ambiente y la Biodiversidad.
3. El oro presente en Cajamarca se encuentra diseminado en partículas microscópicas, “oro invisible”, lo que obliga a construir canteras a CIELO ABIERTO, que destruyen las coberturas vegetales, suelos, biodiversidad y afectan los Nacimientos de Agua de la zona de explotación.
4. De la mina se extraerán entre 25.000 y 50.000 Toneladas Diarias de Roca, produciendo unos Cráteres que pueden tener más de dos Kilómetro de Diámetro por 700 metros de profundidad en promedio.
5. Para remover y pulverizar la roca se utilizará dinamita. Las detonaciones liberarán compuestos Nitrogenados, que al mezclarse con el oxígeno del Aire, generan Óxidos Nitrogenados, que al entrar en contacto con el Agua y la alta Humedad Relativa del Medio Ambiente, producirán Acido Nítrico, compuesto químico que contribuye parcialmente a la formación de Lluvia Ácida.
6. Para lixiviar (precipitar) el oro microscópico se utilizará cianuro. Las dosis letales para humanos son, en caso de que sean ingeridas, de 1 a 3 miligramo (mg) por kilogramo (kg) del peso corporal, en caso de ser asimilados, de 100-300 mg/kg, y de 100-300 partes por millón (ppm) si son aspirados. Esto significa que una porción de cianuro más pequeña que un grano de arroz sería suficiente para matar a un adulto. Concentraciones en el aire de 200 ppm de cianuro de hidrógeno son letales para animales, mientras que concentraciones tan bajas como 0.1 mg/L son letales para especies acuáticas sensibles.
7. El CIANURO y demás químicos que se utilizarán en la Colosa pueden contaminar las fuentes hídricas de las cuencas de los Ríos Bermellón y Coello. También se verá afectado el Sistema de Riego de Usocoello, el cual cuenta con una extensión total de 63.200 hectáreas (ha) y una estructura de riego para 25.624ha, una red de 388 km de canales que beneficia a más de 2.400 familias. El distrito es de carácter multipropósito ya que con la Hidroeléctrica de Ventanas, genera energía eléctrica para los municipios de San Luis, Guamo, Ortega y abastece a los Acueductos Municipales de Coello, El Espinal y Chicoral.
8. La Procuraduría General de Nación en comunicación directa a la Directora de Ecosistemas del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, 21 de noviembre de 2008, hace petición de NEGAR la solicitud de sustracción del área de reserva forestal, dado que los problemas ambientales serán de gran magnitud y en algunos casos irreversibles. Se reporta que 161 Fuentes Hídricas corren riesgo de desaparecer por la actividad minera.
9. Se calcula que el proceso de extracción de oro, específicamente para 50.000 Toneladas Diarias de Roca, utilizará Dos Millones (2.000.000) de Litros de Agua por Hora. Esto equivale, al AGUA que consume una persona en 35 años de su vida. El 40% del AGUA usada en minería se evapora o se dispersa, cantidad que no podrá utilizar Uso-Coello para Riego y los Acueductos Municipales mencionados, para consumo humano.
10. El uso intensivo del agua que requiere la Megaminería y su contaminación, tendrá Impactos Negativos en la Agricultura de El Espinal, Guamo, Coello, y el corregimiento de Chicoral. Se perderán los empleos permanentes de la producción agrícola, mientras que los empleos generados por la Mina son Transitorios y Escasos.
11. Según el Estudio general de riesgos integrales del proyecto de exploración y explotación minera La Colosa, elaborado por intelectuales progresistas de la Universidad del Tolima, y muy a pesar de la justificación del gobierno de mejorar servicios públicos esenciales con el proyecto Minero, el análisis costo-beneficio de distintos escenarios contaminantes, ha mostrado que los costos sociales y ambientales serían muchos mayores que los beneficios potenciales, tanto en Cajamarca como en distintos Municipios del distrito de riego USO-COELLO.
12. En el área a Explotar se hallan importantes especies de fauna y flora, entre ellas, el Perico Paramuno, que se encuentra en peligro de extinción. La Cantera a Cielo Abierto- MCA- destruirá su Hábitat Natural Biodiverso y acelerará su Extinción Definitiva.
13. Según las nefastas experiencias mundiales, El Desconcierto a Cielo Abierto de la Megaminería con cianuro, aumenta la incidencia de Cáncer Pulmonar, Vejiga y Leucemia. Además, Incrementa las enfermedades Respiratorias, Renales, Reproductivas (Deformación del Feto), Dérmicas, Intestinales, y Visuales.
http://elsalmonurbano.blogspot.com/2010/02/13-razones-para-oponerse-la-exploracion.html
Para ver videos relacionados: http://elsalmonurbano.org/videos/videos.html
El gobernador del Tolima en pleno ejercicio de sus libertades sexuales conoce en una fiesta a un joven muy lindo, hasta acá todo normal, le ha pasado a usted y me pasa a mí todas las noches, que vivan las fiestas.
Al igual que la mayoría de los jóvenes de la ciudad de Ibagué, el nuevo amigo del gobernador está desempleado a pesar de haber estudiado Secretariado Comercial, Negocios Internacionales y Lenguas Modernas en la única universidad pública que funciona en la ciudad.
Después de la resaca de la fiesta y del dolor de espalda, el gobernador llama al muchacho a preguntarle qué va a hacer está tarde, el joven le responde que lo mismo que hace todas las tardes, salir a buscar trabajo.
No es que este joven sea la excepción, él sale a buscar trabajo como lo hace todos los días los casi 100 mil jóvenes que están sin empleo en Ibagué, una ciudad de 500 mil habitantes.
Ibagué lleva más de diez años siendo la ciudad latinoamericana con más desempleo y el gobernador de la región preocupado por la suerte del joven empieza a buscarle trabajo, llama a Cortolima y no hay papa para tanta gente, llama al Palacio de Justicia y nadie le contesta, llama a la Universidad del Tolima y el rector tampoco le contesta, pues está en la Fiscalía siendo investigado por corrupción y no es de menores.
Y finalmente el gobernador en ese ejercicio mental que consiste en quien me debe favores, recuerda que él le debe miles de millones de pesos al hospital FEDERICO LLERAS, el único hospital que hay en la región.
El Gobernador llama al director del hospital para que le ayude a darle empleo a este pobre muchacho que desde que salió de la universidad, sigue sin hacer nada.
El gerente del hospital le contesta el teléfono pensando que el gobernador le va a pagar la deuda y así pagarles a los médicos y enfermeras que trabajan hace meses sin recibir un centavo.
El gobernador le promete pagar, los políticos siempre prometen y le pide el favor de que le incluya en la nomina del hospital a este joven sin empleo.
Desafortunadamente al joven no le gusta la sangre, se desmaya con solo verla, le da alergia y vomito ver a tanto enfermo en los hospitales y no pueden darle trabajo en la sala de urgencias.
Además el muchacho es frágil como una rosa y no sirve de camillero pues hay que hacer fuerza y tener estado físico de atleta de maratón para mover enfermos por los cinco pisos del hospital de arriba a abajo, día y noche y en turnos de 24 horas.
Tampoco sirve de neurocirujano o psiquiatra pues los títulos de secretariado bilingüe, negocios internacionales y lenguas modernas tampoco lo acreditan, no por que el muchacho no tenga voluntad de salir adelante, es que los locos no son locas, le explica el director del hospital al gobernador.
Entonces solo queda inventarse un puesto de trabajo, en donde no vea una sola gota de sangre pero esos puestos están llenos, no hay cama para tanta gente en este hospital, el director del hospital tiene muchas amigas, primas y tías.
No es culpa de el director del hospital, se calcula que en Ibagué nadie conoce a alguien con empleo formal y estable, y tampoco nadie conoce a alguien que gane más de un salario mínimo, las únicas fuentes de empleo son la burocracia y la prostitución y que vivan la fiestas.
Pero Ibagué no es un pueblo corrupto como cualquier lector turista podría llegar a pensar, pues para garantizar la transparencia el nombramiento del director del hospital se hace en una fiesta llamada concurso para proveer el cargo de director del hospital.
Y como el gobernador no tiene muchos amigos inteligentes, el concurso siempre termina ganándolo un desconocido con ínfulas de llegar a ser gobernador y acá comienza el choque de trenes pero como en Colombia no existen trenes podemos llamarlo choque de consoladores para que el gobernador nos entienda.
Y entonces paso lo que nadie quiere, el gobernador no paga lo que le debe al hospital, el hospital no paga a los médicos y los médicos entran en paro pero todo esto se olvida pronto por que llega la temporada de las fiestas, que vivan las fiestas.
Ah tiempos aquellos en que el gobernador era el amo y señor de la burocracia, nombraba y descabezaba burros a su antojo y todo tenía que funcionar porque él era el único irresponsable.
Ahora se inventaron esto de la meritogracias... gracias al uno, gracias al otro y desgracias para nosotros.
Pequeños dictadores a sueldo dueños de su feudo no dejan que el gobernador mande como debe mandar y no le queda otra al señor gobernador que ser el amo y señor de los salones de belleza, la reina de las fiestas, que vivan las fiestas.
Y para eso se reinventaron las fiestas del Tolima, para olvidar las penas y para combatir el desempleo, por módicos 50 dólares la alcaldía de Ibagué manejada por otro módico medico permite a todos sus habitantes salir a las calles a vender cerveza a los turistas y a las putas que nos visitan.
Cuando no estamos en temporada de fiestas, vender en las calles es un delito, la policía persigue a vendedores y compradores por igual, es la única ciudad del mundo que una ley local multa a quienes le compran a los vendedores ambulantes y se obliga a la policía a robarle las mercancías de los vendedores ambulantes.
Pero llegan las fiestas y el alcalde permite por 50 dólares salir a las calles a vender cerveza, es el único trabajo legal para miles de ibaguereños que viven todo el año en la informalidad y se hace para permitirle a Bavaria, la gran compañía cervecera inglesa, salir a ganar montañas de dinero con la fiesta, que vivan los ingleses.
El eje central de las fiestas son dos desfiles que recorren la única calle pavimentada y de tres carriles que tiene Ibagué.
Y si usted amigo lector turista ya está haciendo maletas para venirse, no se ilusione, las fiestas del San Juan y del San Pedro de Ibagué no se parece en nada al carnaval de Rio o a los carnavales de Oruro.
En realidad la fiesta del San Juan y San Pedro es una marcha de borrachos armados con machetes y cuchillos, un desfile de reinas que esquivan botellazos a causa de su celulitis y en donde la comparsa más grande es la de ladrones que se aprovechan de los incautos turistas.
Este año el gobernador se encontraba durmiendo en MARIQUITA, una población a una hora de Ibagué cuando fue despertado con la noticia de que el desfile de las fiestas fue saboteado por los médicos y enfermeras del único hospital que hay en la zona, el hospital Federico Lleras.
Después de años sin recibir salarios de manera puntual, los médicos y enfermeras del hospital entraron en paro, eso significa que no hay atención medica en la ciudad, solo opera el servicio de urgencias para casos prioritarios, es decir si está en juego su vida.
Los médicos y enfermeros se cansaron de aguantar hambre, algunos esperan las sobras de los enfermos para comer, otros se aburrieron de ver que a sus hijos los echen de los colegios por no pagar las pensiones a tiempo.
Los más desafortunados son lanzados de sus casas por incumplir en los arriendos o embargados por entrar en mora con los bancos y los más afortunados han regresado a vivir con sus padres.
Y los que viven lejos se desesperan al tener que caminar largas distancias para llegar a su trabajo pues no tienen para pagar ni el pasaje en un bus.
Todos estos médicos, enfermeras y camilleros entraron en paro, viva la fiesta del paro.
La prensa local hablo de sabotaje a la fiesta popular, la prensa nacional no toco el tema, Bavaria la gran compañía cervecera tiene a sus pies los canales de televisión y las emisoras de radio, pauta miles de millones de publicidad en los medios de comunicación, es la fiesta del silencio.
El gobernador en Mariquita, angustiado daba órdenes para que un escuadrón de la policías especializado en combate con la guerrilla y armados con fusiles acabara rápido con la fiesta del paro medico y las celulíticas reinas y la comparsa de ladrones pudieran seguir desfilando.
El resultado fue varios médicos y enfermeros heridos, los policías enfrentaron a culatazos y a patadas a los manifestantes, el sistema de salud colapsó con los médicos y enfermeros heridos, los médicos también se mueren gritaba un sargento mientras pateaba a un neurocirujano.
¿Y los policías no se mueren? No, ellos no se mueren pues han creado un servicio médico privado que los atiende a ellos, igual que el club de golf militar tienen un hospital militar con escuela de medicina incluida y tienen una gran clínica solo para los policías.
Pero en ocasiones por razón de las distancias y de la gravedad de las emergencias tienen que llegar a los hospitales públicos como el Federico Lleras, el único hospital en medio de la ciudad con más desempleo de América latina, el único con helipuerto y el único de la región en donde se concentra todo el plan contra la Colombia de Obama para acabar con las Farc, la guerrilla comunista más antigua del mundo.
Es por eso que en medio de la golpiza que los policías le daban a los médicos con fusiles donados por Obama, la gente del común, las reinas celulíticas, la comparsa de ladrones y los vendedores ambulantes se unieron y le gritaban a los policías que viva las fiestas y que viva la guerrilla que mata policías.
Pero no solo mueren policías, durante las fiestas el número de desempleados baja porque la gente muere feliz pero contenta gracias a las grandes ganancias en las ventas de cerveza y aguardiente.
Las pilas de borrachos muertos y turistas se apilan en los cementerios y en las entradas de los hospitales, recordándonos la naturaleza violenta y egoísta de esta Colombia que prefiere pagar el precio de la guerra a pagar a sus médicos y enfermeros, país enfermo.
La palabra cancelar las fiestas no se menciona, la máquina de vender cerveza y aguardiente no se puede detener, los ingleses tienen sed y la gobernación de Tolima paga su burrocracia con las ventas de aguardiente. Según estadísticas oficiales en las épocas de fiestas tolimenses se venden más de 600 mil botellas de cervezas y 800 mil botellas de tapa roja… sin incluir los 220 mil tamales institucionales del glorioso día 24 de junio.
Habría que recordarle al gobernador del Tolima que todas las historias de amor termina en un hospital, recordarle la cantidad de tratamientos contra el sida que se congelan porque él no paga la deuda que tiene con el hospital y no hace la gestión de conseguir el dinero para que el hospital salga a flote, a ver si así si, se le mueve el corazón.
Desde Mariquita el gobernador salió a explicar y a aclarar, a decir que ya se giro el dinero, pero la verdad es que siguen sin que se les pague un centavo a médicos y enfermeras.
Se trata de un sistema perverso y corrompido en donde la burrocracia inútil recibe sus pagos a tiempo para que la maquinaria de la corrupción funcione, para que los pagos a contratistas no se detengan pero en donde no le pagan a tiempo a médicos y enfermeras que salvan vidas día y noche en este país enfermo de guerra.
Llevan meses sin recibir salarios y van todos los días a trabajar, comen en casas de sus padres o comen las sobras de los enfermos del hospital, van al trabajo caminando, sus hijos los echan de los colegios, son lanzados de sus viviendas porque no pagan los arriendos, son los médicos de la central de urgencias del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué y están en paro pero siguen trabajando.
Por: Pedro Narvaez
Md cirujano plástico - Universidad del Rosario.
15/06/2011 - Stéphanie Jacquemont - Damien Millet - Eric Toussaint - Christine Vanden Daelen (CADTM)
http://attacargentina.com.ar/leer.php/6919072
Desde hace unos días, todos los medios de comunicación internacionales informan de una posible agresión sexual cometida por Dominique Strauss Kahn en Nueva York, y la foto del director general del FMI esposado dio la vuelta al mundo. Sin pronunciarnos sobre su eventual culpabilidad en este suceso, queremos denunciar otro tipo de escándalo: las acciones del propio FMI.
Al contrario de lo que proclaman sus responsables, el FMI no es la institución que ayuda a los países en crisis, sino la que impone programas draconianos de austeridad y que defiende un modelo económico estructuralmente generador de pobreza y desigualdad. Es el propio accionar del FMI y de aquellos que sostienen la mundialización neoliberal lo que hace recaer el peso de la crisis sobre las poblaciones, que son sus primeras víctimas. Si se puede hablar de rescate en este asunto, se trata más bien el de los bancos, mientras los pueblos son sacrificados. Profundamente antidemocrático, ya que los países más ricos disponen de más de la mitad de los votos en el seno del consejo de administración, el FMI es de hecho un instrumento de las grandes potencias utilizado para vigilar el mantenimiento del sistema capitalista y de los intereses de las grandes sociedades transnacionales.
Muy activo durante varias décadas en África, en Latinoamérica, en Asia y en Europa del Este, aprovechó la crisis que estalló en los años 2007-2008 para introducirse sólidamente en Europa occidental. Así impone a los pueblos de los países más industrializados las mismas recetas nocivas que llevaron a un trágico callejón sin salida a los países del Sur que las aplicaron.
En los Estados Unidos, treinta años de políticas neoliberales permitieron una desreglamentación generalizada del sector financiero, que llevó directamente a esta enorme crisis. Durante su primera fase (2007-2009), algunos «amortiguadores sociales» se establecieron, sólo temporalmente, en los Estados Unidos y en Europa, para limitar los riesgos de una explosión social. La puesta en marcha de la estrategia del shock comenzó a partir de 2010 y en un principio afectó a los países más débiles de la cadena de endeudamiento: Grecia, Irlanda, Portugal… El FMI está en el centro de esta estrategia.
En abril de 2009, en Londres, la cumbre del G20 decidió reflotar el FMI con el fin de permitirle intervenir en los Estados sobre endeudados. Gran ganador de esa operación, el FMI vio cómo sus capacidades de préstamo se triplicaban de 250.000 a 750.000 millones de dólares. Por primera vez, el FMI puede también pensar en pedir préstamos en los mercados financieros. Después de una grave crisis de legitimidad a comienzos de los años 2000, debido al fracaso de sus políticas en los países del Sur y a las numerosas rebeliones anti-FMI, parece que los tiempos de vacas flacas han terminado para esta institución. En consecuencia, en menos de un año ha abierto una línea de crédito en una decena de países europeos e interviene desde ahora en múltiples frentes.
En ese contexto, DSK se esfuerza por comunicar la idea de un FMI nuevo, en ruptura con los errores del pasado… Sin embargo, la lógica de las políticas impuestas no ha cambiado. Un verdadero huracán de austeridad se abate sobre Europa. Las delegaciones del FMI son enviadas simultáneamente a las grandes capitales y estudian, desde lo alto de sus habitaciones en los hoteles de lujo y desde las oficinas del ministerio de Finanzas que ocupan como si fueran propias, el balance contable de sus planes sin considerar las consecuencias sociales.
Los ejemplos son numerosos. El FMI suspende un crédito a Ucrania como consecuencia de la decisión del gobierno ucraniano de aumentar el salario mínimo; para poder continuar recibiendo financiamiento por parte del FMI y de la Unión Europea, Letonia debe reducir drásticamente los salarios de los funcionarios y las pensiones de jubilación; Grecia debe aceptar unas privatizaciones mayores que las previstas inicialmente y cuestionar la continuidad de muchos derechos sociales; Islandia, para recibir el aval del FMI, busca contornear la voluntad popular que ya se expresó por referéndum, en dos ocasiones, contra el pago de la deuda. En todos lados, el FMI da la razón a los banqueros en contra de los intereses de los pueblos. En todos lados, favorece la profundización espectacular de las desigualdades, el desarrollo de la corrupción, el mantenimiento de los pueblos en la sumisión al neoliberalismo. Mientras algunos esperaban que DSK instauraría de forma duradera una política neokeynesiana, de hecho está aplicando una política ultraliberal, digna de Friedrich von Hayek y Milton Friedman. Contracción de la demanda pública, compresión de los salarios, precarización del empleo, privatizaciones constituyen el núcleo de su orientación.
Más allá de este aspecto, el actual sistema internacional no es solamente capitalista sino también patriarcal y machista. Sólo han sido hombres, hasta hora, los presidentes de instituciones tales como el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. El machismo y el carácter patriarcal van automáticamente a la par con comportamientos de dominación, de acoso o de violencia sexual.
Independientemente de la responsabilidad real de DSK en este caso, actualmente mediatizado, se debe denunciar la trivialización de tales comportamientos. La lucha contra el capitalismo es indisociable de la lucha contra un sistema patriarcal, puesto que estos sistemas de dominación tienen raíces comunes y se alimentan mutuamente. La explotación económica y sexual de las mujeres no ha dejado de reforzarse bajo los incesantes ataques de la mundialización neoliberal promovida por las instituciones financieras internacionales. La trata de mujeres, sus migraciones para garantizar la supervivencia de su familia, el crecimiento exponencial de la feminización de la pobreza y de la extensión del trabajo informal y forzado de las mujeres, nos lo demuestra todos los días. La desigualdad de sexo, de clase y de raza se refuerza sin cesar bajo los efectos de las políticas impuestas a los pueblos especialmente por el FMI y el Banco Mundial. La imbricación de los sistemas de dominación es tal que cualquier emancipación real de los seres humanos —hombres y mujeres— no podrá realizarse sin combatir simultáneamente el capitalismo, el racismo y el patriarcado.
Se confirmen o no los hechos concernientes a DSK, lo que es indudable es que no puede haber impunidad para un funcionario del FMI, y todos aquellos que trabajan para una institución internacional deben rendir cuentas de sus actos. El FMI, en tanto que institución, debe también ser enjuiciado por las múltiples violaciones a los derechos humanos fundamentales que ha cometido y que continúa cometiendo en muchísimos países. La sustitución del FMI por un organismo democrático mundial encargado de la estabilidad de las monedas y de la lucha contra la especulación financiera es urgente. Desde hace más de sesenta años, el FMI actúa contra los pueblos con total impunidad. Ahora el mensaje debe ser claro: el FMI por encima de la ley está acabado.
Traducido por Griselda Pinero.
Los autores son miembros del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM, www.cadtm.org). A aparecer a fines de mayo: Damien Millet y Eric Toussaint (coordinadores), La Dette ou la Vie (La deuda o la vida), Aden-CADTM, Bruselas-Lieja, 2011.
“El poder no es de los banqueros, ni de los especuladores, ni de los arrimados, ni de quienes colaboran con ellos, el poder es del pueblo y sólo el pueblo tiene capacidad, legitimidad y poder para mandar a la mismísima mierda a quienes quieren llevarnos cien años atrás”
COMUNICADO DE PRENSA
No. 5 - 2011
Exigimos justicia
Rechazamos el asesinato de Ana Fabricia Córdoba, mujer, compañera e integrante de la Ruta Pacífica de las Mujeres.
Ana Fabricia había denunciado amenazas contra su vida, pero no se le había brindado protección.
Bogotá - Colombia. Junio 8 de de 2011. Con profundo dolor tenemos que denunciar y rechazar la muerte de nuestra amiga y compañera, ANA FABRICIA CORDOBA CABRERA, en hechos ocurridos ayer en la comuna Nororiental de Medellín.
Ana Fabricia había tomado una buseta cerca de las 10: 30 de la mañana, en el barrio La Cruz, donde residen varias familias en condición de desplazamiento, minutos después Ana Fabricia fue interceptada por unos hombres en moto que le dispararon en una ocasión causándole la muerte.
El Estado fue negligente. Ana Fabricia había hecho denuncias del riesgo que corría sobre su vida, ante la Fiscalía, la Personería, la Procuraduría e inclusive ante la Policía Nacional; así mismo denunció su caso de manera pública en el Comité Metropolitano de Derechos Humanos donde dijo: “me van a matar y no han hecho nada”, este evento se realizó en Medellín en el mes de abril y allí estuvieron autoridades locales y nacionales; pero nada fue suficiente para que se le brindara la protección requerida.
Ana Fabricia era integrante de la Ruta Pacífica de las Mujeres desde el 2001, y era parte del Grupo de mujeres “aventureras gestoras de derechos” del barrio la Cruz del Municipio de Medellín y fundadora de Latepaz, organización comunitaria que trabaja por el mejoramiento de la calidad de vida de las y los desplazados y víctimas de la violencia.
Ana Fabricia Córdoba llegó desplazada a Medellín en el 2001 luego del asesinato de uno de sus hijos, presuntamente a cargo del Bloque Bananero de las autodefensas de Urabá, en el Departamento de Antioquia; el 7 de Julio de 2010 el segundo de sus hijos fue asesinado en Medellín. En el último tiempo estaba trabajando por la restitución de tierras en el Urabá Antioqueño y en el barrio la Cruz de donde también había sido desplazada por segunda vez.
Ante los hechos que se señalan del asesinato de Ana Fabricia Córdoba Cabrera, la Ruta Pacífica de las Mujeres
Denuncia:
1. La negligencia del Estado en brindarle protección a nuestra compañera y demás mujeres que están amenazadas y perseguidas por los diferentes grupos armados.
2. La falta de investigación sobre los hechos denunciados y la debida diligencia del Estado frente a las denuncias realizadas por Ana Fabricia.
Exigimos:
1. Protección urgente para la familia de Ana Fabricia.
2. Que las entidades competentes investiguen, esclarezcan y juzguen a los responsables de estos hechos.
3. Necesitamos la Verdad sobre los panfletos y amenazas que estar circulando contra las organizaciones de mujeres, entre ellas la Ruta Pacifica y otras.
4. Que se le proporcione a las mujeres en situación de desplazamiento, sus familias, y sus organizaciones, las garantías necesarias para su protección, así como el restablecimiento de sus derechos, sin que su exigibilidad se convierta en amenazas contra su vida como está ocurriendo.
“Las mujeres queremos vivir libres de miedos, guerras y violencias”
Ruta Pacífica de las Mujeres
“Las mujeres no parimos hijos e hijas para la guerra”
Web: www.rutapacifica.org.co – Email: rutapacifica@rutapacifica.org.co
Edmundo Fayanas Escuer | Profesor y licenciado en Historia
nuevatribuna.es |
A estas alturas de la crisis económica vamos siendo conscientes de las consecuencias que está provocando en las clases sociales. También ha quedado claro quiénes son los responsables de la misma.
¿Quién ha creado la crisis económica actual?
Hay un único culpable: el neoliberalismo como doctrina económica. Movimiento este, que surge de la escuela de Chicago con Milton Friedman y que fue desarrollado políticamente por la primera ministra británica Margaret Thacher y el presidente norteamericano Ronald Reagan.
Con la caída del presidente chileno Salvador Allende y la imposición de la dictadura militar del general Augusto Pinochet, se puso en marcha la primera aplicación en un país de la economía neoliberal con todas las consecuencias. Así se dieron la privatización de las pensiones, la venta a multinacionales del cobre chileno, la privatización de todos los servicios públicos. Así por ejemplo, Endesa se quedó con casi todas las concesiones del sistema hídrico chileno, para la producción hidroeléctrica del país.
Posteriormente, todos los organismos internacionales, FMI, Banco Mundial, OCDE, la fueron asimilando y así se convierte la economía neoliberal en la única biblia a seguir, anatemizando otros modelos económicos, como la economía socialdemócrata, y economistas como Keynes. Podemos observar que los modelos impuestos por estos organismos internacionales a los países en dificultades, han sido siempre las doctrinas económicas neoliberales más extremistas. Produciendo grandes catástrofes sociales, pero eso sí, siempre las clases pudientes cada vez lo son más. Estos son los principios básicos del neoliberalismo:
. El mercado es el que debe regir la economía. El papel del Estado en ella, sólo deber ser su garante.
. La empresa privada es infinitamente superior al sector público y en consecuencia, todo debe ser privatizado.
. Los Estados deben desregularizar todas sus normas y controles para que el capital privado pueda moverse sin los engorrosos corsés de los Estados.
. El hombre debe basarse en el individualismo y olvidarse de su componente social. Por ello, es necesario favorecer y desarrollar la competitividad individual es algo básico y fundamental.
. El mundo debe regirse exclusivamente por el pensamiento único y el que discrepe debe ser ignorado y aplastado por iletrado.
Estos se ha ido imponiendo en todo nuestro sistema político poco a poco y aceptado por todos como verdad única. Está claro, que los partidos de derechas y conservadores, enseguida lo aceptaron porque no era otra cosa que la perpetuación de la clase dominante.
Lo realmente grave, es que los partidos socialdemócratas han dejado y abandonado totalmente sus principios económicos y políticos típicos de su ideología y se han rendido con armas y bagajes al neoliberalismo más ultra.
Este camino de abandono de los principios de la socialdemocracia lo comienza Felipe González cuando anula de sus bases programáticas los principios marxistas del ideario del PSOE, Se produce en 1989 la caída del muro de Berlín y en consecuencia del llamado mundo del socialismo real. Este hecho, el capitalismo lo interpreta como la desaparición del enemigo que le frena en su desarrollo y empieza a aplicar con toda su crudeza los principios del neoliberalismo. En el mundo socialdemócrata surgen distintas alternativas de adaptación a este mundo neoliberal como es la llamada “tercera vía” de Tony Blair o también llamado social liberalismo, una edulcoración del neoliberalismo.
Ahora estamos asistiendo en España a la entrega con entusiasmo y pasión por parte del PSOE y de Zapatero al neoliberalismo y sus doctrinas que son las que están aplicando con total saña en nombre de la crisis económica, sin analizar ni plantearse otras alternativas que algunos estamos planteándoles, lo que les llevará a su mayor desastre político de su historia.
La crisis ha puesto en cuestión todo. Los que crearon la crisis con su avaricia y temeridad, el sistema financiero no sólo no ha sido castigado por su usura, nadie ha ido a la cárcel, sino que ha salido fortalecido, pues el Estado ha asumido sus pérdidas, haciéndolo recaer en las clases trabajadores y más débiles. Ni siquiera han sido capaces de adoptar legislaciones que impidan nuevos desaguisados, ni se le ha cambiado sus fabulosos bonus.
En todas crisis y en esta en particular, el principio neoliberal básico ha sido socializar las pérdidas y privatizar las ganancias. Esta política de hacer recaer la crisis en los más débiles, en España ya ha tenido consecuencias ostensibles. El nivel de pobres ha pasado de los ocho millones de 2007 a los diez millones de 2010 y su tendencia es creciente, es decir, tenemos una pobreza estructural que ya ronda el 20% de la población del país. Hay cinco millones de parados. La renta per cápita está bajando y ello provoca un deterioro generalizado de la población.
Mientras, asistimos actualmente a dos hechos escandalosos. El primero, en Telefónica que anuncia una reducción de empleo del 20 % de su plantilla unos 6.000 trabajadores mientras tiene unos beneficios de 10.100 millones de euros anuales y prepara un bonus suplementario a sus directivos de más de 450 millones de euros anuales, a eso se le llama función social de la empresa.
El segundo escándalo es político y es en Cataluña con el ultraliberal gobierno de CIU con el bonito Artur Mas, que propone recortes del 10% en todos el ámbito social, educación, sanidad ….y miles de trabajadores echados a la calle, añadiendo un proceso de privatización de todo lo público con el argumento que no hay dinero y sin embargo, suprime el impuesto de sucesiones a los ricos que le suponen unos 250 millones de euros anuales, planteando bajar los tipos más altos de IRPF, es decir que los ricos paguen menos, cabe mayor caradura.
El futuro de nuestros jóvenes es espeluznantemente negro, paro sueldos míseros, peores condiciones de vida etc. Les han estado incubando la filosofía individualista basado en los aspectos fáciles de la vida, fiesta, juerga, drogas, sexo... Cuando la realidad que van a vivir es otra y ya la están empezando a tocar. El problema de esta realidad para los jóvenes es que todavía va a empeorar todavía más para su desgracia, si estos no empiezan a moverse y a decir BASTA YA.
Fue muy significativo cuando George Bush propuso una rebaja impositiva a los ricos norteamericanos valorada en 800.000 millones de dólares y fueron los 20 millonarios más importantes del país con Bill Gates y Warren Buffet a la cabeza le mandaron una carta oponiéndose a tal medida. Su análisis es que el capitalismo es un sistema basado en la desigualdad social, donde hay ricos y pobres, pero entienden que para que este capitalismo funcione debe haber un equilibrio entre riqueza/pobreza. Entendían que con estos escandalosos regalos fiscales el equilibrio social se rompía y se podría poner en cuestión todo el sistema capitalista.
Estando de acuerdo con el análisis de Gates y Buffet por una vez, la situación actual en nuestro país es de tal injusticia y escándalo, que los únicos que pagan en nuestro sistema tributario son las clases pobres y no los ricos. Según los informes de la Inspección tributaria hay una defraudación fiscal anual de unos 70.000 millones de euros que corresponden a las clases ricas. A ello debemos unir que el dinero del Estado está sirviendo para tapar las vergüenzas y agujeros de las cajas, para que caigan en manos de los bancos.
Llegados aquí se acerca una nueva primavera política y social sin que nuestros dirigentes y clases poderosas sean conscientes del caldo de cultivo y el gran malestar social que están desarrollando con las medidas que están tomando. Si no cambian pronto llegará un tsunami social que se los llevara por delante (PSOE, PP, CIU, PNV, a las 40 familias ricas españolas que dirigen el país y sus adláteres).
O vuelven a pagar los impuestos que deben por su nivel económico los ricos o esto se está acabando. Permítanme sugerirles tres medias para salvar sus cabezas:
. Lucha clara contra el fraude fiscal de una vez y con seriedad por parte del Estado.
. Una reforma fiscal imprescindible basada en una progresividad real. Que las empresas vuelvan a retomar su función social y dejar de basarse en el beneficio exclusivamente y en consecuencia lleven a cabo una política de empleo razonable.
. La necesidad de una expansión de las políticas sociales en nuestro país, que nos acerque a los niveles de la Unión Europea en vez de hacérnoslo famélico.
Estas tres medias son necesarias e imprescindibles y los ricos toman conciencia de la grave situación que han generado y vuelven a pagar lo que deben al Estado, o aquí no tardando mucho pasará como en los países árabes. No se sientan tan seguros, pues ya vieron que quienes se sintieron seguros, los Mubarak (Egipto), Ali (Túnez), Gadafi (Libia) o los propios soviets de la Urss, lo que duraron, cuando estalla el conflicto y ahora irán a por ustedes. Si son mínimamente inteligentes ya saben lo que deben hacer.
Es el grito de libertad que expresan hoy millares de jóvenes españoles en los sitios mas emblemáticos de su nacionalidad en Madrid, coincidente con las elecciones para elegir gobiernos autonómicos, grito que se ha multiplicado en decenas de ciudades europeas y de otros continentes.
Encuentro muy significativa la consigna porque coincide con las mayores expresiones del proceso revolucionario que se viene adelantando en el norte de África como Túnez, Egipto y Libia, que se ha extendido a otros países del Medio Oriente, como el grito libertario del siglo XXI que recoge una larga historia del pensamiento político de los pueblos de la tierra y que nos importa mucho como ciudadanos del mundo, latinoamericanos y colombianos. Como demócratas, damos la bienvenida a estas expresiones de democracia que es ante todo eso: lucha diaria de los pueblos por nuevos logros.
Democracia pide el 15 M que se inició en España. Pero, ¿Luego en España no hay democracia? Otros mas acuciosos preguntarán ¿Y qué es eso de Democracia Real?... Y pueden salir muchas mas, pero creo que con esas dos tenemos para que los estudiosos de la Ciencia Política nos aclaren algo que en mi entender se maneja a cada instante pero no se tiene certeza del concepto “Democracia”.
“La democracia es una sola; decía Jaime Bateman, -que fue el que nos metió en este cuento- y si quieren saber que significa, -agregaba- hagan lo que se debe hacer: ¡consulten el diccionario! Allí encontrarán –proseguía- que la Real Academia de la Lengua la define como “Gobierno del Pueblo”. Por eso, –continuaba- hoy en Colombia, lo mas revolucionario resulta ser la implantación de la Democracia como sistema y forma de vida. Y que no sigan engañando al pueblo diciendo “que vivimos en una democracia”, como si fuera el pueblo quien gobierna y no precisamente la antidemocracia”.
Ahora, no faltará quien afirme: “Pero si vivimos en un país donde todos somos libres, donde cada cual hace lo que quiera; ¿Qué más queremos? Además, nosotros somos los que gobernamos porque al votar estamos delegando el mandato en otra persona. Es lo que llamamos “Democracia Representativa”, que podrá tener sus fallas, pero ¿quien no las tiene?...” Y está en su derecho, solo que no se ha cuestionado lo obvio, ¿Qué tan iguales y libres somos? ¿Qué tanto de lo que queremos hacemos? ¿Qué porcentaje de votos son realmente libres y voluntarios? Yendo mas lejos; ¿Cuántos del total de la votación son comprados por narcos o presionados por el paramilitarismo? También podrían ser más los interrogantes, pero estos son suficientes.
Como estamos es cuestionando el concepto, podemos pedir una explicación, ¿Porqué los estudiantes europeos no están pidiendo “socialismo” sino democracia real? Pero no paremos; preguntémonos ¿Cuál es el vínculo entre los estudiantes y los pueblos musulmanes que están pidiendo igualmente Democracia? Más todavía: ¿Qué relación puede tener las manifestaciones de las damas de blanco en la Habana con esto de la democracia real?
¿Qué tienen que decir los mandatarios de países demócratas como España, Francia, Inglaterra, Alemania o Suecia y Noruega, para solo citar esas?. Rodek Sikorky, Ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, -refiriéndose a los hechos que se vienen produciendo en el norte del África- escribió; “Los pueblos del norte de África saben lo que no quieren y no aceptarán, pero están esforzándose por determinar lo que sí quieren y cómo lo construirán”. En términos parecidos, refiriéndose a su protesta, se expresaban los dirigentes de los manifestantes madrileños en la Puerta del Sol.
Sería bueno hacer el ejercicio de responder los diferentes interrogantes para ver que sale y complementar la “botada de corriente”. Pero independiente del resultado, Es importante y reconfortante saber que en esto de la política y en el marco de las luchas populares es mucho lo que falta por decir y por alcanzar, pero también es mucha la “lora” que hemos dado, resaltando el hecho que Bateman desde los años setenta avizoró el futuro de las luchas de los pueblos profundizando en la democracia que fue y sigue siendo su gran paradigma.
*Antonio Baylos | Catedrático de Derecho del Trabajo. Universidad de Castilla La Mancha
nuevatribuna.es |Actualizado 18 Mayo 2011 - 23:59 h.
El sistema económico capitalista se ha ido transformando desde sus inicios a través de una serie de eventos que solemos definir como crisis económicas, algunas de ellas de extraordinaria gravedad y amplitud. El derecho del trabajo, como conjunto normativo que regula las relaciones de trabajo en un sistema económico de libre empresa, es un producto cultural e histórico que se asocia al capitalismo desde sus inicios. Por eso la crisis es una “compañera de viaje” histórica del derecho del trabajo en la feliz expresión de Palomeque.
Las crisis económicas inducen tradicionalmente modificaciones importantes en la regulación jurídica de las relaciones de trabajo. Estamos acostumbrados a que en la gran mayoría de los casos, estas modificaciones se resuelvan desfavorablemente para los derechos de los trabajadores. Sin embargo no hay una relación unívoca entre estas categorías de manera que épocas de bienestar y de bonanza económica se corresponden con la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y épocas de crisis con reducción de estas posiciones. En muchas ocasiones la crisis ha supuesto una oportunidad para cambios trascendentales en la configuración del sistema de tutela de los derechos laborales y de la ciudadanía social. Así sucedió en USA con el New Deal tras la crisis de 1929, y en Europa, la experiencia de la República de Weimar, supuso el embrión de un derecho del trabajo potente y democrático. En España, este papel lo desempeñó la II República española. Es cierto también que estas experiencias terminaron trágicamente con el triunfo del nazismo alemán y del fascismo español, y que estas ideologías criminales eran también ellas originadas como respuestas a la crisis económica. Pero esta constatación trágica no impide observar el laboratorio de propuestas y de formas de construir la tutela del trabajo, la dimensión colectiva del trabajo y la intervención pública, que tales experiencias democráticas pusieron en pie. Por eso la ambivalencia de estas situaciones cuando la crisis es profunda y marca una época.
Todas las crisis del sistema capitalista que tienen una cierta profundidad aparecen como una irrupción, pero la que hemos sufrido como “el crack del año ocho” – en la expresión de Capella - ha revestido una gravedad especial. Ha producido una verdadera conmoción del paradigma económico vigente en la globalización que gozaba de la autoridad de las tablas de la ley mosaica. La crisis no se había previsto, lo que no quiere decir que fuera imprevisible, y es una crisis total. No sólo afecta a los mercados inmobiliarios y a los mercados financieros, sino que es una crisis de un modelo de crecimiento basado en la financiarización de la economía y en el carácter especulativo de las operaciones económicas en un mundo global.
La crisis ha golpeado fundamentalmente a las dos áreas económicas más desarrolladas, Usa y Europa, haciendo visible la deslegitimación de todo un modelo de organización social que se remite al neoliberalismo y al llamado “consenso de Washington” y que tiene su origen en el tour de force reaganiano-thatcheriano de la década de los ochenta que se perpetua de forma brutal en Latinoamérica en la década de los 90. Ese modelo de organización social se basa en la desregulación normativa de la tutela del trabajo y en la responsabilización individual frente al empleo, la descolectivización práctica de las relaciones de trabajo “flexibles” junto con una corporativización sindical en torno a la “gobernanza” del sistema de relaciones laborales que permitiera el control de los salarios en línea con las políticas anti-inflacionistas. El Derecho del trabajo se considera “culpable” de la situación del mercado de trabajo y en consecuencia se hace depender la subsistencia de las garantías sobre el empleo de las oportunidades de empleo en el mercado laboral en una relación inversa. El trabajo además se declina en plural, en una serie de trabajos atípicos, temporales, precarios, no protegidos. La figura de la empresa es remodelada según pautas post-fordistas, que conducen a amplios fenómenos de descentralización productiva y de externalización, fuente de un trabajo difuso y disperso que inducen cambios en el propio concepto del empresario ante fenómenos cada vez más frecuentes de interposición empresarial y de suministro de mano de obra.
Sin perjuicio de ello, es de todos sabido que las empresas afectadas por graves dificultades económicas pueden verse inclinadas y aún obligadas a prescindir de personal, procurar la disminución de los salarios y la desmejora de otras condiciones de trabajo, etc. Del mismo modo, se dificulta la negociación colectiva y se alienta el recurso a la celebración de convenios in pejus, e inevitablemente se alienta la conflictividad. Paralelamente, aquellos Estados que cuentan con un seguro por desocupación, ven incrementado el gasto, a la par que la inactividad de trabajadores suspendidos o despedidos disminuye los ingresos fiscales por contribuciones de seguridad social. Tampoco es raro que surjan reacciones xenófobas contra los inmigrantes. En general, puede decirse que las crisis tienden a acentuar las desigualdades ( la desigualdad genérica entre capital y trabajo, tanto como las desigualdades específicas entre grupos de trabajadores, por edad, género, nacionalidad, etnia, etc. ), ya que afecta más o primero a los más débiles ( “el hilo se corta por la parte más fina” ).
De cualquier manera, cabe señalar, a la vez, que ante la crisis el Derecho de Trabajo puede reaccionar de dos maneras diferentes. Por una parte, puede debilitar la protección apostando, de conformidad con el modelo neoliberal, a que la disminución de costos permita al empresario mejorar su rendimiento y así, mantener o generar empleo. Esto es lo que ha sucedido generalmente, desde la década de los ’70. Pero por otra parte, el Derecho del trabajo puede enfrentar la crisis de una manera más propia de su función tradicional, esto es, manteniendo o aún aumentando la protección para desestimular la transferencia del costo de la crisis a la parte más débil: puédese, por ejemplo, limitar la posibilidad del despido o aumentar su costo, se puede crear_ o mejorar un sistema de seguro de paro, etc. Las medidas de encarecimiento y racionalización del despido han sido utilizadas, por ejemplo, en los últimos años, en Argentina.
No hay por consiguiente una “dirección única” como reacción frente a la crisis. En la década de los 90, la crisis golpeó fuertemente a países latinoamericanos como Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú, en donde se ensayaron hasta la saciedad las recetas desreguladoras y privatizadoras dictadas por el FMI que perseguían la reducción de los derechos sociales y la virtual desaparición del sujeto sindical. Esas políticas no consiguieron cesar la crisis ni impedir el colapso social consiguiente. Fue el cambio político posterior y reactivo, la democratización de las estructuras políticas y el control del mercado lo que provocó un cambio de ciclo. Estos países tienen actualmente tasas de crecimiento en torno al 6% anual, y es fácil constatar que en general la “salida” de la crisis, que coincide con un cambio político hacia gobiernos progresistas y populares, se ha logrado mediante políticas económicas de orden neokeynesiano, y por tanto con protección social y mayor regulación laboral de tutela. No se trata sólo de algo que pueda predicarse de los diversos ordenamientos nacionales latinoamericanos, sino que es la reacción de los organismos internacionales más cualificados, como la OIT. En efecto, las primeras reacciones de la OIT para nada recurrieron al tradicional recetario neoliberal sino que, en lo económico, propusieron medidas contracíclicas de gasto estatal e inversión en obra pública (o sea, puro keynesianismo), mientras que en lo social plantearon la necesidad de incentivar la protección.
Fue igualmente significativa una Declaración de Ministros de trabajo de nuestra región que, además de hacer suya la citada Declaración de la Mesa del Consejo de Administración de la OIT, agregó que para enfrentar el impacto de la crisis en el mundo laboral, debía reconocerse “un nuevo papel para el Estado en su rol tutelar, proactivo y de protección del trabajo”. La propia consolidación del sindicalismo internacional en América Latina, a partir de la creación en 2006 de la CSA, denota asimismo un nuevo impulso en la vertiente colectiva de las relaciones de trabajo, que se condensa en un amplio proceso de “autorreforma sindical”.
Pero el instrumento central en esta materia es, de manera emblemática, el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT adoptado en 2009 y que, autodefinido como “una respuesta a la crisis basada en el trabajo decente”, centra sus propuestas y compromisos en el respeto de los derechos de los trabajadores, la promoción de las normas internacionales del trabajo, la formulación de políticas activas de empleo, la ubicación del pleno empleo y el trabajo decente en el centro de la política económica, el impulso de la demanda, la creación directa de puestos de trabajo, la formulación de paquetes de estímulo macroeconómico, la ejecución de obras públicas y de inversiones en infraestructura, investigación y desarrollo, el impulso de servicios públicos y la regulación de la economía. Se trata de todo un programa de enfrentamiento de la crisis que deja de lado las tradicionales soluciones neoliberales para centrarse en la preservación de los derechos laborales y en la intervención estatal en la economía.
Es decir, que la evolución en Europa ha sido la inversa a la de una Latinoamérica que en gran parte se ha ido despegando, a la llegada del nuevo siglo, de la viscosidad neoliberal. El cambio político y los impulsos a una regionalización articulada en América Latina, con toda su complejidad, han ido construyendo paulatinamente en una buena parte de sus países un armazón tupido de derechos laborales dotados progresivamente de mejores garantías jurídicas. Aunque no se trata de una restauración, posiblemente podríamos hablar de una búsqueda de refundación del sistema jurídico que ordena y explica política y socialmente el trabajo asalariado y su utilización en un sistema de economía de mercado. En ese proceso se ha ido decantando aún con dificultades y contradicciones un nuevo paradigma laboral que no se reduzca al que ya hemos ido conociendo a partir de la flexibilidad del trabajo y la desprotección y asistencialización social y en el que la dimensión colectiva del trabajo y la consideración de la ciudadanía social sean elementos básicos para calificarlo. Hay desde luego excepciones importantes a estos procesos, pero las buenas expectativas económicas de la región en el conjunto del mercado global, la emergencia decisiva de países como Brasil, aunque no explican por sí solas la vigorización de esta dimensión social como tendencia, sin duda la acompañan de manera decisiva.
*Antonio Baylos Grau
Catedrático de Derecho del trabajo de la Universidad de Castilla La Mancha.
Oscar Ermida Uriarte
Catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de la República de Uruguay
ES TIEMPO DE FORTALEZAS.
Por José Yamel Riaño
17 de Mayo de 2011
Paradójicamente hoy que en el país se vive una situación favorable para el fortalecimiento de la democracia y la búsqueda de la paz, en nuestra región, con gobernantes afines políticamente, podemos estar “enredándonos en nuestras propias espuelas”.
Hagamos un ejercicio rápido: Identifiquemos la situación solo a partir de las ramas del poder público: a) El perfil que está tomando el ejecutivo en cabeza del presidente Santos cada día se distancia mas del régimen anterior; b) La rama jurisdiccional tiene en jaque a la delincuencia organizada como nunca antes y c) El Congreso Nacional está sacando adelante la agenda del gobierno aparentemente sin mayores traumatismos. Increíble pero cierto.
Esto pasa en medio de grandes estragos naturales causados por la inclemente ola invernal que ha hecho cambiar las prioridades en los planes del gobierno. Y, sin olvidar que el 2011 es año electoral, donde la principal confrontación será entre las fuerzas políticas del “todo vale” vs “La legalidad democrática”, no
se sienten las campañas. Todo indica que los partidos políticos del gobierno, encabezados por la dupla Santos-Garzón quieren liderar sectores patronales y trabajadores organizados, al tiempo que se disputan el favor de las gentes más pobres, los de la informalidad laboral.
Por su parte los Partidos y Movimientos políticos que no hacen parte de la coalición de gobierno pero tampoco de la oposición, parece que se les extravió la brújula, mientras la derecha organizada políticamente prepara sus empresas electorales para, con mucho dinero, comprar anticipadamente resultados electorales mediante la compra-venta de votos y “arreglando” registradurías.
Los verdes, los del Centro independiente o amigos de Angelino, la ASI y demás siglas Étnicas, al igual que los Progresistas de Petro con otros movimientos políticos como Podemos Cali en nuestra ciudad, constituyen el núcleo de mayor proyección electoral en la región, sin embargo tienen las mayores dificultades debido a su dispersión. ¿Que les pasa? No hay coherencia entre la buena gestión de sus gobernantes, la respuesta que electoralmente dieron las bases, con los conflictos políticos y organizativos en que se debaten sus partidos.
Por ahora, en Cali y en el Valle, tanto “El Centro Independiente” como “Podemos Cali”, influencian directamente las nóminas oficiales pero junto a los Progresistas carecen de propuestas consolidadas y lo que es peor, no tienen reconocimiento popular ni legal para avalar candidatos. Eso sí, todos gozan de acreditados líderes, gobernantes y parlamentarios. Lo extraño es que al parecer todos enfrentan una gran dificultad; sin diferencias políticas o ideológicas de fondo, están divididos y no dan muestras de acuerdos.
Finalmente está la izquierda legal agrupada en el PDA que saldrá muy maltrecha por la crisis del POLO. Es una lástima esta historia que aún no termina, pero la oposición ausente de propuesta política consolidada, termina siendo utilizados por familias como los Moreno Rojas que solo buscan saciar sus ansias de poder y enriquecimiento propio.
En concreto nuestro territorio es un departamento históricamente dominado por la clase rentista de la tierra, la más retrógrada que, sin ascos, pueden llegar a un acuerdo entre sectores del Uribismo, con la derecha organizada política y militarmente. Este es un escenario muy posible que no tendría problema si Liberales, Izquierda, Centro, junto a verdes y Progresistas hicieran una alianza electoral que convocara al progreso para todos.
Pero lo que se muestra es dispersión, lo que la gente conoce es otro escenario, el de la división y las peleas entre los mismos, por eso gentes de todos los estratos que alguna vez fueron influenciados por las ideologías progresistas hoy todavía no se deciden a acompañar, hay muchas gentes desorientadas, sorprendidas y hasta decepcionadas por esta situación.
Pero no es tiempo de “llorar sobre la leche derramada”, vencer las dificultades es legado de nuestros héroes y hoy es tiempo de fortalezas.
nuevatribuna.es |Actualizado 17 Mayo 2011 - 17:09 h.
Vivimos en un tiempo en el que es difícil creerse nada, nos han mentido tanto y sobre tantas cosas, nos han dormido con tantos cuentos que a estas alturas pocos personajes públicos, del ámbito que sea, tiene presunción de veracidad. Los grandes medios mienten a diario, dan versiones distorsionadas de la realidad para justificar las mayores barbaridades en nombre de una democracia que comenzó a dejar de serlo hace tres décadas, justo cuando nosotros comenzábamos a andar; quien ayer era nuestro amigo y aliado maravilloso, hoy es un villano y un asesino sideral, quienes antes eran despreciados por su crueldad o su inmoralidad, hoy ganan elecciones por abrumadora mayoría gracias al voto de un pueblo que no sabe o no quiere saber nada de la palabra ética, lo que era execrable, motivo suficiente para apartar de por vida de la vida pública a alguien, hoy es un mérito, la mentira, un galardón: Han conseguido –con nuestra colaboración necesaria- que la mayoría piense que todo lo que viene de lo público, apesta, cuando la realidad es que el mal comenzó en aquel justo momento en el que se abandonó la ética pública y se dejaron entrar a los mercaderes en sectores que la verdadera democracia había vedado al negocio. La jugada es perfecta, demuestra que el dinero lo puede todo y que quien no tiene dinero no puede nada, lo mejor arrimarse al inmoral, ser como él y esperar a que caiga algo con los brazos cruzados. Fuera de eso, no hay vida, pero aunque así sea, aunque nos estén vaciando los bolsillos, la cabeza y el corazón, es fuera de todo eso dónde está la esperanza del ser humano, a base de ética, combatiéndolos en todos los campos, desenmascarándolos, haciéndoles la vida tan imposible que lleguen a pensar que por ese camino cada paso será el último.
Y es que hace tiempo que se traspasaron límites que nunca debieron cruzarse. La socialdemocracia creó el Estado del bienestar, que es lo más lejos que ha llegado el hombre al organizarse socialmente, pero esa misma socialdemocracia, quizá creyendo en lo que dice, quizás no, comenzó, ante las sucesivas crisis cíclicas del capitalismo, a aplicar recetas que por su ideología no podía aplicar, rebajas de impuestos a quienes más ganan, dejar al sector privado la gestión –cuando no la propiedad- de servicios públicos esenciales como el crédito, el agua, el suelo, la electricidad, la sanidad o la educación; permitir que las televisiones sean, en nombre de la libertad de expresión, un instrumento de animalización de la población; hacer recaer el peso de las crisis que provocan los especuladores sobre la parte de la sociedad con menos medios para defenderse; presentar al empresario como un emprendedor celestial al que sólo preocupa la creación de puestos de trabajo, al banquero como a un filántropo y al crápula como un modelo de virtudes, como un paradigma. Claro, después de lo que llevamos visto y oído en los últimos años, uno ya no siente la menor sorpresa ante nada, y es por eso que la noticia de la detención de Dominique Strauss-Khan, director del Fondo Monetario Internacional y posible Presidente de Francia hasta anteayer, no nos sorprende por el hecho de que ese señor haya podido cometer un delito, sino por el hecho mismo de su detención, algo tan inusual como extraño.
Pero vayamos por partes, según todos los sondeos –inexplicablemente- el presidente del FMI iba a ser el de Francia. Enseguida viene la sospecha, ¿qué hace un socialista de sesenta y tantos años persiguiendo a muchachas en un lujo hotel de Nueva York dónde la cama cuesta tres mil dólares? Parece absurdo, porque ese señor, que no es socialista, es otra cosa, no tiene la menor necesidad de acosar a nadie por razones sexuales, es seguro que dado su puesto y sus ingresos puede acceder a cuantas relaciones quiera, del tipo que sean, en un escenario discreto. ¿Es un montaje? No lo sé, ni me importa, porque el montaje no habría sido posible sin su colaboración. Sin embargo, enredarse en esa cuestión jurídico-rosa no tiene el menor sentido, de momento es presunto inocente, después ya se verá. El problema es otro porque la pregunta verdadera es otra muy diferente: ¿Qué hace un socialista presidiendo el Fondo Monetario Internacional, que es la institución internacional más dañina de cuantas ha creado el hombre? Es ahí donde deberíamos pararnos a pensar porque con ser graves los delitos de que se acusa a Strauss, es mucho más grave el daño que su comportamiento como director del FMI está infringiendo a millones de personas obligando a países enteros a aceptar el catecismo neoconservador como único instrumento válido para salir de una crisis que el propio FMI, gobernado entonces por Rodrigo Rato – el autor de la burbuja inmobiliaria al que dentro de unos días nombrarán Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante- no supo ver hasta que había entrado en nuestras cocinas.
Miren, aquí ha habido y hay un problema gravísimo, los bancos de medio mundo, dirigidos por personas que cobran como si les estuviese tocando el gordo de Navidad todas las semanas, dieron créditos a personas que no los podían pagar, invirtieron enormes cantidades de euros en operaciones especulativas, burbujas inmobiliarias y bursátiles, muchas de ellas fuera de la ley y casi todas contra el interés de los ciudadanos de cada país. Casi ninguno de los jefes, ejecutivos o gestores de esas grandes entidades financieras mundiales ha pisado la cárcel, cuando su sitio natural es la cárcel. Es natural, muy natural que Aznar, Rodrigo Rato, Ángela Merkel, Berlusconi, Sarkozy o Cámeron suban las tasas universitarias al cuádruple, que despidan a miles de funcionarios como chivos expiatorios de la crisis, que sigan consintiendo la existencia de los paraísos fiscales, que permitan que los ricos no paguen impuestos, que impidan la devaluación del euro para dar oxígeno a las economías más apuradas, pero lo que no es digerible es que Strauss-Khan diga que es socialista, que se presente como socialista a las elecciones francesas y exponga como su principal mérito socialista haber sido Director del Fondo Monetario Internacional, eso simplemente es una aberración que produce tal confusión en el electorado que no es de extrañar que buena parte de Europa se esté decantando hacia la extrema derecha racista y xenófoba. Y me explico, ¿cómo explicar que sea en Francia la hija de Le Pen quien esté reivindicando la escuela laica que hizo grande a Francia y los socialistas callen?
Uno de los lemas del Partido Radical italiano de Pannella y el gran Sciacia era el siguiente: “Si no puedes ganar a tu enemigo, acuéstate con él”. En principio no parecía mala estrategia, lo que ocurre es que el enemigo tiene camas con colchones de pluma de ganso y desayuna caviar beluga servido por imponentes señores o señoras que destapan sonrientes, una tras otra, botellas de Don Perignon, viaja en clase preferente y ocupa las mejores tribunas de los mejores espectáculos, las mejores mesas de los más reputados restaurantes y no sabe de crisis porque para él, la crisis es una forma más de ganar dinero, mucho más dinero. Cuando uno se acuesta con su enemigo, termina haciendo lo que su enemigo y comprendiéndolo. Ahí está el error, un error que si no somos capaces de corregir rápidamente pagaremos caro, tan caro que apenas tendremos dinero –por mucho que trabajemos- más que para pagar ese inmenso error.
Antes de que el Partido Popular domine cualquiera de las Administraciones del Estado español –y está a punto de hacerse con la local, la autonómica y la estatal, lo que sería una hecho de consecuencias desastrosas para los ciudadanos de este país-, es preferible que gobierne el caballo de Espartero o Marujita Díaz, pero los socialistas españoles y europeos han de saber que su tiempo se está acabando, que si no modifican su praxis y comienzan a recuperar la doctrina que les da nombre serán expulsados o engullidos definitivamente por el sistema. Ya sé, es verdad, hoy no es posible actuar en un solo país, enseguida los demás se echarían encima para hundirlo, pero precisamente los socialistas tienen una de las más antiguas organizaciones internacionales del mundo, es ahí, pero partiendo desde abajo, dónde se tiene que producir un debate inmediato que recupere la ética socialista, la austeridad socialista, el ejemplo socialista y la verdadera ideología socialista, incompatible con las políticas económicas neoconservadoras, con la educación confesional y con el lujo crápula, ostentoso y confundidor. Si hay que empezar desde cero, habrá que hacerlo antes que la demagogia, las trampas y el desprestigio hagan que toda Europa esté gobernada por ultraderechistas: Los medios son suyos.
NUESTRO CORAZÓN NO DEJA DE LATIR POR COLOMBIA
“El olvido no es victoria
sobre el mal ni sobre nada
y si es la forma velada
de burlarse de la historia,
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido…”
Mario Benedetti
"Nosotros morimos tres veces, la primera en nuestra carne, la segunda en el corazón de aquellos que han sobrevivido, y la tercera en la memoria, la cual es la última tumba."
Rosa Epinayu